COLUMNA BÚSQUEDA ¿JAIME DARÍO OSEGUERA, POR QUÉ LE ACEPTASTE LA NOTARÍA A SALVADOR JARA GUERRERO? Por Andrés Resillas

jaime-dario

De la mano con su señora esposa, Jaime Darío Oseguera Méndez cruzó la avenida Madero, frente a los portales y a través de la Plaza de Armas se dirigía hacia la calle Allende.

De traje elegante, el político príista caminaba con una sonrisa nerviosa.

Lo saludamos un grupo de periodistas y de inmediato nos dio la noticia: el señor gobernador Salvador Jara Guerrero tuvo a bien designarlo notario público en el populoso y sobrepoblado municipio de Tarímbaro.

Lo felicitamos por el premio, digo, por la notaría y le pregunté si eso significaba su retiro de la política michoacana.

Con una amplia sonrisa dijo que no, que lo analizaría, pero que no había tomado decisión al respecto.

El problema es que este joven político priísta no se ha dado cuenta de que ya está fuera de la jugada.

Que, efectivamente, le habían asegurado su sustento económico y un futuro tranquilo sin sobresaltos y sin el frenético ritmo de la política, pero que a cambio estaba renunciando de facto a toda aspiración política dentro del PRI.

Es más, lo mandaron a Tarímbaro porque ni siquiera lo quieren en Morelia, donde tiene un importante capital político y su trayectoria y preparación avalan los puestos que ha desempeñado. Pero no se dio cuenta que ya estaba jugando en las ligas mayores de la política y que entre más alto vueles, peor será la caída.

Jaime Darío Oseguera quedó como comparsa de Salvador Jara Guerrero y juntos permitieron que la Federación impusiera un gobierno paralelo con el comisionado Alfredo Castillo Cervantes. Ambos se plegaron fielmente a los designios provenientes del Distrito Federal y del señor Virrey.

Los dos lograron que casi 40 diputados fueran trasladados –amontonados- en helicópteros de la PGR a la ciudad de México para que les lavaran el cerebro de que Jara Guerrero era la mejor opción para Michoacán.

Dirigente estatal del PRI, varias veces diputado, candidato a la alcadía de Morelia y en el caos de la salida de Fausto Vallejo Figueroa hizo alianza con Chon Orihuela a través de familiares ex diputados. Incluso tuvo la osadía de postularse como candidato a ocupar la gubernatura interina.

También se metió en las discusiones para elegir al candidato a gobernador, pero ni siquiera lo tomaron en cuenta. Para ese entonces, supo que lo mejor era ser el candidato a Morelia por el PRI, pero no le dio importancia a la influencia entre la ciudadanía moreliana de Fausto Vallejo Figueroa.

Jaime Darío perdió estrepitosamente y con ello también se acabó su trayectoria política. Ahora quedará su imagen como uno de los consentidos y premiados de la Federación y de Salvador Jara Guerrero. Justo cuando está alcanzando su madurez personal y política.

¿Por qué aceptaste la notaría? Eso pasa a denigrarte. Representas a una nueva generación de políticos michoacanos y no puedes aceptar regalos por tu conducta política.

¿Vale más una notaría que la dignidad personal de un político? Dime Jaime Darío, me urge. Porque si es así, pobre de ti, de tu partido y de Michoacán.

 

 

 

 

 

2 comentarios sobre «COLUMNA BÚSQUEDA ¿JAIME DARÍO OSEGUERA, POR QUÉ LE ACEPTASTE LA NOTARÍA A SALVADOR JARA GUERRERO? Por Andrés Resillas»

  1. Jaime Dario marco su precio y perdió credibilidad y dignidad, en la política y fuera de ella. Es una lastima porque es un político con formación y trayectoria.

  2. Desgraciadamente los que creímos que los más jóvenes trabajarían por cambiar el rumbo de este país, nos damos cuenta que no, están arribando al poder jóvenes sin escrúpulos, con una ambición desmedida y sobre todo sin una preparación sin capacidades con experiencia en nada solo en movilizar grupos y hacer grilla, y los ejemplos los tenemos en todos los partidos, a Carlos Vital que es del PAN también le toco notaría, y los diputados, dirigentes municipales y estatales que tenemos en el PAN la gran mayoría sin principios, sin experiencia en nada, pero eso si muy ambiciosos y solo ven a la función pública y partidista como un modus vivendi.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *