Aquí en Guatemala ocurren cosas que no tienen lógica y que resultan por demás sorprendentes.
Hay tres cuestiones que tienen contra la pared a los guatemaltecos: la pobreza, la inseguridad y la corrupción. Son las tres quejas constantes.
Pero la sociedad guatemalteca tiene una gran ventaja: los ciudadanos ya comenzaron a despertar para exigir la solución a esos tres fenómenos. En el caso de corrupción del ex presidente Otto Pérez Molina, la gente salió a la calle y demandó que todos los funcionarios involucrados, de cualquier nivel fueran a la cárcel y lo están logrando.
Una Comisión Internacional contra la corrupción instaurada desde hace varios años en este país comenzó a dar resultados y derrumbó prácticamente a toda la administración pública.
Tienen muchas esperanzas de que el nuevo presidente Jimmy Morales termine con la crisis económica, la inseguridad y por supuesto que la corrupción.
Pero en materia de delincuencia los Mara Salvatrucha es un terrible más que le está haciendo daño a Guatemala: la extorsión, el cobro de piso, el narcotráfico y los asaltos son cosas de todos los días.
Existen tres grandes bandas o cárteles de mara en Guatemala: Los Mara 18, La MS y otra independiente.
Me cuenta el chofer del vehículo que me transporta al hotel: “Mire, aquí los Maras ya no los aguantamos. Son una lacra para la sociedad. Yo vivo en la ciudad de Antigua, distante a 50 kilómetros de Guatemala y cuando viaje en el autobús casi siempre nos asaltan.
Cuando suben al autobús los Maras nos dicen a todos; ya sabemos que ustedes trabajan en el sector 10 de la ciudad y que es una zona de rico, por lo que ustedes deben de ganar bien; pero no les vamos a quitar su billetera ni su celular. Solamente nos van a dar todos un quetzal y ya. Pueden seguir.
Pero eso no es todo. La extorsión o el cobro de piso se ha generalizado en la ciudad de Guatemala y abarca todos los sectores, principalmente los de la clase media hacia abajo. Los ricos ya toman medidas de precaución ante la presión de los Maras.
Cobran una cuota semanal a los camioneros. En caso de que algún transportista se niegue a pagar la cuota semanal, asesinan al chofer. Es el primer mensaje de lo que le va a suceder al dueño de la unidad.
A los propietarios de viviendas bien construidas, también les cobran una cuota mensual ¡por vivir en su casa! Lo mismo ocurre con los comercios, chicos y grandes. La violencia desproporcionada en Honduras y El Salvador está contaminando gravemente a Guatemala.
Guatemala es un país precioso. Con enormes recursos naturales, pero con una pobreza de la población es alarmante, mientras que la clase media alta sigue acumulando dinero gracias al esfuerzo de los trabajadores miserables.
Las recomendaciones de seguridad están a la orden del día. No caminar solo por la calle y menos de noche; subir a taxis de sitios y recomendados por el hotel. No pasear por el centro de la ciudad y no demostrar que se es turista, pues es seguro que te asaltan.
Hay una presencia importante de los gringos. Incluso se habla que la embajada de Estados Unidos interviene bajo la mesa en la política, tratando de llevar agua a su molino, tal como ocurría en los años 70 del siglo pasado.