Adán García/Grupo Reforma//
Tepalcatepec, Michoacán.- En la región de Tierra Caliente, las cruces en caminos y poblados dan cuenta de la guerra que libran los cárteles por el control de territorios en Michoacán.
Junto al rancho Los Palmares, en La Ruana, el paisaje se asemeja al de un cementerio.
En ese punto, una batalla entre presuntos gatilleros ligados al Cártel Jalisco Nueva Generación y ex autodefensas dejó como saldo 11 muertos el 16 de diciembre de 2014, entre ellos un hijo del fundador del movimiento civil armado, Hipólito Mora.
Además de Manolo Mora Moreno, ahí también murieron abatidos a tiros Jesús Bustos Rivera, Jacinto Cisneros Molina y otros civiles que se habían levantado en armas contra el crimen organizado.
En esa refriega se realizaron al menos mil 536 disparos, a juzgar por el número de casquillos percutidos que peritos recolectaron en el área.
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De esos, mil 218 fueron de calibre .223, especiales para fusiles AR-15, 91 de calibre 7.62, de rifles de asalto AK-47, y los restantes de calibres diversos.
En el expediente se acreditó también el uso de granadas de fragmentación. Cuatro cascajos de este tipo de arma, calibre .40, quedaron esparcidos en el perímetro.
A más de tres años del levantamiento armado, Mora advierte que la violencia y el narcotráfico no se han ido de la región.
Afirmó que, mientras en 2013 la población se armó para combatir al cártel de Los Caballeros Templarios, hoy son tres o cuatro grupos criminales los que pelean por el control del territorio.
«Los infiltrados son los responsables. Se infiltraron en las autodefensas, que en un momento el mismo Gobierno apoyó. Aunque ya tenían conocimiento de quiénes eran esas personas, no las detuvieron; las dejaron avanzar y hoy estamos viendo las consecuencias», declaró.
Autoridades han registrado en la región la aparición de grupos criminales denominados Los Viagras, La Nueva Familia, Amigos de Carlos Rosales, células de ex templarios y el cártel jalisciense.
Mora dijo desconocer qué cártel domina hoy en estos municipios.
«Ya no sabemos ni quiénes son unos ni quiénes son otros, pero todos los grupos están peleándose las plazas. Cual más quiere llegar al lugar en que estaba «El Chayo» (Nazario Moreno, fundador de Los Templarios).
«Cuando nos levantamos en armas era un pleito solamente contra Los Caballeros Templarios. Ahorita ya está muy difícil porque son muchos los cárteles que están luchando por tomar Michoacán, mínimo tres o cuatro», sostuvo.
En Tepalcatepec, la otra localidad que se levantó en armas junto a La Ruana, también padecen el asedio de grupos criminales, gestados en el movimiento de autodefensas.
A estos grupos, fuentes gubernamentales atribuyen la revuelta de pobladores ocurrida el pasado 10 de septiembre, previo a una visita del Gobernador Silvano Aureoles.
Ese día, decenas de civiles cercaron la unidad deportiva donde aterrizaría el helicóptero que transportaba al perredista, encararon a mandos militares y lanzaron piedras al convoy que transportaba a los escoltas del Gobernador.
La rebelión obligó la cancelación del evento, donde Aureoles instalaría el Comité Ciudadano de Tepalcatepec, uno de los eslabones en la estrategia para recuperar el control de territorios.
Para Aureoles, la inseguridad que padece Michoacán es herencia del contubernio o complacencia de administraciones pasadas con los criminales.
«Los delincuentes encontraron refugio y se han fortalecido porque contaron con el contubernio y con la complacencia de autoridades gubernamentales. No solamente no cumplieron con esa tarea, sino que acabaron aliados con los delincuentes», acusó.
El Mandatario no precisó a que administraciones se refería, pues le antecedieron el priista Fausto Vallejo (2012-2015), y los perredistas Leonel Godoy (2008-2012) y Lázaro Cárdenas Batel (2002-2008).
En Tepalcatepec, como en otros 35 municipios conquistados por las autodefensas entre los años 2013 y 2014, ya no hay barricadas vigiladas por civiles armados.
La seguridad hoy está a cargo de la Policía Michoacán, conformada aquí por ex elementos de la Fuerza Rural, apoyados con rondines del Ejército en caminos y brechas.
En sus filas también prevalecen ex autodefensas afines a Juan José Farías, «El Abuelo», quien ha sido acusado de operar en la región para el Cártel Jalisco Nueva Generación.
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En Tepalcatepec el personal de salud escasea.
Tras la detención del médico José Manuel Mireles, fundador de las autodefensas hoy preso en el penal de Hermosillo, Sonora, los pacientes sufren por recibir atención.
«Apoyó mucho al centro de salud con gestorías y también llegó a ayudar a niños del Hospital Infantil, tramitando apoyos en Estados Unidos», recuerda Antonio Mendoza, director del Centro de Salud de Tepalcatepec.
«Jamás nos intentó involucrar en su movimiento. Él aquí llegaba y atendía en el área de consultas y las demás actividades relacionadas las hacía por fuera», dice.
La salida del doctor Mireles no fue la única deserción. Otros tres médicos se fueron o cambiaron su adscripción y no han hallado sustitutos.
La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo también dejo de enviar en los últimos dos años pasantes y enfermeras que apoyaban en la atención médica.
De cuatro médicos pasantes y dos odontólogos que llegaban cada año, esta vez solamente enviaron uno, insuficientes para hacer frente a otros enemigos: los padecimientos gastrointestinales por las altas temperaturas, los virus de dengue, zika y chikunguya, y los piquetes de alacrán.
– ¿Les hace falta el doctor Mireles?
– «Cualquier médico aquí hace falta», respondió Mendoza.