CRÓNICA: LA MUERTE DE JULIO CÉSAR CHAGOLLA A MANOS DE LA POLICÍA MUNICIPAL DE MORELIA; DESDE EL PRINCIPIO POLICÍAS LO ENCAÑONARON: RELATAN TESTIGOS

POR ANDRÉS RESILLAS

Uno de los policías municipales asomó el cañón de su arma larga a través de la ventana de la puerta principal del domicilio en el que Julio César Chagolla había ingresado. Al tiempo que le gritaba indicaciones:

-¡“Tírate al piso, ya cálmate”! le espetó el policía al tiempo que le mostraba su arma de fuego.

-¡“Jálale perro, mátame, órale tírale!”, contestó un Julio César alterado.

Los moradores de la casa ubicada en la calle Ganadería del Rocío relataron ante el juez en audiencia pública la manera en que sucedieron los hechos.

Salomón H. indicó que estaba cerca de la cocina en compañía de su esposa, cuando comenzaron a escuchar ruidos extraños en el patio de su casa.

“Desde la ventana de la cocina alcancé a observar que un hombre jov3n estaba agachado en cuclillas en un rincón del patio, por lo que de inmediato le ordené a mi esposa que subiera a su recámara y que se resguardara.

“Llamé al 911 para pedir ayuda; no sabía de qué se trataba, pero el hecho de que un hombre ingresara a mi domicilio sí me dio temor.”.

“El muchacho estaba desesperado por salir de mi casa; mis dos hijos habían salido a la tienda y cuando regresaron se dieron cuenta de que alguien estaba adentro y uno de ellos cerró la puerta de la calle con llave.

“El joven quiso apoyarse para saltar la barda en varias macetas y no resistieron, luego quiso colgarse de una lámpara y no resistió el cable y cayó de espaldas, ya no sabía qié hacer. Luego comenzó a aventar las macetas por todos lados y con una de ellas rompió la ventana que da a la calle.

“nunca trató de atacarnos, pero era obvio que sentimos miedo por lo que estaba pasando”.

También su hijo mayor, Omar H, presentó su testimonio, ya que observó todo lo que ocurría afuera de su domicilio.

Dice Omar que fue su vecina la que lo alertó de que alguien se había saltado hacia su casa.

“El hombre utilizó una escalera que tenía la vecina para saltarse hacia nuestro domicilio; cuando llegamos a la casa con mi hermano y luego de escuchar a la vecina, decidí cerrar la puerta con llave.

“A los pocos minutos llegó la Policía Municipal. Eran dos agentes masculinos y me preguntaron sobre lo que estaba pasando.

“Uno de ellos primero se asomó y luego introdujo por la venta el cañón del arma largo y le comenzó a gritar al joven que se calmara y se tirara al piso. Mientras que adentro del patio se escuchaba como el hombre accionaba el aparato de toques eléctricos que tenía.

“En un momento dado, uno de los policías me ordenó que abriera la puerta, así lo hice y de pronto el muchacho salió corriendo.

“Los policías fueron tras él y momentos después se escuchó un balazo y posteriormente otros cinco o seis, no puedo precisar el número, pero fueron varios”. De ahí en adelante no supe lo que pasó.

Hasta aquí la narración de los moradores de la casa donde iniciaron los hechos. Ahora vendrán los testigos presenciales de la persecución y muerte de Julio César.

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