José Manuel de Pablos Coello llegó a Córdoba para participar del XVII Congreso de la Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo de Argentina y recibió el título Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba.
De niño quería ser periodista y ver sus textos difundidos en el diario a disposición de todo el mundo. “En 1968, año de tantas revoluciones como México, París, Washington, emprendí la pequeña revolución de empezar a estudiar periodismo. Casi a escondidas, porque mi madre no lo consideraba importante. Suficientemente importante”, inició su anécdota.
37 años después de “aquella pequeña revolución personal” brindó algunas consideraciones acerca del periodismo. “Igual que noticia es lo que alguien no quiere que se sepa, investigar es desvelar lo que ciertas fuerzas y estructuras impiden ver. Es luchar contra esas fuerzas y estructuras. Muchas veces, políticas, religiosas, financieras…”
En este sentido añadió que “el corpus de los medios convencionales o corporativos se ha transformado en el brazo mediático del capitalismo de su entorno más cercano y sabe muy bien elegir a los enemigos que hacen peligrar su status”.
Fiel a su profesión, De Pablos ve en el periodismo dos elementos revolucionarios: la formación y la vocación. “La vocación, que nadie puede enseñar, que aparece en un momento determinado de la biografía de cada cual. Esa ha sido mi pequeña revolución. Y estoy seguro de que todos ustedes tienen una revolución personal.”
A favor de la Facultad de Comunicación
Docente en la Universidad de La Laguna, se formó como doctor en la Universidad Complutense de Madrid. Reconoce que el universo académico ha crecido con el paso del tiempo: “si al principio en la primera facultad había una mayoría que arribaba de distintas áreas de conocimiento, poco a poco se ha erigido una nueva mayoría con el supremo título de doctorado en Ciencias de la Comunicación”.
Comentó que en su país natal, los programas públicos de doctorado eran sumamente baratos comparado con los de América Latina, “a veces meros negocietes de profesores españoles en vacaciones pagadas”. Añadió que en las universidades de América Latina hay una vasta experiencia docente y de investigación con personas que, de ser españolas, hubieran sido doctores hacía 15 o 20 años.
“Los egresados de una universidad donde se estudia e investiga la comunicación van a ser capaces de hacer la mejor comunicación, el mejor periodismo, la mejor comunicación audiovisual o institucional. La experiencia de sus prácticas externas en empresas así lo deja patente”.
La ceremonia
En presencia de las máximas autoridades de la UNC y de la Escuela de Ciencias de la Información el periodista y catedrático recibió un reconocimiento a su trayectoria. Paulina Emanuelli, docente y ex directora de la ECI, fue la encargada de presentarlo. Destacó su labor como periodista y eligió una de sus frases: “la palabra es la primera tecnología que debe conocer un periodista”.
De Pablos, autor de múltiples artículos, libros e investigaciones, es “también un facilitador y gestor de espacios de circulación de la comunicación”, dijo Emanuelli. Recordó que gracias a un convenio entre la Universidad de La Laguna (España) y la UNC fue posible que docentes de la ECI se formaran como doctores en Comunicación, y a la vez, años más tarde, se pudo gestar esta carrera de posgrado en Córdoba. Por último, lo definió como “hacedor de oportunidades y de sueños”.
Tomado de http://www.redcom2015.eci.unc.edu.ar/2015/08/25/siempre-hace-falta-una-revolucion/