POR ANDRÉS RESILLAS//
No me quiso creer Silvano Aureoles Conejo cuando le dije que el gobierno estatal estaba en quiebra y que él pecaba de optimista durante su campaña electoral.
No era para menos, sabía que tenía ganada la elección y que necesitaba mostrar ser una solución para Michoacán.
“Es mentira, Andrés”, me contestó ante la interrogante de la quiebra financiera.
“Pero aunque fuera cierto, ni modo que yo llegue a sentarme y cruzarme de brazos”.
Corría el corto gobierno de Salvador Jara Guerrero y un domingo dio la muestra más palpable de que no tenían dinero para nada.
Al gobernador Jara se le “ocurrió” visitar los municipios para ver en qué condiciones estaban. Pero no tenía caso pues los requerimientos eran muchos y seguramente los alcaldes y ciudadanos le pedirían más recursos.
“Pues vámonos a Acuitzio a pasear”, le dijo a su esposa.
Y sí, llegaron a Acuitzio en menos de una hora. Nadie los recibió, pues ni al alcalde le avisaron.
Salvador Jara y su esposa comenzaron a dar vueltas a la plaza principal y saludaron a los pocos ciudadanos que estaban descansando en las bancas.
Terminaron los saludos y el ex rector nicolaita decidió retirarse para buscar un lugar en donde comer.
Esa fue la “gira de trabajo” del gobernador Jara Guerrero en ese domingo.
Él supo que cuando el presidente Enrique Peña Nieto le dijo que sería el gobernador interino, sólo sería para aparentar que había un gobierno y que las instituciones michoacanas seguían “trabajando”.
Ya el ganador de las elecciones tendría que lidiar con la enorme deuda económica acumulada por los gobiernos perredistas y priístas.
La deuda no ha bajado gran cosa. Lo cierto es que Leonel Godoy Rangel dejó endeudado a Michoacán con más de 40 mil millones de pesos.
Aunque lo niegue y tenga el cinismo de decir que sólo fueron 19 mil millones, lo cierto es que actuó de manera irresponsable y junto con Humberto Suárez López, le hicieron un enorme daño a la economía michoacana.
Sus caprichos por hacer obras costosísimas y los préstamos con tasas de interés altísimas fueron factores para que el Estado se encuentre en bancarrota.
Decisiones populistas como declarar gratuita la educación superior, no sólo agravó los problemas financieros, sino que metió en problemas a todo el sistema educativo estatal.
El Congreso del Estado, cuyos diputados ganaron, cada uno, más de 20 millones de pesos en pagos por autorizar los préstamos leoninos son los principales cómplices de Leonel Godoy Rangel.
Ahí están los nombres, lo que pasa es que todos son unos cínicos. Creen que no tenemos memoria y que pronto se olvidará.
Imagínense, ahora Fidel Calderón y Leonel Godoy quieren pertenecer a MORENA, de Andrés Manuel López Obrador! Buen favor le estarán haciendo. Pero la culpa, dice el dicho, no es del indio, sino de quien lo hace compadre.
Dice Leonel Godoy que veamos las cifras de la deuda. Bueno, pues ahí las tiene y sin trampas, como es su versión.
Silvano no tiene otra salida que buscar soluciones ante la gravísima situación económica.
Pero él y sus funcionarios deben de poner el ejemplo en materia de austeridad. No más escoltas, no más comidas en San Miguelito, Fridha, Las Trojes o Emilianos.
Tienen que ser lo suficientemente humildes para reconocer que somos un estado POBRE y que su clase política no puede estar gozando de privilegios.
Silvano tiene que reunirse con todos los sectores y todos los partidos políticos para hacer una gran alianza de austeridad. Todos tienen cabida.
Y si tiene pruebas fehacientes contra ex funcionarios, debe meterlos a la cárcel aunque sean de su partido, el desprestigiado PRD.
HUMBERTO SUÁREZ Y LAS PROSTITUTAS FRANCESAS
No me puedo quedar con la anécdota. Me contó un empleado de gobierno que en los tiempos del tesorero Humberto Suárez López, se llevó a un grupo de periodistas a Europa y que en París, les contrató por una noche, a cada uno, su respectiva dama de compañía. Joyas del chayoterismo.
Para que este completa la gráfica y su historia falta incluir a Tinoco Rubi para ver en cuanto incrementó la deuda el inútil nieto del General. De ahí se debe partir.