Cartografiar los focos del Covid -19 para intervenir «quirúrgicamente» región por región y redirigir , en tiempo real , recursos materiales y humanos a las zonas activas , en forma dinámica , hace sentido .
No, no es un concepto equivocado. Al revés , la cartografía de los focos de Covid – 19 es una herramienta que ha sido eficiente en los países que la han adoptado ( ej . Corea del Sur) y, necesaria para reducir el tiempo de respuesta por zonas de urgencia y, aislar las zonas verdes ( libres de casos o, con números bajos de asintomáticos y de sintomáticos) de las regiones en qué es mayor el número de contagios .
Por parte de los epidemiólogos, cartografiar el Covid-19 y rastrear , con uso de las nuevas tecnologías ( ej huellas informáticas ) a los portadores , a los infectados y a sus redes de contactos , es el escenario operativo más eficientes .
O sea , para eliminar las restricciones, duras y generales actuales, sin correr el riesgo de una segunda ola de infección, deberán implementarse sistemas de vigilancia, y de vigilancia cercanos, que nos permitiran comprender las cadenas de transmisión que pueden ocurrir. Es decir, cuando sabemos que alguien está infectado , entender dónde y con quién estaba.
Esto se ha veniendo haciendo , en base a encuestas de personas infectadas, lo que hizo posible mapear, de forma estimativa, la cadena de infección. Pero, este método es lento, no permite una lectura en tiempo real, y no es posible cuando se pasó de casos importados y se convirtió en una cadena de infección dentro de la comunidad. O sea, la medida propuesta esta mañana tiene lógica, ha sido probada, ha dado resultados.
El problema reside en qué para producir el tipo de cartografía que pueda llevar a decisiones informadas son necesarios dos instrumentos: a.- el testeo masivo para identificar esos estimados casos asintomáticos ( un 70%) ; b.- la geolocalización de los infectados a través de sus celulares y , seguimiento de sus huellas informáticas .
Cuánto al punto ( a) , ya sabemos que no contamos con el número de testes aceptable para que la alimentación del sistema de información pueda medir, para allá de un cálculo estimativo ( que además da una «imagen» no actualizada. .
Y, cuánto al punto ( b) localizar (geolocalizar) a los pacientes de covid-19 por teléfono celular como medida de detección obligatoria, como se ha hecho en países como China , Singapur o Corea del Sur, puede ser muy efectivo, pero será inconstitucional en México .
Y, ese es un problema que no debemos escamotear ni considerar «secundario», aún y cuando yo pienso que existe la necesidad de comenzar a abrir la economía gradualmente y con restricciones sectoriales o regionales.