“Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto”. José María Morelos y Pavón. (1765 – 1815). Siervo de la Nación.
En el marco de todas las complicaciones económicas, de transparencia y rendición de cuentas que atraviesa la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, así como el enorme conflicto por su esquema de Jubilaciones y Pensiones, el Rector Medardo Serna González informó que se mandaron a hacer 700 monedas de plata, conmemorativas a Don José María Morelos y Pavón, a la Casa de Moneda de México.
Evidentemente orgulloso con semejante decisión, precisó que las van a regalar a los integrantes del Consejo Universitario, pero también al Gobernador Silvano Aureoles, a diputados e integrantes del Tribunal de Justicia del estado. Y como seguramente no serán suficientes, dejó ver que si alguien solicita podrán mandar a hacer más.
El colmo, es que ante las circunstancias que padece no solo la Máxima Casa de Estudios, sino prácticamente todo el estado, Serna González ni siquiera sabe cuánto costó mandar elaborar este “regalito” con el que según él, van a conmemorar al Siervo de la Nación.
Por el contrario, Don José María Morelos y Pavón, debió torcerse de berrinche, donde se encuentre, como seguramente lo hace a menudo, ante la inequidad en la que vive la mayoría de la población y la ausencia de sensibilidad de la clase gobernante para tomar decisiones.
Un héroe nacional de semejante tamaño, más allá de ver su rostro troquelado en una moneda de plata, desearía que por lo menos su décimo segundo Sentimiento de la Nación se aplicara de manera íntegra y cotidiana entre todos los mexicanos.
Una moneda conmemorativa de una onza de plata por el natalicio y muerte de MORELOS, parece más un fetiche para una clase política que se siente merecedora de muchas cosas, pero incapaz de ver sus errores, corregirlos y hacer lo correcto.
Si realmente quieren rendir homenaje al Siervo de la Nación, hay mucho más por hacer y no sólo un discurso o una moneda que regalarán en un acto que asemeja más a la lisonja entre autoridades nicolaitas y de los poderes estatales, que un acto de tributo al prócer.
No sé usted mi estimado lector, pero preocupa la superficialidad de quienes toman las decisiones.
Alerta…
La vista del Papa Francisco a Morelia ha despertado una gran expectativa no sólo entre los feligreses católicos, sino en prácticamente toda la población, por ello el propio Cardenal y Arzobispo de Morelia,
Alberto Suárez Inda, ya destacó que no habrá suficientes espacios para todos los michoacanos que desean asistir a alguna de las 3 actividades que encabezará su Santidad en la ciudad de las canteras rosas.
De igual manera ha enfatizado que la visita del Papa a Morelia, es en estricto sentido pastoral y no con tintes políticos.
Así que el Cardenal Suárez Inda y todo su equipo de trabajo tienen la difícil tarea de diseñar un esquema transparente y equitativo para dar oportunidad de estar cerca del Papa Francisco, a los feligreses constantes, a quienes lo necesitan y no a los de ocasión, a los que únicamente procurarán la foto para presumir que estuvieron en primera fila en lo que será sin duda, el evento más importante de la Iglesia Católica de Michoacán.
Sería una verdadera lástima que la Arquidiócesis de Morelia se doblegara a la clase política y empresarial otorgándoles espacios privilegiados, con el costo de dejar fuera de semejante presencia, la del representante de Dios en la tierra, a quienes dedican buena parte de su tiempo a la fe y a un apostolado, y que coincidentemente suelen ser los que registran las mayores carencias económicas y de influencias.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias. cmongem@hotmail.com