EL VIRREY y LOS CASOS DE REYNA, PASALAGUA Y MIRELES

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Por Andrés Resillas

Situado en el centro del huracán, llamado Michoacán, el Comisionado para el Desarrollo de la entidad, Alfredo Castillo Cervantes sigue tomando decisiones de toda índole: políticas, económicas y sociales.

De ello dan cuenta sus declaraciones y sus actos.

Con todo el respaldo del presidente Enrique Peña Nieto, el comisionado y conocido popularmente como “El Virrey”, asegura que su trabajo ha resultado fructífero y que en la entidad ya se respiran aires de tranquilidad.

La exhibición de los videos, donde han aparecido prominentes políticos, ha sido el hilo conductor también de las decisiones de Castillo Cervantes a través de su brazo ejecutor, la Procuraduría General de la República.

Incluso ya anunció que habrá más detenciones, como los ocurridos con las personas que se han reunido con el jefe máximo de los Caballeros Templarios.

Pero no en todos los casos se ha actuado judicialmente igual en contra de los involucrados. A unos no sólo no se les mandó llamar, sino se montaron operativos para detenerlos, incluso en la propia Casa de Gobierno donde despacha el gobernador en turno.

También no todos los presentes en los videos han ido a parar al Máximo Penal del Altiplano, donde se recluye a las personas más criminales, sanguinarias y peligrosas para el país; sólo a Jesús Reyna y a José Trinidad Martínez Pasalagua se les confinó en ese lugar.

La dureza desmedida también se aplicó en los casos de Hipólito Mora y de Juan Manuel Mireles, quienes fueron encarcelados inmediatamente que se rebelaron contra las órdenes y las políticas del Virrey. Con sus capturas se logró descabezar a un movimiento de autodefensa ciudadano dispuesto a limpiar de delincuentes la Tierra Caliente y el resto del Estado.

Especial fue el trato que recibió Rodrigo Vallejo Mora, que tardó varios días en presentarse a la PGR a declarar sobre sus encuentros con Servando Gómez Martínez “La Tuta”, sino que también sólo se le acusó de encubrimiento. A él se le seleccionó el Penal de Santiaguito, donde las medidas son menos rigurosas para los prisioneros, y sus familiares pueden verlos con más frecuencia y libertad.

Lo mismo ocurrió con Salma Karum, alcaldesa de Pátzcuaro y de Dalia Santana Pineda de Huetamo, quienes no tuvieron que ser encarceladas fuera del estado, sino que ya residen en el Cereso David Franco Rodríguez.

En el caso de Jesús Reyna García, ex gobernador interino, ex dirigente del PRI, ex secretario general de Gobierno, ex diputado federal, ex diputado local y ex oficial de la Secretaría de Gobernación, las acusaciones en su contra tienen que ver con el delito de delincuencia organizada.

Hasta el momento, la PGR no ha demostrado elementos probatorios de que Reyna García haya extorsionado o incurrido en la distribución de drogas y estupefacientes. Es por ello que no se descarta que el móvil de su captura, más allá de su encuentro con “La Tuta”, sea de carácter político.

Lo mismo sucede con el caso de José Trinidad Martínez Pasalagua. Se le acusa de extorsión y delincuencia organizada mediante pruebas falsas, con testigos comprados, que ya fueron desmentidos por los propios transportistas.

Es por ello que en la presente edición de la Revista Búsqueda abordamos el contexto político en que se desenvuelven estos dos personajes y que junto con Fausto Vallejo Figueroa, eran las más prominentes e influyentes figuras políticas en Michoacán.

La intromisión del comisionado Alfredo Castillo Cervantes en la vida política de Michoacán es evidente y fue clara cuando propuso al ahora secretario de Seguridad Pública como el gobernador interino, pero que al no reunir los requisitos constitucionales, ni siquiera figurar en el contexto político local, se optó por Salvador Jara Guerrero.

Este trabajo contra la delincuencia que argumenta el comisionado Castillo Cervantes también ha tenido resultados políticos, porque se ha inmiscuido en la política, aunque diga lo contrario él y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Un resultado concreto es que el PRI estatal vive uno de sus peores momentos. Donde los dos grupos principales están descabezados y que está emergiendo actores políticos que se ufanan de tener el respaldo del centro, es decir, del PRI nacional y de la Presidencia de la República.

Veámoslo caso por caso…

 

 

 

 

 

 

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