La razón de ser del cabildo -cuerpo administrativo y legislativo- es legislar, servir de contra peso frente a las decisiones del presidente (alcalde), ser la voz de los sin voz, pero con mucha frecuencia la ciudadanía debe estar muy al pendiente y cuidarse de sus propios representantes, de los regidores.
La pregunta es estimulada por la exitosa carrera inmobiliaria de los gobiernos municipales que enajenan las áreas de donación, generalmente (más bien, siempre) sin avisar, menos consultar a los colonos afectados. En particular, me refiero a la pretendida enajenación de 4,455.81 metros cuadrados de los siguientes fraccionamientos en las superficies anotadas (m2): Villa de la Peñita, 852.38; Los Pirules, 819.92; Hacienda El Realejo, 1431.44; Rincón de la Huerta,1352.07 de tres lotes a saber: lote 27 de 400.52; lote 26 de 238.40 y lote 14 con una extensión de 713.15.
¿Cómo justifican este negocio?
Entre los argumentos aplicados por el gobierno de Jacona, destaco:
a).El mayor interés que reviste rehabilitar la calzada Zamora-Jacona, en la parte jaconense, y hacer mejoras en el fraccionamiento Lomas Universidad. Para los regidores, secretario, síndico y alcaldesa, los intereses, los derechos de los vecinos de esos fraccionamientos no pueden anteponerse a la elevada función social de las obras de la calzada “que benefician a todos y no a unos cuantos”;
b). El gobierno municipal puede enajenar esas áreas porque la reforma al artículo 136 de la Ley Orgánica Municipal (mayo 24 de 2011) fue invalidada como consecuencia de una controversia constitucional que promovieron ante la Suprema Corte de Justicia los señores José Artemio Castillo Reyes, presidente municipal; Victor Edgardo Padilla Garibay, síndico; y, Antonio Ceja Toribio, secretario.
Los alegatos centrales de la controversia giraron en torno a la transgresión (de la mencionada ley) al principio de libertad hacendaria y porque “el poder legislativo de Michoacán se había excedido en sus facultades legislativas al quebrantar el principio de autonomía…” (DOF, 04-06-2013 controversia constitucional 78/2011).
c). Los colonos no cuidan, no dan mantenimientos a las áreas verdes; están prácticamente abandonadas.
Actos ilegítimos
Revisando la experiencia histórica de las políticas urbanas de Zamora y Jacona observamos que sólo en contadas circunstancias los gobiernos han promovido la rehabilitación y uso adecuado de las áreas de donación, en algunos casos ni siquiera han supervisado que los fraccionadores dejen espacios para jardines y/o escuelas pues antes de construir ya han vendido el suelo de uso colectivo. Lo común es que las áreas de donación sean una fuente de ingresos de la administración municipal en turno.
En el caso de “Los Pirules” y fraccionamientos en referencia, calificamos las acciones del cabildo de Jacona como poco transparentes, algo desaseadas, ilegítimas y acordes a una vocación de despojo de las áreas de donación de colonias y fraccionamientos. Más específicamente anotamos lo siguiente:
1). En todos los fraccionamientos, colonias, cotos cerrados, el precio del suelo destinado para calles, áreas de donación estatal y/o municipal, está repartido -más o menos- proporcionalmente en el pago que cada comprador hace por su lote.
Planos, trazo de calles y lotes en terreno, permisos municipales formales e informales (pagos extra legales para “aceitar los trámites”), promoción comercial, superficie de calles y jardines, todo se cubre en el precio de cada lote. No es regalo de nadie.
Sólo para pensar en la falacia del regalo pensemos en cualquier colonia, ejemplo Cosmos donde el área para las casas mide 24,650 metros cuadrados, la vialidad (calles) 14,442.02 y el área de donación 4,128. ¿Quién obsequió esos 18,570 metros donde no se desplanta ninguna casa?
Sin profundizar en los costos de urbanización y basado en este ejemplo imaginario, a precios comerciales de hoy, quién regalaría entre 26 y 33 millones de pesos para que el lote habiente de Cosmos disponga de 14,442 m2 para calles y 1428 m2 como área de donación que hoy es un pequeño jardín?
