ALBERGUE DE MAMÁ ROSA: ¿EL INFIERNO O LA GLORIA?

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Por Arturo CEJA ARELLANO

Desde el acontecimiento en el que perdieron la vida los agentes de la DEA, Camarena y Salazar, el municipio de Zamora no había llamado tanto la atención de autoridades, intelectuales, pero principalmente de medios de comunicación escrita y electrónica. Bueno, ni siquiera el Encuentro Internacional de Poetas, ni el Festival del Chongo, ni nada que se le parezca, han sido lo suficientemente importantes para ellos, como lo es ahora la Casa Hogar de Mamá Rosa.

Los medios de comunicación, cualquiera, para no dejar de mencionar algunos, han buscado más la nota roja, la amarillista, la sensacionalista, de la Casa Hogar de Mamá Rosa. El rescate de niños de la calle, de niños abandonados, de niños llevados a ese lugar por sus propias madres, la mayoría de ellas “mujeres de la noche”, mujeres del campo, mujeres extremadamente pobres, o mujeres que tuvieron hijos de manera irresponsable, no ha valido para nadie.

No ha valido que mamá Rosa Verduzco, desde temprana edad dedicara su tiempo y vida para ayudar a los más necesitados, a personas de todas las edades enfermas, pero principalmente niños, a los que fue recopilando uno por uno, siendo el punto de atracción, el punto central de las autoridades de estados vecinos y hasta de la capital del país, para deshacerse de pequeños abandonados, destinándole recursos para que los criara y los educara.

No ha valido para los “medios de comunicación comodines”, que faltan a la más sagrada de las éticas profesionales,  de consolidar una nota informativa conjuntando a todos los factores: hechos, víctimas, victimarios, opinión pública y autoridades. Los y las conductoras de programas noticiosos utilizan tonos de “sorpresa”, “admiración”, “recriminatorios” contra la supuesta persona responsable de los hechos, sin siquiera darle el beneficio de la duda.

Autoridades que actúan con una exageración por demás increíble. Tal vez buscaban armas, drogas y gente del crimen organizado, y se encontraron con lo que ya todos sabemos. O sea, fue chiripa, porque ni siquiera atendieron demandas concretas como lo aseguran. Eso lo que lo que provocó el tremendo aparato de seguridad que acordonó la zona, como si se tratase de buscar al más horrible de los capos. Ni siquiera “El Chapo” Guzmán logró conjuntar a tanto elemento policíaco, soldados, agentes del Ministerio Público, Secretarios de Estado y anexos.

Sí, vaya que duele tanta basura, y la forma en que vivían los niños. Pero, ¿por qué hasta ahora reaccionaron indignadas las autoridades?. ¿Por qué nunca se le supervisó con responsabilidad para saber cómo y en qué se usaban los recursos que le hacían llegar?. ¿Por qué se busca ahora culpables de no haber dado el seguimiento legal a las denuncias que sí se presentaron, no de ahora, sino de hace muchos años?.

Denuncias fundamentadas en el hecho de que no les querían devolver a sus hijos, los que no eran devueltos porque el convenio era que saldrían hasta que cumplieran 18 años. Una vez formados, porque se les daba educación preescolar, primaria, secundaria, preparatoria y hasta profesional para el que lo deseaba. Si no, pregunten a los que estudiaban en el Colegio de Bachilleres.

Claro que Rosa Verduzco no es una santa, pero tampoco es satán. Por eso se formó el grupo de ciudadanos que marcharon en su defensa, diciéndole a la sociedad que “ellos también son hijos de Rosa”. Gente que soportó los insultos de mujeres que acudieron en busca de recuperar a sus hijos. No se les reprocha eso, al contrario, qué bueno que ya tienen el valor suficiente para educarlos, para criarlos, para consolidar la familia que ellas mismas desmembraron, deshaciéndose de sus hijos al llevarlos a la Casa Hogar de Mamá Rosa.

Cierto es, a mamá Rosa le ganó la edad (82 años), le ganó el peso del tiempo; ya no tuvo la fuerza suficiente para vigilar la actividad de cerca de 500 niños y niñas; mucho menos la acción de las siete personas que le ayudaban, quienes pudieron eludir su ya débil vigilancia fácilmente.

