Cada vez que el gobernador, Silvano Aureoles Conejo, anuncia un nuevo modelo de seguridad para el estado de Michoacán (mando unificado; mando único; estrategia de seguridad con blindaje), hace una declaración fuerte (no permitiremos; Zamora no está sola) o inaugura un nuevo cuartel policial (López Obrador, enero 2021), debemos preocuparnos porque las cifras de la violencia pueden incrementarse, no bajar.
En los primeros días de enero, AMLO -acompañado de Silvano- inauguró el cuartel de la Guardia Nacional. En aquellos días, los jefes de los tres niveles de gobierno, platicaron acerca de los avances logrados en la coordinación de seguridad
En realidad el mencionado cuartel medio funciona desde hace meses en el oriente de Zamora, pero a la fecha seguimos viendo la ropa de los guardias tendida en mecates y colgada de los árboles del CEDECO (Valladolid-Palma) allá en Valencia. Probablemente los efectivos de la GN sigan durmiendo sobre colchonetas (huele espuma) sobre el rígido y frío piso de cemento; ya no los vemos porque pusieron unas “cortinas” de cartón recliclable.
Zamora-Jacona en enero finalizó con 43-44 decesos y 21-22 heridos mientras que febrero está cerrando con 82 víctimas: 53 homicidios dolosos; 24 heridos (tentativas de homicidio) y 5 ilesos. Estas cifras no incluyen dos casos de información incompleta (doctora, 22 años, Jardines del Jericó, 14-02-2021; masculino, río Duero, cerca del Puente de Tubos).
En otras circunstancias, la presencia del primer mandatario estatal y/o nacional y el equipo de seguridad que les rodea podrían inhibir la acción de los grupos delincuenciales, pero (parece que) se estimulan y su presencia acrecienta la inseguridad.
Un cuartel para la Policía Michoacán
Hace un par de semanas conocimos de otra obra: un cuartel de la Policía Michoacán para Zamora y su región con capacidad para 250 elementos, dormitorios, instalaciones para entrenamiento de manera que el “estado mantenga un despliegue permanente de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que les permita hacer frente a los fenómenos delictivos y a los principales problemas de inseguridad” (La Voz, 23-02-2021).
Sin duda, Seguridad Pública requiere de instalaciones para la capacitación, descanso y concentración en los puntos nodales que se han identificado a fin de actuar con mayor prontitud y eficacia.
Pronto habrá tres o más cuarteles: el primero y de mayor antigüedad, del ejército; luego, de la guardia nacional; y próximamente, de la policía Michoacán. Además, las instalaciones localizadas por Juárez al oriente, frente a la Terminal de Autobuses de Zamora.
¿Con más cuarteles bajarán los índices de violencia? Los 43-44 homicidios de enero y 53 de febrero -recién estrenado el campo de la Guardia Nacional- no sugiere que mejore la seguridad de las personas y su patrimonio.
¿Es posible invertir un poco en trabajadores (as) sociales, enfermeras (os), psicólogos, policías de barrios, vigilantes (veladores) para conocer y encauzar algunas gestiones en las colonias?
¿Sobrarán algunos pesos para colocar -rehabilitar las redes de alumbrado en las colonias?
No hay indicios de cambio
Construir más cuarteles contribuirá a la seguridad si, al mismo tiempo, se invierten algunos pesos en entender más directamente las motivaciones de la violencia así como en asegurar que los delitos no queden sin castigo.
Hoy, a simple vista parece que los cuerpos de seguridad hacen su trabajo y los delincuentes el suyo, como órbitas paralelas.