2). Los cotos residenciales, con los privilegios que representan (privacidad, amplios espacios) no son inventos urbano administrativos de los colonos ahora residentes, son desarrollos urbanos avalados por el gobierno municipal (códigos urbanos, planes municipales). No es admisible que hoy los regidores “les refrieguen en la cara” el ser “unos privilegiados y egoístas” que olvidan el mayor interés social”.
De paso, aclaro mi desacuerdo con este tipo de segregación social (cotos, villas campestres, etc.) que rompe la traza urbana y separa aún más a los grupos de altos ingresos, pero comprendo el esfuerzo de las familias en busca de seguridad para las personas y su patrimonio. A final de cuentas, la promoción de la “siembra de cemento sobre parcelas” y estos esquemas de segregación social han sido influidos por el incumplimiento de la primera función del Estado: garantizar la seguridad para la población.
3). El gobierno ha sido poco transparente: no hizo ninguna comunicación a los colonos. Los vecinos se enteraron por los medios de comunicación y las redes sociales. Además, los residente de “Los Pirules” plantearon una petición por escrito y el gobierno municipal no dio respuesta. En “Los Pirules” la gente cuida una pequeña área arbolada con fresnos en el lote que, si se llegara a vender, el comprador no respetará.
En la sesión de cabildo (5-03-2021) no se presentó el proyecto sino: ¿para qué se requieren los recursos, medidas, información completa de los predios? ¿En qué se invertiría el dinero en la calzada y en Lomas Universidad? Los regidores no se han tomado la molestia de conocer las áreas que quieren vender. Es obvio preguntar: ¿son estos los únicos lotes potencialmente vendibles? ¿Tiene sentido talar estos fresnos para plantar otros en la calzada? ¿El oxígeno que liberan estos árboles en Los Pirules, ¿sólo lo inhalan los habitantes de ese coto?
Cabe cuestionar: las obras de la calzada son como el tubo pluvial del Ensueño en que se gastarán poco más de dos millones de pesos sin resolver el problema de las inundaciones?
4). La apertura, la disposición al diálogo de los regidores, es aparente. Tanto el secretario como el síndico decían: “…Propongan, no sólo critiquen; estamos para escucharlos. Podemos ayudar a gestionar para que el área de donación estatal sea para uso de jardín y también para que ustedes participen en la subasta y compren el terreno” (reunión colonos, Los Pirules, Jacona, marzo 10 de 2021).
Y mientras que restringieron la presencia de los colonos en la sesión de cabildo (5-03-2021), a la reunión de colonos de Los Pirules sí acudieron el síndico, secretario y varios regidores. La expresión: “tenemos apertura para dialogar”, contrasta mucho con el “cierre de puertas” del día 5 de marzo;
5). La función del gobierno municipal y su cabildo es asegurar el uso óptimo de esos espacios (zonas de recarga de agua, lugares de captación de bióxido de carbono, recreación) y promover su equipamiento. Quien está en mejores condiciones para aplicar su capacidad de gestión es el gobierno, no los colonos
6). La experiencia muestra que el gobierno municipal y su cabildo han hecho del patrimonio urbano “una caja chica”. La negativa de todos los gobiernos de transparentar el manejo de las áreas estatales y municipales de donación sugiere manejos poco claros.
La ciudadanía merece saber: ¿cuáles son las áreas de donación, dónde se ubican, cuál es su extensión, cómo se usan, cuál es su estatus legal y, si han sido rematadas, en qué condiciones y cuál ha sido la sucesión patrimonial?
Por lo visto, cada vez más en el ámbito del patrimonio urbano social, nos ocurre un proceso similar al vivido en el campo de la seguridad: no siempre la presencia de la policía transmite confianza sino miedo. La ciudadanía necesita cuidarse de sus protectores.
Zamora, Michoacán, 13 de marzo de 2021
jlseefoo@hotmail.com