Cierto es, también a mí me sorprendió tanta basura, tanto abandono, la infraestructura del lugar inapropiada.

Difícil es que siete personas pudieran atender en todos los sentidos a tanto niño.

¿Por qué los medios de comunicación nacional e internacional, y hasta la nuestra, la local, no hablaron de las orquestas de viento, el cuarteto de cámara, la marimba y el mariachi?. Tal vez porque desconocen su existencia.

Difícil lidiar con “niños problema”, que ahora ven la oportunidad de salir de allí, hablando de lo mal que los trataron.

¡Ah!, no quieran echarle la bolita a la alcaldesa Rosa Hilda Abascal Rodríguez, porque ella solamente hizo lo que los demás ediles: apoyar con 15 mil pesos mensuales por parte del municipio.

Y ahora los DIF nacional y estatal se ensalzan afirmando que son ellos los que alimentan a los niños, cuando tal obra la ejecuta el DIF municipal. No dudo sin embargo, que sí estén apoyando.

Lo que sí es cierto, es que Zamora y su región están por ver culminada una de las obras sociales más importantes de las últimas seis décadas por lo menos, a nivel nacional, con apoyo de gobiernos de países europeos como: Holanda, Inglaterra, España, y Cuba, de nuestra América Central. No se sabe a ciencia cierta cuál será la “graciosa huida”, el destino de los niños, pero principalmente el de los siete ayudantes, y el de Mamá Rosa; una mujer que se negó a ser homenajeada en esta ciudad, la que sí recibió el reconocimiento de presidentes de la República y de gobernadores de Michoacán y Jalisco, principalmente.

Está por concluir una obra social que ha dejado huella, que ha dejado sentimientos encontrados y diversidad de opiniones, todas ellas válidas, sin lugar a dudas; pero fueron las malas las que ganaron la titularidad de la mayoría de medios de comunicación.

 

 

Mamá Rosa

“Anti héroe”, ¿culpable o inocente?

 

Desde el año de 1947, Rosa del Carmen Verduzco empezó a dar cobija y alimento a los niños de la calle, aliviándoles sus heridas y enfermedades; y, a partir de entonces le dio por ayudar a quienes realmente lo necesitaban, pidiendo ella apoyo a las familias de alcurnia de aquel entonces y a las actuales, en ésta levítica ciudad de ¡Zamora Guadalupana!

Comerciantes de los Mercados, abarroteros, farmacéuticos, hombres de negocios y del campo, la proveían de lo necesario para darles de comer, o para darle mantenimiento al techo donde habitaban. No solamente eran niños, sino también adultos, la mayor parte de ellos ya enfermos.

Y así, fue creciendo su solidaridad, hasta lograr el respeto de propios y extraños, principalmente políticos en sus etapas de candidatos, quienes como tales la visitaban y ya posteriormente los que lograban el triunfo. No era exclusiva de algún partido político en lo particular, sino que era abierta a todas las corrientes y expresiones. Por eso la visitaban todos. No podía faltar su visita a la Casa Hogar al venir a Zamora; era un paso “obligatorio”.

Los gobiernos de Inglaterra y Cuba fueron los que más se solidarizaron con lo que era ya conocida como La Gran Familia de Mamá Rosa, enviando a su Casa-Hogar, tanto a médicos como enfermeras, a profesores y maestros de música, instructores de educación física y de otros deportes, para instruir a sus moradores, niños, adolescentes y jóvenes en su mayoría.

Por fuera del edificio predominaba la chatarra de vehículos que se deterioraban con el uso.

La noticia de su detención y las investigaciones realizadas por las autoridades correspondientes, le han dado vueltas al mundo, principalmente a través de medios de comunicación escrita y televisiva amarillistas y morbosos, como la mayoría de nuestro país, que desconocen lo bueno, lo positivo de Rosa Verduzco y su Gran Familia.

La mayoría de los niños fueron llevados a ese lugar por sus papás, a unos cuantos días de haber nacido, porque no podían mantenerlos, o no tenían dónde dejarlos para irse a trabajar. O de plano porque les estorbaban y más aún cuando trabajan de noche y duermen de día. Pero jamás regresaban por ellos, sino hasta que éstos dejaban la niñez y entraban a la adolescencia, a la edad de poder explotarlos poniéndolos a trabajar, en la calle, donde fuera. Por esa razón ya no se los devolvía, a fin de evitar abusaran de ellos.

A través del tiempo las acusaciones no se han hecho esperar, pero jamás prosperaron como hasta ahora. Ello fue causa de la intervención de ¿investigadores? de medios de comunicación de otras entidades, que resaltaron la nota como ahora, con amarillismo y morbosidad total. Se van por la “nota oficial” y entrevistan solamente a quienes están allí, como buitres, esperando el cuerpo para carroñearlo. No entrevistan a las autoridades en turno, ni a la sociedad civil que siempre ha apoyado a la Casa-Hogar.

Da lástima el tono que usan para “dar la noticia”, los de Televisa, TV Azteca, Foro TV, entre otros, quienes tratan de elevar su raiting “señalando, fustigando”, asestando un severo golpe al código de ética periodística que debemos enarbolar.

Los de aquí, jamás nos atrevimos a realizar la nota, ni hablar de lo que se hablaba de la Casa-Hogar y Mamá Rosa; ni siquiera imaginarlo.

Jamás tuve qué ver con La Gran Familia de manera directa o indirecta, pero conozco sus buenas acciones, sus buenas actitudes, sus buenos logros. Jamás supe de la supuesta maldad que siempre encerró, según se dice de manera balbuceante y sin mucha claridad.

Sin embargo, son las autoridades las que abrieron su investigación y serán ellas finalmente las que determinen cuál es la verdad, cuál es el misterio que ahí se guardó, y quién tiene finalmente la razón.

En las redes sociales se ha desatado una guerra, o una competencia, entre quienes hablan por hablar, sin bases y sin conocimientos, y quienes saben y conocen por experiencia, sobre el verdadero contenidos social de La Gran Familia. La mayoría no son más que jóvenes alebrestados, sin conciencia, sin conocimiento pleno.

Hay de todo, como siempre y se debe respetar lo que cada quien opina, pero creo que se debe opinar con responsabilidad definitivamente.

Por eso es que –repito- son las autoridades investigadoras del caso las que están desmadejando la bola, las que están sacando las hebras que van siendo liberadas hacia una verdad siempre oculta.

Rosa Verduzco ¿culpable o inocente?. La mujer que se perfila como “anti héroe”, la mujer que hizo cosas por el bien mayor; más buenas que malas, pero al final de cuenta, las malas podrían imponerse definitivamente, sobre ese bien del que pueden dar testimonio muchos hombres y mujeres que han pasado por la Casa Hogar desde hace ¡más de 60 años!, desde aquel 1947, lleno de ayeres ya muy lejanos, que han dividido la opinión de ciudadanos de ésta ciudad de Zamora, “Tierra de godos, familiares entre sí, enemigos todos”, como lo repetía el ingeniero Rogelio Torres González, quien cumplió el pasado día 14 del presente mes, un año de haber fallecido (que el Todopoderoso lo tenga con él).

 

Lo actual de la Casa Hogar de Mamá Rosa

No es por insistir y que no tenga más de qué escribir, pero el caso de Mamá Rosa y La Gran Familia, dará material para mucho tiempo, porque mucho es realmente lo que se tiene para decir; y créanmelo, hay cosas que no me atrevo a escribir, porque nomás se dicen, y la realidad es que a mí no me consta, por eso seguiré defraudando a mis lectores que me han retado para que lo haga público.

Lo que sí me encabronó, es que medios de comunicación internacionales, nacionales y estatales, vinieran a Zamora para sentenciar antes de ser juzgada Mamá Rosa. La satanizaron, porque vinieron a ésta aún levítica ciudad sin siquiera conocerlas (a la ciudad y a Mamá Rosa, mucho menos su gran obra). No conocieron la historia del surgimiento de la Casa Hogar y su creación, que fue aprovechada por Reformatorios que no tuvieron capacidad para enderezar a niños “asesinos”, que fueron ingresados a las pandillas y al crimen organizado a temprana edad, mucho antes de que supieran lo que es ser un hombre, un ser realmente racional.

