Si sufres una agresión mientras manejas, esto es lo que debes hacer para evitar sufrir un daño mayor
Simulemos un caso: circulas por una avenida de la Ciudad de México, de pronto, alguien se acerca a tu vehículo y te asalta, ¿sabes qué hacer?
Sin importar si tienes conocimientos de un arte marcial milenaria tenemos que decirte que desafortunadamente una bala puede ser más rápida que tus habilidades.
Al ser víctima de un asalto en tu automóvil, lo primero es mantener la calma y seguir todas las órdenes que te dé el malechor, esto permitirá que él no caiga presa del pánico y termine por herirte.
Si únicamente ha extraído pertenencias de tu vehículo como tu teléfono celular, reloj, cartera u otros objetos, busca un teléfono público para llamar al número de emergencias (060) o una cámara de vigilancia de la Ciudad de México, donde con sólo presionar un botón serás atendido.
Por nada intentes perseguir a tu agresor, ya que desconoces cuál puede ser su reacción. Evita una tragedia.
Una vez que la policía acuda al lugar del robo explica lo sucedido. Ellos te brindarán el apoyo necesario (y el traslado si lo necesitas) para acudir al Ministerio Público más cercano para levantar la denuncia correspondiente.
El personal de la dependencia sugiere que este paso sea lo más rápido posible, ya que así es más fácil encontrar alguna huella dactilar o algún rastro de los agresores que facilite su identificación.
Si durante el robo, los asaltantes rompieron el vidrio de tu vehículo podrás llamar al seguro para que se haga cargo del incidente y, de paso, podría ayudarte a llevar el caso al Ministerio Público (esto dependerá de la cobertura y las cláusulas de tu póliza)