OPINIÓN. ZAMORA: LA GRAVEDAD Y EL TUBO DE LA CALZADA. Por J.Luis Seefoó Luján

 No estoy seguro de plantear “la gravedad del tubo de La Calzada” o “El tubo de La Calzada y la gravedad” para comentar la importante obra que se lleva a cabo en ese conocido espacio que vincula a Jacona y Zamora. Sobre la marcha trataré de precisar la cuestión que por ahora trazo de un modo preliminar. 

Es posible que  sea viable conducir el agua de lluvia que se acumula formando un lago; que sea posible hacerla fluir por un ducto de 36 pulgadas hacia la alcantarilla localizada cerca del puente que une La Calzada Zamora-Jacona. Sí,  parece una solución, pero hay serias dudas y esa decisión puede agravará más las inundaciones. 

Un punto de partida es obtener información de parte de las autoridades responsables. Para ello el  ingeniero Manuel Torres Puga se ha dirigido por escrito a la alcaldesa, la Licenciada Adriana Campos Huirache, de Jacona así como a los directores de obras públicas, ing. Gerardo Alvarez Acevedo, y del sistema de agua potable, licenciado Gustavo Avila Pimentel, solicitando  copia del proyecto de entubamiento en el que trabaja una empresa privada en estos momentos. 

Dada  la normatividad, la cercanía de las elecciones, lo reconocidos que han sido algunos funcionarios regionales por su excelente desempeño y porque nada hay que ocultar, es de esperar que sí  proporcionen información valedera, suficiente y oportuna; pero ¿Y si no contestan? O, si al responder sólo dicen: 1) su oficio se turnó a la oficina correspondiente; 2) lo sentimos mucho, pero dado que se trata de una obra estratégica, toda la información al respecto estará reservada por 10 años; 3) debido a la pandemia por Covid, todas la acciones oficiales están encaminadas a la prevención y no podemos contestar; o, 4) en virtud de que usted no vive en la calzada, ni en el río Duero, no estamos obligados a obsequiar información alguna. 

La gravedad del tubo 

Aparte del costo, lo  que más nos interesa  de la obra es si el nuevo tubo será capaz de fluir de sur a norte o se convertirá en una fuente que aflore en la calzada y fraccionamientos contiguos dadas estas condiciones 1)  la superficie de captación pluvial (cerro de Las Cruces, colonias y calles del oriente de Jacona); 2)  el volumen, velocidad y presión del caudal del Duero (dren “A”) en esa área trazada desde el desemboque del canal Tamándaro hasta el puente de la calzada Zamora-Jacona; 3) la pendiente del “Ensueño” al nivel de aguas máximo ordinarias (Namo) del Duero (dren “A”); 4) la obstrucción (quizá errónea) del ducto que cruza la calzada de este a oeste (Oxxo y gasolinera a negocio de automóviles); más 5) el flujo de drenaje que fluye de sur a norte (Ensueño al río, bajo el puente. 

Basados en el sentido común y la experiencia que plomeros y albañiles han observado en La Libertad, La Pradera, Santa Fe-Progreso Nacional, planteamos esta cuestión hidráulica: el tubo que ahora se está colocando -paralelo a la línea de la calzada- y que desemboca en el río, bajo el puente, vencerá la ley de la gravedad? O, Pascal está equivocado?

Como lo sabe o intuye cualquier fontanero de Jacona, sin haber leído a Blaise Pascal, cuando un líquido está en reposo alcanza el mismo nivel en todos los recipientes que lo contienen, independientemente de la forma de tubos y excusados debido a que la presión atmosférica y la gravedad son constantes en esos recipientes o sea: la presión ejercida sobre un líquido se transmite íntegramente y con la misma intensidad en todas las direcciones sea cual fuere la forma geométrica, posición del tubo o tipo de líquido, se trate de orina humana, aguas jabonosas o de lluvia. 

Así, en las actuales circunstancias, el tubo de 36 pulgadas de diámetro (91.44 centímetros), negro en su capa externa, blanco en la interna, cuyo extremo inferior quedará ligeramente abajo del nivel del río Duero (NAMO, 11 de febrero de 2021), sí puede conducir el agua de lluvia que se precipite sobre la calzada -a la altura del Fraccionamiento “El Ensueño”- y el líquido que drene del cerro Las Cruces, Balcones de Jacona, Isabel La Católica, Tabachines, San Agustín, etc. a través de calles y del dren Solares, pero es poco probable que fluya cuando el río Duero alcance su nivel de aguas máximas extraordinarias (NAME) en varios momentos entre julio y octubre de cada año. 

Dicho de otro modo: la obra en curso -el nuevo tubo de Jacona- funcionará con toda seguridad siempre que el  caudal del río tenga un gasto de unos 4 metros cúbicos por segundo (en las “secas” o estiaje), pero no en temporada de lluvias, cuando el Duero -con 64 m3/s- forma una gran presa entre  el Fovissste y  el viejo puente de la calzada; en esas condiciones no puede dar salida pronta a los excedentes del verano, y es posible que el tubo sirva para formar otra fuente en la calzada, en Sams, El Ensueño y espacios contiguos. 

“Bajita la mano” y sin más recursos que la imaginación, bajo el puente de la calzada se forma una “alberca” de más de 576 metros cúbicos cuya presión contra las “paredes” del recipiente se incrementa por la velocidad del cauce –aguas arriba- y la contención hidráulica inducida por la pendiente menor que se aprecia desde  ese punto hasta  el puente de Tubos (La Libertad). 

En consecuencia, si el flujo de Las Adjuntas a la calzada “viene en feroz madriza” (acelerado, veloz) y se “atora un poco” por la represa formada en la parte casi plana del valle, se genera una mayor presión y como dijera aquel famoso plomero, Pascal: Cuando sumamos cierta cantidad de líquido adicional, este se desplaza hasta alcanzar un nuevo nivel de equilibrio, el mismo en todos los recipientes. 

Con todo respeto para los técnicos que proyectaron el nuevo tubo en la calzada, es posible que haya algún  error. También creo que en estas obras de prevención hay algunas omisiones: a) urge limpiar, desazolvar el dren que “cruza” bajo la calzada, de este a oeste (Oxxo-gasolinera a distribuidora de autos); b) importa construir las (re) presas de contención en las barrancas (Pescador, Corazón)  como una de las maneras de disminuir volumen y velocidad a las escorrentías; c) provechoso no construir más “toboganes”, como les llama el ing. Torres Puga, a las calles de 2 m de capacidad con pendientes muy pronunciadas;  y, obviamente, d) imaginar cada obra como parte del todo que incluye  el área de captación del cerro de Las Cruces y que no olvide a su ciudad siamesa, Zamora. 

¿Las autoridades de Jacona obsequiarán información del proyecto? ¿Dejarán que el público se acostumbre a sólo mirar? Apostamos a ser parte de una sociedad informada y conducida por políticos responsables. 

Por eso, sin más herramientas que la intuición, comparto con el ing. Manuel Torres Puga, la preocupación porque de no  respetar la (ley) gravedad y el principio de Pascual, ese tubo puede provocar inundaciones de mayor gravedad.  

Zamora, Michoacán, 12 de febrero de 2021 

jlseefoo@hotmail.com 

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