A partir del bagazo del agave tequilero y mezcalero -que regularmente es de desecho- investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo descubrieron un bioetanol utilizable para combustible alternativo a la gasolina en vehículos automotores. En la propuesta nicolaita para reducir la contaminación participan el Instituto Tecnológico de Celaya y la Universidad de Guanajuato.
El proyecto inició hace tres años luego de ganar un concurso del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en la búsqueda de incentivar la investigación en tecnología para fabricar combustibles no contaminantes.
El investigador de Ingeniería Química de la Casa de Hidalgo, Agustín Jaime Castro Montoya estableció que la planta piloto implica el inicio de una tecnología nueva para la producción de etanol a partir del aprovechamiento integral del jugo y biomasa sólida del agave tequilero para transformarlo en bioetanol.
“Esta planta, ha sido capaz de producir el biocombustible que durante su presentación fue probado en un automóvil con éxito y sin daño alguno para el vehículo.
“La trascendencia de este descubrimiento, dijo Castro Montoya, estriba en la posibilidad de utilizar esta materia orgánica producida como un desecho de la fabricación de tequila y mezcal, para la producción de un sustituto de la gasolina, no contaminante, cuya producción beneficiaría al sector rural dedicado al cultivo del agave, dando un valor agregado a la planta, lo cual mejoraría la situación económica de este sector.
“Además, de interesarse el sector empresarial en su producción masiva, podría comercializarse a un precio que oscila en los 10 pesos por litro y contribuiría enormemente a mitigar los efectos del cambio climático, lo cual es un rubro prioritario para el gobierno mexicano.
“Aún quedan algunos puntos por resolver antes de iniciar una producción a nivel industrial, como lo es el uso de la enzima reactiva para su fabricación, que hoy se importa, lo cual encarece el costo final” señaló el nicolaita.