POR ANDRÉS RESILLAS//
El Cabildo de Morelia está caliente.
Cada sesión se vuelve una arena de lucha, donde el resultado es una verdadera incógnita, pues aún con todo y mayorías, los contras y los opositores de partido no se dejan.
La última sesión tenía sus puntos centrales, que fueron dejados para las sesiones extraordinarias como únicos.
Pero en la ordinaria, los agarrones, dimes y diretes no faltaron.
Parece que la niña bonita y simpática del Cabildo es Alma Bahena; ahora se llevó felicitaciones de sus compañeros. Deveras que a veces esas felicitaciones son tan grotestas que caen en lo insoportable.
“Yo sí quiero felicitar a mi compañera Alma, porque ha trabajado incansablemente; es una persona que se ha preocupado por la equidad de género, por las mujeres, por los derechos humanos bla, bla, bla, bla…” y otros interminables bla.
Luego, los rastros de la corrupción se niegan a desaparecer del Ayuntamiento. Se anuncia la desaparición del Instituto de la Vivienda y el panista Benjamín Farfán pone el dedo en la llaga y casi le dice al Contralor José Benadad Orozco que es un incompetente. Ya son dos años transcurridos y no puede sancionar los actos corruptos de los funcionarios de la anterior administración.
Claudia Lázaro hizo como que no escuchaba, pero le zumbaban los oídos. Ya se acostumbró a los señalamientos contra la administración de su hermano Wilfrido.
Los que le pusieron sabor a la sesión fueron Salvador Arvizu y el alcalde Alfonso Martínez. Fue cuando se propuso autorizar la construcción del Fraccionamiento Jardines de la Aldea.
El Regidor Arvizu ya llevaba la protesta preparada. En el salón de Cabildo llegaron vecinos de la Aldea con pancartas en contra de la autorización.
Se aventó un buen rollo. Dijo que los candidatos van a pedirles el voto a los pobres, quienes con tal de buscar un bienestar social votan por ellos, pero luego son traicionados. “Les prometen pesos y les salen con centavos”.
Le reprochó al alcalde que mientras en el Centro Histórico se invierten millones, en la Aldea no hay vialidades y las constructoras hacen lo que quieren.
Salvador Arvizu se aventó como 10 minutos de rollo, defendiendo a sus vecinos. Alfonso Martínez sólo le dio dos cifras para tumbarle sus argumentos: mientras que a la zona de la Aldea se le han destinado más de 50 millones de pesos en obras, la inversión en el Centro Histórico será de 20 millones.
Iniciaron las sesiones extraordinarias y los ahora contras (Fernando Herrejón, Kathia Ortiz y Jorge Luis Tinoco) volvieron al ataque. Pero Fernando parece que ya está madurando políticamente, pues votó a favor de la ampliación presupuestaria, dijo que sí revisó minuciosamente la propuesta y que era viable.
Jorge Luis Tinoco voto en contra porque “no se habían despejado dudas en el gasto en el rubro de mantenimiento” y KathíaOrtiz sigue con su venganza y de plano voto en contra por sus vísceras.
Pero el que se llevó la tarde, como lo hace cada tres meses, es el tesorero Alberto Guzmán, quien presentó la cuenta pública del tercer trimestre de este año.
Y fue su homólogo, Fernando Herrejón quien lo felicitó por la transparencia y disciplina financiera que lleva en la Tesorería Municipal. Explicó que toda la información, por más detallada que fuera, siempre estaba disponible en la Tesorería.
Para sorpresa de todos, el regidor de MORENA Osvaldo Ruiz secundó las felicitaciones a Alberto Guzmán, resaltando su eficiencia y profesionalismo.
El propio tesorero Alberto Guzmán, como ya es su costumbre, se sentó en la primera fila del público para escuchar las deliberaciones de su cuenta pública y como diciendo “aquí estoy para lo que se ofrezca!”
El alcalde Alfonso Martínez no cabía del gusto y lo demostraba con una leve sonrisa mirando complaciente a su colaborador.
El regidor priísta Germán Ireta Lino puso fin a los alagos para el tesorero.
“La Tesorería es la única dependencia municipal que cuenta con el certificado ISO 9000 y eso habla de su eficiencia”.