“Permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen”. Willy Brandt. (1913 – ¿?). Político alemán.//
En el marco de la celebración del bicentenario de la instalación del Primer Tribunal de Justicia del país, en Ario de Rosales y de la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal en Morelia y Zitácuaro, la impartición de justicia en Michoacán vuelve a ser noticia.
Desde el surgimiento de los grupos de autodefensa y la creación de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán ha resultado extraordinariamente complejo entender la aplicación justa de la Ley, debido a que las contradicciones han estado a la orden del día.
Inevitablemente la resolución que revoca el auto de formal prisión tanto de Hipólito Mora Chávez como de Luis Antonio Torres, alias “El Americano” y sus seguidores, resulta controversial.
Desde el pasado 16 de diciembre del año pasado, cuando se dio el enfrentamiento entre los grupos de los personajes señalados, que dejó como saldo 11 muertos, entre ellos el hijo de Mora Chávez, en la tenencia de La Ruana del municipio de Buenavista, surgieron cualquier cantidad de hipótesis, una de ellas anticipaba que había más elementos de presunta culpa en el grupo de Luis Antonio Torres, toda vez que ya no era parte de los cuerpos de seguridad del estado, mientras que el de Hipólito sí. Es decir, los primeros, ya no debían portar armas, según los acuerdos–advertencias del entonces comisionado Alfredo Castillo Cervantes.
Sin embargo y para sorpresa de una mayoría, esta semana ambos personajes y las personas que participaron en el enfrentamiento han quedado en libertad. Inevitablemente el “michoacanazo” se hace presente en la memoria de los ciudadanos.
Son comunes las grandes sospechas que genera la aplicación de la justicia en el país y más aún en el estado. Es claro que no se mide a todos con la misma vara e inevitablemente se concluye que lo político, lo económico y las complicidades, son los fieles más contundentes de la balanza llamada justicia michoacana.
Por lo pronto, la resolución de la séptima sala penal del Supremo Tribual de Justicia, consideró tres elementos jurídicos para otorgar la libertad a Mora, Torres y sus seguidores:
1.- El contexto social, en el sentido de que toma en consideración que el grupo de autodefensas se conformó en Fuerza Rural con reconocimiento institucional.
2.- Argumento de carácter humanista, tomando en cuenta el respeto a los derechos humanos, donde se ha dado tratamiento a los grupos de autodefensas.
3.- La aplicación del marco normativo del estado, donde se acreditó la legítima defensa de los imputados en los hechos del pasado 16 de diciembre en la Ruana.
Destaca además la resolución que los hechos son extraordinarios y atípicos, porque cuando se habla de legítima defensa se piensa en personas concebidas en lo individual y en este caso se habla de grupo de personas con el mismo estatus jurídico; y que se atiende a un principio básico de la justicia y la igualdad.
No sé si usted coincida, pero será muy difícil comprender semejante resolución. Se trató de un enfrentamiento, hubo 11 personas que perdieron la vida, se supone que participaron elementos que ya no debían portar armas, era de conocimiento público la disputa entre Hipólito Mora y Luis Antonio Torres, ambos se acusaron mutuamente… Y ahora resulta que ambos actuaron en legítima defensa… Y entonces, ¿quién atacó?
Vale recordar que el encono de estos personajes intentó subsanarlo el comisionado Castillo Cervantes, quien pareciera que obligó a ambos a tomarse aquella famosa foto donde con un apretón de manos, presuntamente acordaban la paz, después, tanto Mora como Torres, formaron parte de las fuerzas policiales creadas sin el cuidado de los protocolos mínimos, por el “Comisionado”.
Ahora ambos están libres y ello obliga a cualquier cantidad de especulaciones. ¿Continuará cada cual su vida, olvidando su rivalidad, acusaciones y el fatal enfrentamiento del 16 de diciembre del año pasado? ¿Ninguno intentará atentar contra su enemigo? ¿Nadie violó las leyes? ¿Ante semejantes resolutivos de la justicia michoacana, alguna vez se podrá transparentar que no ha pesado lo político, lo económico y/o las recomendaciones del ex comisionado Alfredo Castillo?
Y perdón por la insistencia, pero si ambos grupos actuaron en legítima defensa, ¿quién atacó? Ya veremos si alguna vez alguien es capaz de explicarlo de manera contundente, con peras y manzanas; mientras tanto, el doctor José Manuel Mireles, sigue preso.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.