//Redacción/Búsqueda//
Más de una decena de comunidades indígenas han logrado éxito en garantizar la seguridad pública de sus habitantes al haber establecido bajo sus propios usos y costumbres a sus policías comunales o comunitarias.
Un sondeo realizado por Búsqueda, entre periodistas, indígenas y habitantes de varias regiones del Estado arrojó que gracias a que las comunidades indígenas no permitieron la intervención de sectores ajenos a sus poblaciones, lograron contar con cuerpos de vigilancia confiables.
Por lo que ahora no solamente el municipio de Cherán se ubica dentro de las comunidades que lograron desterrar de sus territorios al crimen organizado, la violencia y la inseguridad, sino que otros pueblos los han imitado, gozando ya de paz y tranquilidad.
En la Meseta Purépecha además de Cherán, en la Tenencia de San Francisco Pichátaro la comunidad designó a 14 personas para que sean los responsables de garantizar la seguridad en la zona. Se trata de una pequeña comunidad dedicada a la explotación de la madera y fabricación de muebles.
Los responsables de cuidar y preservar la seguridad fueron electos por la propia población.
De acuerdo con el periodista Ángel Méndez Flores el ejemplo de estas comunidades está presente también en la costa michoacana, entre las comunidades indígenas nahuas y afirma que no se puede hablar de un solo grupo de autodefensa, sino de varios.
“También te comento que así como yo no uso el término «autodefensas de Michoacán» porque no es una sola sino muchas, tampoco digo autodefensas de Aquila por lo mismo.
“Hay autodefensas en la comunidad indígena de San Miguel de Aquila, en La Placita, en Cachán, en Tizupa, en Huahua y en San Pedro Naranjestil y y en formación hay las policías comunales de las comunidades indígenas de Pómaro y Coire, para defenderse de la inseguridad y violencia”.
A estas comunidades se les agrega la de Ostula, también de carácter indígena y que se ubica en el municipio de Aquila.
Debido al éxito obtenido con las policías comunales, el modelo se está replicando entre las comunidades indígenas, siempre bajo la óptica de sus usos y costumbres, como una manera de garantizar la seguridad para todos sus habitantes.