OPINIÓN: EL DESPERTAR INTERIOR, UNA POSIBILIDAD EN LA EDUCACIÓN. Por Mtro. Víctor Manuel de la Sancha Pérez

espiritualidad

 

En la actualidad se habla mucho en relación a cambiar y transformar el mundo en el que vivimos, muchas conferencias e investigaciones han hablado respecto a lo que se debe transformar, a cómo debemos respetar la naturaleza y a respetar las diferencias entre los seres humanos.

Diferentes organismos han declarado que la educación es una herramienta indispensable para provocar dicha transformación, para ello se ha implementado una serie de acciones donde, desde los modelos educativos den cuenta de contenidos que aborden situaciones y acciones que permitan establecer una relación directa entre los procesos educativos con los requerimientos sociales y laborales actuales.

La mayoría de las veces, las currículas van orientadas a establecer un vínculo entre los contenidos educativos y las tareas laborales, sin tomar en cuenta aspectos tan importantes que integran la personalidad del ser humano, como sus sentimientos, sus emociones, su espiritualidad.

Desde nuestra óptica, es necesario transformar primeramente al individuo desde su interior, crear conciencia en el ser humano desde edades muy tempranas, es ineludible darse cuenta de lo que nos rodea, de la realidad que se está viviendo, a ello le llamamos despertar, si, una acción de ver la realidad, aquellos individuos que están dormidos, aquellos que no se cuestionan el status quo, que no se plantean nada en sus vidas más que dentro de la rutina diaria, no realizan ningún tipo de activismo porque todo está más o menos bien, o creen que no pueden hacer nada. En el momento en el que el individuo empieza a cuestionar lo que le rodea, es cuando emprende el camino del despertar de conciencia.

En mi opinión, despertar está íntimamente ligado al recordar, recordar quiénes somos, qué hacemos aquí, y desde ahí, entender qué está ocurriendo a nuestro alrededor. A medida que recordamos y reconocemos lo que es auténtico de lo que no lo es y por este motivo, nos damos cuenta que el sistema de vida en el que estamos viviendo, no es lo que podría ser.

Generalmente pensamos que vivimos una buena vida, que nuestro sistema político económico es muy bueno, pasamos la vida persiguiendo el dinero, trabajar y trabajar para obtener más bienes materiales, vivimos en un estado somnoliento, sin darnos cuenta de la realidad, vivimos vidas que no marcan ninguna diferencia, aceptando los recortes de la libertad según esto por la seguridad global, debemos plantearnos quienes somos realmente, que hacemos aquí, para que nacimos.

El que despierta suele reconocer una gran verdad en esta frase de Krishnamurti: “no es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma“. Es necesario cuestionarnos constantemente de las verdades aceptadas por la mayoría, poner en tela de juicio, investigar por cuenta propia, atreverse a conocer caminos desconocidos, buscar alternativas, esto permitirá reconocer la realidad. El despertar permite conocerse a sí mismo, reconocer quienes somos, y hacia dónde queremos ir.

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