POR ANDRÉS RESILLAS
«Traidores del pueblo», decían algunos letreros que se podían leer en la sesión virtual de ayer en el Congreso del Estado, donde se aprobó pasar a comisiones la nueva iniciativa para que el gobierno de Michoacán contraiga una deuda de cuatro mil millones de pesos.
El diputado perredista Javier Ocampo en su calidad de presidente de la Mesa Directiva apenas y podía contener la ola de reclamos de los Morenistas Cristina Portillo, Fermín Bernabé, Sandrá Valencia y Osiel Equihua y Teresa López.
Sabían los Morenistas que era la venganza purépecha. Que así como su partido no escuchó a los demás para evitar la desaparición de los fideicomisos, tampoco los escucharían a ellos en el congreso michoacano. Les aplicaron la aplanadora.
La más indignada era Cristina Portillo, incluso presumió ser la presidenta de la Junta de Coordinación Política e integrante de la Conferencia y que no había sido notificada de la sesión extraordinaria virtual ni el motivo.
Lo que no sabía era que todo estaba cocinado. PRI, PAN, PRD, PVEM y PT estaban de acuerdo en iniciar la ruta para autorizar los préstamos que necesita el gobierno para afrontar los gastos de fin de año.
Fue una sesión de sordos. El presidente del Congreso pasó lista, ordenó la lectura de la iniciativa y la mandó a comisiones.
Pero también fue de traiciones. Ahí estaba la diputada por Zamora del PT, Teresa Mora que aprobó el orden del día para que iniciara la sesión.
Y otros morenistas, que con su deliberada ausencia avalaron la polémica iniciativa. Y la cual se va a aprobar. Ya se ha demostrado que cuando se trata de agandallar, no sólo los Morenistas lo pueden hacer a nivel nacional, sino que sus pares michoacanos, también saben responder de la misma manera.