Vinieron para hacer público el hallazgo de fosas clandestina, tal vez armas y drogas, y a la mismísima Tuta; pero los “perros policías” que trajeron, nomás menearon la cola y se retiraron. Eso sí, mareados y con ganas de vomitar.

Sin embargo, los periodistas que aguantaron candela y se mantuvieron aquí, poco a poco le fueron bajando de tono, incluyendo a los de televisa,  principalmente cuando los intelectuales entraron en su defensa, aunque tal defensa, la verdad es que tiene mucho trasfondo, porque pudieron ser parte del empoderamiento en que cayó Mamá Rosa para “el pago de favores”, pues hay decires difíciles de creer, pero no imposibles de llegar a ser una realidad. Solamente son decires, acercados o alejados a una realidad que –repito-, son más difíciles de poder narrar, porque entonces caeríamos a lo mismo, a lo que critico ahora y que me podría hacer valer una reversión en mi contra, perdiendo la credibilidad que siempre he buscado en ustedes, mis analíticos lectores.

Me gustó mucho y no es porque no quiera ver el lado siempre oscuro de Mamá Rosa, lo que dijo la noche del martes Elena Paniatowska en el noticiero de televisa (así, con minúsculas), al hablar de manera breve de la vida y obra, tal vez al tratar de unirse a los intelectuales que la defienden: ¿Qué se puede esperar de un país donde se castiga al buen samaritano y se premia al ladrón?. Refiriéndose, obviamente a las múltiples acciones que se han desarrollado durante más de una semana en la Casa Hogar, donde vimos a jovencitos salir llorando para ser subidos a los vehículos que los trasladarían a no sé dónde.

Vi y escuché a un hombre tatuado, decir que él se reformó en esa casa, a donde llegó convertido en un “buen caquito”. Y dijo que luego cayó al CERESO, del que ya salió, prefiriendo estar allí que en la Casa Hogar, por las fétidas condiciones en que allí se vive. Sin embargo, aceptó ser ahora un hombre de bien, porque Mamá Rosa se lo enseñó.

Luego me tocó ver el programa “Punto de Partida”, de Denis Marker (¿así se escribe?, no me acuerdo pues), quien hizo un reportaje de lo bueno y lo malo, de lo bonito y lo feo de la Casa Hogar. Ella sí fue pareja, pues lo mismo entrevistó a quienes se sienten víctimas, como a quienes están agradecidos de haber llegado un día a ese lugar, el que ahora dejan con tristeza, con sentimientos encontrados, con el dolor o con la alegría reflejados en sus rostros.

Hubo quien aseguró que aprendió a tocar cinco instrumentos musicales, y cantar ópera, rancheras, pirhékuas y boleros, lo que le permitirá ser alguien en la vida, porque allí estudió también hasta el nivel del bachillerato. Dijo que buscará ser becada en algún nivel de gobierno, para luego salir a enseñar lo que ella sabe.

Amables lectores, hay mucho más de qué decir, hay mucho más de qué hablar, pero ténganlo por seguro que no será ahora cuando lo diga; ni yo mismo se cuándo tendré los elementos necesarios para poder narrarlos para ustedes.

Mientras tanto, autoridades de la federación acaban de asegurar que no ejercerán acción penal en contra de Mamá Rosa, “por su edad y por su estado de salud”, y “por el derecho que le asiste”. Tal vez por su gran obra social y tal vez, podría ser, porque fue rebasada por sus auxiliares y nunca se enteró de lo que éstos hacían a sus espaldas, aprovechándose de los ya cansados 82 años que ha recorrido en la vida.

Por cierto, la Casa Hogar no fue construida por ingenieros ni arquitectos, sino con la mano de los propios seres que la habitaron en el momento de levantar el edificio, si es que se le puede llamar así.

¿Y será cierto que existen manos que tratan de apoderarse del terreno para construir un centro comercial que siempre no será asentado en el norte de la ciudad?. ¡UPS!.

 

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