POR ANDRÉS RESILLAS//
AUDITORIAS SIN CASTIGO
Fue en el año 2011 cuando la Auditoría Superior de la Federación anunció una serie de auditorías a la obra que se estaba realizando en el Teatro Matamoros. En ese entonces se estimaba que la inversión aplicada al inmueble era de 138 millones de pesos.
De acuerdo con el dictamen, se detectaron diversas irregularidades, como incumplimiento de las empresas en la entrega de los trabajos, así como la falta de comprobación de recursos por parte del Fideicomiso.
Pese a las irregularidades detectadas, hasta el momento no se han fincado responsabilidades a los titulares del Fideicomiso.
A los constructores locales nos marginaron: CMIC
Francisco Javier Luis Gallo Palmer, ex presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, narra su experiencia respecto a la obra del Teatro Mariano Matamoros, donde denuncia que a los constructores locales los dejaron fuera de la obra, que se violó la ley y que no existe congruencia entre el dinero erogado y el avance de la edificación.
“Le puedo contar muy poco del asunto de la construcción del Teatro Matamoros porque sencillamente tuvimos muy poca injerencia.
“En el 2009 yo era el representante de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción ante el Comité de Adquisiciones del Ayuntamiento de Morelia y fue en ese entonces cuando se puso sobre la mesa la iniciativa.
“Quiero comentarle que la construcción la comenzó el Ayuntamiento de Morelia, por lo que tuvo que pasar por el Comité. Algunos de sus integrantes exigimos que se presentara el Proyecto Ejecutivo y que se licitara la obra.
“Sin embargo, eso no ocurrió y se argumentó que la iniciativa privada participaría con recursos, por lo que se optó por la creación de un Fideicomiso. Estuvieron de acuerdo los integrantes del Cabildo y otros funcionarios.
“En ese entonces se aprobó una primer partida por 100 millones de pesos y pese a no existir un Proyecto Ejecutivo, se aprobó.
“La primera idea que se tuvo de la construcción era que se trataba de una teatro y al mismo tiempo de un salón de usos múltiples, ello por la ubicación y las características del espacio.
“Pero después llegaron los artistas encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas Batel y se le dio la dirección de la obra de reconstrucción.
“Fue hasta junio del 2009 cuando el gobernador, el director Cuauhtémoc Cárdenas Batel, el Comité Técnico del Fideicomiso y yo hicimos una visita a la obra y me quedé asombrado. Solamente alcancé a pensar en voz alta: Estos ya nos timaron”.
“Y lo digo porque como constructor, conozco de costos de obras, grandes y pequeñas y la verdad el avance que registra la obra no corresponde a toda la cantidad de dinero que se ha destinado. No se ve reflejado.
“Nosotros los constructores locales estamos haciendo obras mucho más grandes y no requerimos de tanto dinero como el que se ha entregado para el Teatro Matamoros.
“También nos enteramos que vinieron a Morelia una serie de consultores o asesores extranjeros, especialistas en no sé qué tantas cosas y hasta artistas. Eso debió de costar mucho dinero.
“Yo no digo que alguien de manera personal desvió el dinero, lo que digo es que se gastaron muchos millones de pesos en viáticos, en representaciones y en la administración de la obra.
“Lo que nosotros decimos es que cada quien haga lo que sepa hacer. Es decir, zapatero a tus zapatos. Los políticos no se pueden poner a construir, para eso estamos nosotros. Los políticos pueden ser facilitadores, gestores, pero nada más.
“Se deben de atender las demandas y reclamos de la ciudadanía y no salir con ocurrencias; esto se parece mucho a obras como la Estela de Luz en el Distrito Federal, que son más de relumbrón, suntuosas y que no corresponde a lo que los michoacanos necesitamos.