POR ANDRÉS RESILLAS//
A Juan Manuel no le importan las barreras.
Está consciente de que es la oportunidad de su vida. Visores de la Liga Española lo estarán observando para comprobar si tiene la calidad y el potencial suficientes para iniciarse en el futbol profesional.
Pero Juan Manuel y su familia tienen una historia trágica. Desde hace cuatro años salieron de Zicuirán, municipio de La Huacana, luego de que su padre desapareciera y no lo han podido localizar.
Zicuirán, Uruapan y finalmente Morelia. Allá, en la marginal colonia Presa de los Reyes se fueron a radicar. Por ser uno de los hijos mayores, Juan Manuel tuvo que trabajar. Se dedicó a vender frutas y verduras en el mercado de la colonia.
Tiene 16 años y una seguridad en sí mismo que sorprende. Esa voluntad ya la demostró al acreditar a través del Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA) los estudios de primaria y secundaria.
Al mismo tiempo participó en un programa que Sedesol impulsa junto con el INEA para estudiar y jugar futbol. En las dos actividades sobresalió y lo seleccionaron a nivel nacional para probarse en España.
Pero todo fue difícil y cuesta arriba. Por ser menor de edad Juan Manuel no podía salir del país sin la autorización de sus padres, pero con la desaparición de su papá todo se complicó.
La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas se enteró del caso y junto con Sedesol y el INEA emprendieron la tarea de conseguir que el Poder Judicial autorizara la expedición de su pasaporte. También la Secretaría de Relaciones Exteriores y el gobierno michoacano participaron. Todos entendieron que el fondo de este asunto es que no se desperdicie el talento y el futuro de un joven michoacano.
Juan Manuel se dice seguidor de los Pumas de la UNAM y su jugador mexicano favorito es el Chicharito Hernández. Juega en la posición de delantero y quiere portar en su camiseta el emblemático número 10, que significa ser la punta de lanza del equipo.
“Yo sé que puedo sobresalir, creo en mí mismo y en mis capacidades. Trataré de esforzarme para ver si puedo jugar futbol profesional; me siento seguro”, afirma un Juan Manuel serio y de pocas palabras.
La madre de Juan Manuel dio las gracias a las dependencias que lograron que su hijo pueda viajar a España a buscar su futuro.
Los funcionarios por su parte reconocieron que el Estado tiene que ser capaz de terminar con la marginación y pobreza de muchos mexicanos. Pues ello implica que muchos jóvenes no conozcan el estudio y desperdicien su talento. Juan Manuel estaba destinado a ello.
Hay muchos Juan Manueles en Michoacán y el país que no pueden desarrollarse por la falta de recursos, por la pobreza, por la desigualdad que lacera a la mayoría de los mexicanos.
Suerte para Juan Manuel, orgullo michoacano.