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Con mi entrevista a Joaquín El Chapo Guzmán Loera, deseaba detonar un mayor debate sobre la política de la guerra contra las drogas, que no resuelve el problema y en la que todos, incluyendo él, son cómplices.
“Ahora considero que mi intento fue un fracaso, ya que la discusión sobre el artículo publicado en la revista Rolling Stone desvía la atención del punto principal, y más aún, siento que el gobierno mexicano intentó ponerme en la mira del cártel de Sinaloa al implicarme en su recaptura.
“La política de la guerra contra las drogas, la cual afecta nuestra vidas, parece no cambiar, parece ser inamovible.
“Existe la tendencia de simplificar el problema, seleccionar a unos cuantos malos de la película y enfocar todo sobre éstos, y por eso busqué entrevistar a uno de estos malos, que al final de cuentas es otro ser humano, y usar eso para anclar un reportaje más amplio sobre el tema.
“Parte de lo que me impulsó es que me siento cómplice en el sufrimiento que está ocurriendo, porque ni estoy pensando en eso todos los días ni estoy viendo estas leyes que no muestran avances ni las rehabilitaciones que no están ocurriendo. Entonces estoy volteando a otro lado. Encuentro que eso es igualmente ser cómplice con los asesinatos en Juárez.
“Estoy asombrado de que El Chapo estuviera dispuesto a reunirse para la entrevista; seguimos todos los protocolos para comunicación y viajes, y por lo que rechazo lo asegurado por el gobierno mexicano de que esa visita fue esencial para lograr su recaptura.
“El gobierno mexicano estaba claramente humillado por la noción de que alguien lo encontró antes que ellos. No somos más inteligentes que la DEA (agencia antidrogas estadunidense) o las corporaciones mexicanas. Teníamos un contacto con el cual logramos facilitar una invitación que nos permitió ingresar.
“Yo supongo que las autoridades tenían conocimiento de la reunión, dudo que la captura de El Chapo tuvo que ver con mi visita y de Kate del Castillo, pues ese operativo fue semanas más tarde y en un lugar completamente diferente de donde se vieron.
El entrevistador, Charlie Rose, le preguntó si cree que el gobierno mexicano anunció que la reunión con Guzmán Loera ayudó en su recaptura para intentar que te culparan, y ponerte en riesgo. Penn responde que sí, pero que no teme por su vida.
“Me siento frustrado de que el enfoque ha sido más sobre mi persona y el periodismo que sobre el tema.
“Todos queremos poner fin a este problema de las drogas. Si estás en la derecha moral o en la extrema izquierda, el mismo número de tus hijos está tomando drogas, igual número de tus hermanos y hermanas, tus padres, tus maestros en la escuela las están tomando. ¿Y cuánto tiempo le han dedicado a hablar de esto en la semana desde que salió este artículo? ¿Un uno por ciento? Creo que eso sería generoso. Por tanto, mi artículo ha fracasado.
Aseguró que no lamenta haber hecho todo esto, pero sí que la gente haya malentendido sus razones.
Ante las críticas de él como periodista, Penn comentó que estaba triste por el estado del periodismo en Estados Unidos, y que considera muchas de las críticas como hipocresía. Agregó: periodistas que desean decir que yo no lo soy, pues quiero que muestren la licencia que dice que ellos sí son.