Por Andrés Resillas
El 15 de abril del 2011 el hartazgo y la impotencia explotaron en Cherán.
Una decena de mujeres decidieron interceptar los camiones cargados de madera por los talamontes a la orilla del pueblo. Los delincuentes capturados respondieron a balazos; toda la comunidad acudió a defenderlas.
Otro grupo salió a la plaza de Cherán para convocar a una reunión de los habitantes de los cuatro barrios. El bosque, propiedad comunal, estaba siendo arrasado por los talamontes y los asesinatos y amenazas del crimen contra los comuneros eran ya insoportables.
Los talamontes, al servicio del crimen organizado, habían decidido llevarse la madera del bosque cheranense a como diera lugar. Ello luego de que en las últimas semanas habían tenido enfrentamientos en el cerro con los comuneros de esa población.
El saldo era trágico: 15 comuneros asesinados y otros 13 desaparecidos.
La indignación de las mujeres y su propósito de enfrentar tanto a talamontes como al crimen organizado prendió en el resto de la población.
Era el inicio del levantamiento de un pueblo. Todos lo recuerdan muy bien.
Cherán se declaró en rebeldía. Los habitantes destituyeron a su alcalde, cerraron el edificio del Ayuntamiento y se apoderaron de todas las armas de la policía municipal. La corporación fue desaparecida de inmediato, su principal acusación era que sus elementos estaban coludidos con los delincuentes.
Y los cheranenses afrontaron el reto. Jamás una comunidad entera se había enfrentado al crimen organizado, el cual ya había conformado un gobierno paralelo. La organización de sus habitantes comenzó a gestarse.
Tras intensos debates, los cheranenses fijaron sus prioridades en tres demandas: “Seguridad, justicia y restitución de los recursos naturales”. Fueron días intensos, de alarma, de solidaridad y de protesta por el grado de violencia jamás alcanzada.
Cherán se encerró en sus propios barrios. Surgieron las fogatas en cada esquina, donde por la noche se juntaban las familias para comunicarse y estar alertas. Los accesos del pueblo fueron blindados con decenas de voluntarios; noche y día permanecían expectantes, pues esperaban una reacción violenta del crimen organizado. Sin embargo, la embestida se dio en el monte, pues siguieron los asesinatos de comuneros.
Los habitantes decidieron establecer un gobierno provisional de acuerdo a sus usos y costumbres: la figura del Concejo Mayor, desaparecida muchos años atrás volvió como una alternativa para que fueran los propios comuneros los que decidieran su destino.
La cultura comunitaria de usos y costumbres
Pero el mundo externo desconocía la cultura milenaria que Cherán tiene de regirse por sus usos y costumbres; fueron los propios indígenas los que demostraron en qué consistía. Las asambleas de barrios eran frecuentes. Se propuso la integración del consejo mayor con 12 miembros: tres de cada uno de los barrios.
Surgieron las propuestas y por fin se concretó la conformación del Concejo Mayor como órgano de gobierno y supeditado a las decisiones de la asamblea general de los representantes de las fogatas de los cuatro barrios.
Pero venía otra dificultad: conformar la estructura de gobierno que diera operatividad para satisfacer las necesidades de la población; los cheranenses profesionistas, académicos y los llamados keri (gente con sabiduría) se propusieron integrar la estructura gubernamental.
Fue así, que de acuerdo a la tradición comunal, se conformaron seis consejos, para dar respuesta integral a las variadas demandas de la sociedad, pero siempre teniendo como guía el lema del levantamiento “Seguridad, justicia y reconstitución de los recursos naturales”.
Los Consejos
Consejo de Seguridad, Procuración de Justicia y Conciliación. Es el responsable de activar nuevamente una vigilancia basada en la tradición comunal, que se denomina “Ronda Comunitaria”, integrada por habitantes voluntarios que vigilan que impere la tranquilidad al interior del pueblo, en los cuatro barrios. Esta Ronda Comunitaria no porta armas y atiende la problemática de conflictos y delitos dentro de la comunidad.
La Ronda Comunitaria Armada, es responsable de cuidar los recursos naturales, básicamente el bosque y evitar la tala clandestina y la intrusión de delincuentes al municipio.
Este Consejo también imparte la justicia y la conciliación por los delitos que se cometen dentro de la población.
Consejo de Desarrollo Económico y Social: Es un órgano que se encarga de tramitar y gestionar los programas asistenciales en materia de desarrollo social que las distintas dependencias otorgan a los ciudadanos a través de los municipios.
Se ocupa de renglones como vivienda –techo y piso-; alimentación, con la dotación de despensas, salud, capacitación, equidad de género y acciones preventivas para la drogadicción, el alcoholismo y la desintegración familiar.
Consejo de Administración Local: Su objetivo es satisfacer las demandas de servicios públicos como la recolección de basura, agua potable, obras y desarrollo urbano.
Consejo de Asuntos Civiles, cuyo objetivo es promover programas de cultura, educación y deporte.
Consejo de Bienes Comunales: se encarga de coordinar el funcionamiento y la administración de las empresas comunales como el vivero, aserradero y la fábrica de bloques y tabiques propiedad de la comunidad.
Consejo de Barrios: Coordina la realización de las asambleas de los cuatro barrios, las actividades de las fogatas, como fuentes de consulta directa con los comuneros, así como las faenas voluntarias a que están obligados todos los habitantes.
El funcionamiento de los Consejos:
Cada consejo tiene integrantes que representan a los cuatro barrios de Cherán. De esta manera cada barrio tiene un contacto directo con las actividades que desarrollan estos órganos de gobierno y administración.
La planta laboral del gobierno comunal de Cherán consta de 160 personas y sus salarios son muy modestos. Ningún trabajador gana más de cuatro mil pesos al mes y no se le denomina salario, sino “compensación” por los servicios prestados a la comunidad. Incluso hay personas que sólo ganan dos mil pesos al mes por su jornada laboral.
Dentro de los Consejos, incluyendo al Consejo Mayor no hay jerarquías. Todas las tareas tratan de hacerlas de manera colectiva repartiéndose responsabilidades y tareas.