“La hipocresía es el colmo de todas las maldades”… Moliére. (1622 – 1673). Comediógrafo francés.
Finalmente los diputados locales aprobaron la nueva Ley del Notariado, que le quita el “derecho” y/o privilegio al gobernador en turno, de nombrar a cuanto fedatario se le ocurriera, según sus compromisos partidistas o de cualquier otra índole; e incluso, para sentirse magnánimo al regalarle una a algún integrante de su familia, compadres o amigos.
Las reformas que se logran tras más de 12 años de permanecer en las oficinas de diputados de cuanto menos 4 legislaturas, impiden también que se puedan heredar.
El gran y vergonzante PERO, es que los diputados optaron por dejarle abierta la posibilidad a Salvador Jara y a ellos mismos, de negociar la entrega de notarías a la vieja y lamentable usanza que nos tenía en un rezago de unos 40 años con respecto a otra entidades; es decir, sin exámenes de oposición y sí por negociaciones, ocurrencia, compromiso o magnanimidad del Ejecutivo.
En lugar de que dicha Ley entrara en vigor al día siguiente de su publicación, para lo cual el Gobernador del estado tiene 10 días naturales para hacerlo o bien presentar observaciones y remitirla al Legislativo, los flamantes diputados violentaron este habitual procedimiento y le regalaron 20 días más a Jara Guerrero, de tal manera que en lugar de entrar en vigor al día siguiente de su publicación, entrará en vigor luego de 20 días.
Por donde usted lo quiera ver, resulta lamentable. Ahora la pelota está en la cancha de Salvador Jara, ya veremos si logra sustraerse a semejantes mieles y sienta un precedente o como prácticamente todos sus antecesores, regala más notarías.
Vale recordar que estas prebendas y/o concesiones, de manera recurrente se han entregado en los últimos días de cada administración estatal, por ello seguramente los dizque “representantes del pueblo” le dieron todos esos días a Jara Guerrero, para que tome sus decisiones con calma. Ni hablar.
Deuda michoacana…
Durante el informe que dio el pasado lunes el secretario de Finanzas de Michoacán, Miguel López Miranda, señaló que la deuda con la banca privada supera los 17 mil millones de pesos y la de proveedores y terceros institucionales, también denominada de corto plazo, es de 9 mil 536 millones de pesos. Es decir, la suma total de la deuda estatal es de poco más de 26 mil 500 millones.
Claro, ello depende de que no haya más sorpresas en los próximo días o con el arribo del gobierno que encabezará Silvano Aureoles Conejo, a partir del próximo primero de octubre; situación que no se puede descartar, si recordamos que cada administración ha manejado cifras con variables importantes y con mayor énfasis, desde la era Leonel Godoy Rangel.
Por ejemplo, en el mismo informe de López Miranda, destacó que la deuda a corto plazo creció en más de 3 mil millones de pesos, tras el “reconocimiento de adeudos no registrados desde el ejercicio 2011 lo que dio certidumbre jurídica a muy diversos sectores de la sociedad michoacana”.
Afortunadamente en el último año, la administración de Salvador Jara Guerrero logró pagar casi 3 mil 750 millones de pesos a proveedores y terceros institucionales; sin embargo, la mayoría de lo que resta por pagar no tiene todavía fecha programada y será heredada al siguiente Ejecutivo del estado.
Conste, en dicho informe no figuran los más de 4 mil 400 millones de pesos que presentará como déficit al terminar el año, sólo la Secretaría de Educación en el estado y que en algún momento deberán sumarse a deuda, adelantos de participaciones federales o de plano, fomentará los conflictos sociales.
Aún y con los avances alcanzados, si los datos ahora sí son reales, el problema sigue siendo gigantesco. Valga destacar que incluso instancias procuradoras de seguridad y justicia, han tenido que dejar de operar a su máxima capacidad, simplemente porque no hay ni para gasolina.
Así que de ser ciertas estas quejas que evidentemente los elementos y funcionarios estatales no han querido reconocer abiertamente, la gobernabilidad en Michoacán continúa extraordinariamente vulnerable.
Mientras tanto, la Rendición de Cuentas sigue durmiendo el sueño de los justos y con el paso de los días las sospechas y evidencias de enriquecimientos ilícitos en ex funcionarios de las últimas administraciones ponen en predicamento la tolerancia del ciudadano de a pie.
En fin, el reto es enorme para la nueva administración estatal que arribará el primero de octubre y que sólo para terminar el ejercicio fiscal del 2015, deberá remar contra corriente, mientras empresarios preponderantemente locales, tendrán que prender veladoras, ponerle buena vibra, hablar con el Ejecutivo y hasta manifestarse, para lograr que les paguen lo que les adeudan de meses e incluso, años atrás.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias. cmongem@hotmail.com