COLUMNA BÚSQUEDA: LA FUERZA RURAL O LOS TEMPLARIOS DISFRAZADOS Por Andrés Resillas

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La estrategia de seguridad que ejecutó el Gobierno Federal en Michoacán como si fuera un laboratorio, ahora se está convirtiendo en una verdadera pesadilla, pues aplicaron el lema de que el fin justifica los medios y eso está costando más sangre y tragedia en la entidad.

Los asesinatos entre los propios policías rurales, cuyo origen fueron las autodefensas de Tierra Caliente, son el resultado de la falta de una política congruente y honesta por parte del Gobierno de la República, representando en ese entonces por el comisionado Alfredo Castillo Cervantes.

El permitir que los elementos arrepentidos o “perdonados” se incorporaran a la fuerza rural fue la puerta que abrió la entrada a los templarios y otros delincuentes.

Estamos hablando de más de dos mil elementos surgidos de las autodefensas, los cuales en una primera instancia fueron utilizados para enfrentarse y desmantelar la estructura templaria. Los echaron por delante en la batalla, para que se mataran unos con otros, mientras policías y militares observaron impasibles.

Pero después, los ciudadanos denunciaron que había muchos policías de la fuerza rural que eran conocidos templarios y que antes se encargaban del cobro de piso y de la extorsión permanente.

Es un secreto a voces entre la población de muchos municipios que la Fuerza Rural no sólo se contaminó, sino que se corrompió al perder su sentido ciudadano; de lo que se trataba era tener una policía surgida de la propia población, que todos se conocieran y de esa forma cohesionarse para enfrentar a la delincuencia.

Hipólito Mora ha sido un constante rebelde y defiende el sentido ciudadano con el que nacieron las autodefensas y eso no se lo perdonó la Federación, pues en esta guerra perdió un hijo y le costó la cárcel temporalmente.

“Cuando llegó el comisionado Alfredo Castillo le di el beneficio de la duda y le dije, voy a conocer los planes que traes para Michoacán, si son buenos estoy contigo y si son malos, te miento la madre y así lo hice”, relata un Hipólito Mora serio.

Alfredo Castillo en su momento dio las cifras de las autodefensas: que en total se habían apuntado más de cuatro mil 200 aspirantes a ingresar en la Fuerza Rural, de los cuales sólo dos mil cumplieron con los requisitos.

El resto, tuvo que ser canalizado al programa de empleo temporal y a centros de rehabilitación pues registraban adicciones a estupefacientes.

Lo cierto es que cuando comenzaron a aplicar los exámenes de control y confianza así como la certificación, todos los malandrines se sintieron amenazados y se rebelaron abiertamente, por lo que fueron no sólo desconocidos, sino detenidos por diversos delitos.

Hay preguntas demasiado obvias, pero que denotan la gravedad de la situación: ¿Dónde están los grupos de Simón El Americano, de Nicolás Sierra Santana y de sus hermanos? ¿Quiénes son los responsables de los ataques armados en Antúnez, Churumuco, La Huacana, Las Cañas, Morelia, Uruapan, Tancítaro, Zamora, La Piedad y Apatzingán?

A buena conclusión llegamos en Aguascalientes durante el curso de Autoprotección de Periodistas: En Michoacán ya no hay crimen organizado, ahora es el crimen desorganizado, pues las bandas de delincuentes se han multiplicado y cada una de ellas no sólo anda por su lado, sino  están haciendo su guerra de baja intensidad y de muchos muertos.

 

 

Un comentario sobre «COLUMNA BÚSQUEDA: LA FUERZA RURAL O LOS TEMPLARIOS DISFRAZADOS Por Andrés Resillas»

  1. algunas comunidades están peor que antes, pues son asediadas por más de un grupo de delincuentes «desorganizados», mismos que fueron reciclados por el comisionado Castillo, con el apoyo de mandos federales, Martín Godoy en la pjge, el títere Jara y las docenas de secuaces matarifes traídos de Edomex. Será interesante ver como resuelve el próximo gobierno estatal este sangriento entuerto. Hay mucho de fondo en ese asunto, son muchas carretadas de dólares relacionadas con diferentes negocios como las minas, la producción agrícola, la trata de personas, y por supuesto la producción de drogas sintéticas a gran escala que se está llevando a cabo en la tierra caliente de Michoacán, entre otros negocios ilícitos.Efectivamente en Aguascalientes se escucharon verdades interesantes.

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