ARTÍCULO DE OPINIÓN. ¿OTRO MEZCALITO? Por el Profr. Juan Pérez Medina (CUT-Michoacán)

Pasé por la calzada de Niños Héroes y Central, en la colonia de Chapultepec cuando vi unas lonas colocadas encima de las calles, justo en la glorieta, que denuncian al “Independiente” Alfonso Martínez, presidente municipal, de haber autorizado un bar en medio de unas escuelas. Me detuve y comencé a observar el panorama y, efectivamente, hay una construcción levantándose en medio de una preparatoria y un jardín de niños particulares.

El lugar en construcción se llamará “El Mezcalito” y funcionará como un espacio donde se sirven bebidas embriagantes hasta muy tarde. Hay ya un concepto de esta marca en varias ciudades del país, como por ejemplo en la ciudad de Monterrey. Se trata pues, de una cantina de categoría en donde se reúnen personas de cierto nivel. Supongo, basado en la información que pude obtener, que se trata de una franquicia que alguien en Morelia ha adquirido y, por la inversión que ahí se está haciendo, es una persona o grupo de fuerte presencia económica en la Ciudad. Los vecinos que se oponen a su instalación mencionan que pertenece a gente muy cercana al Ayuntamiento y que es un familiar del propio presidente municipal el encargado de la construcción; cuestión que no se duda, conociendo la ambición de los funcionarios del municipio, quienes provienen de familias de empresarios que se han hecho fuertes al amparo del poder público.

Según el REGLAMENTO PARA LA VENTA, CONSUMO Y DISTRIBUCIÓN DE BEBIDAS ALCOHOLICAS EN EL MUNICIPIO DE MORELIA, en su C a p í t u lo III, Artículo 14, menciona que: “En ningún caso se autorizaran Licencias o Permisos de cantinas, cervecerías, bares, centros nocturnos, restaurante peñas, restaurante bar, centros botaneros y en aquellos Giros principales o complementarios en donde vendan y consuman al copeo bebidas alcohólicas, que se pretendan establecer a una distancia menor de 200 metros de escuelas, cementerios, lugares dedicados al culto religioso, casa hogar, hospitales, centros de readaptación social cuando la ubicación sea fuera del Centro Histórico de la Ciudad”; por lo que el antro en comento está fuera de las prescripciones de este reglamento y, por lo tanto, su licencia está en contra de la ley y es ilegal.

Los vecinos tienen razón. Si usted se llega a dar una vuelta por el lugar, verá que la distancia del establecimiento en construcción denominado “el Mezcalito” y las escuelas allí existentes es mucho menor de lo estipulado en el Reglamento, pues se encuentra limitando con ellas prácticamente en ambos lados y, por lo tanto, no debiera haberse otorgado dicha licencia. De nuevo hay un gran manto de sospecha con este acontecimiento que apunta a un acto de corrupción que involucra a altos funcionarios del ayuntamiento, quienes otorgaron la licencia haciendo a un lado lo establecido en la ley. La actuación de los vecinos y padres de familia de oposición a esta obra es a todas luces justa y merece la solidaridad de todos los ciudadanos de toda la Ciudad, a fin de que los involucrados no se salgan con la suya.

De acuerdo con los vecinos que se atrevieron a expresar sus opiniones, en visita al ayuntamiento, quienes los atendieron argumentaron que la licencia se había concedido en razón a que fueron los mismos vecinos quienes con su firma aceptaron que “El Mezcalito” se estableciera, mostrando una relación con algunas firmas poco legibles y de las que ellos dudan, pues no hay vecinos que estén de acuerdo y reconozcan haber firmado algo así. Por otra parte, aun y que así hubiera sido, eso no es base suficiente para desconocer la ley que deben respetar y que evidentemente han violentado. También se les argumentó que si el ayuntamiento suspendía la licencia que ya había concedido, los dueños del negocio en ciernes recurrirían al

amparo y saldría lo mismo, pues según ellos, la ley les favorece. ¿Por qué actúan en contra del interés público y a favor de un grupo en particular?

Por otra parte, los vecinos mencionan que aunque se les indicó que detuvieran la obra y se puso sellos en el lugar, por la noche continúan con los trabajos sin que la autoridad municipal responsable haga lo que en estos casos procede, que es retirar la licencia.

¿Por qué el Ayuntamiento se ha atrevido a otorgar una licencia para instalar una cantina en contra de lo establecido por la ley y actuando a favor de lo inmoralmente correcto? “Bonito caballero es don dinero” dice el adagio popular y creo que en este caso el “gato encerrado” es de una buena cantidad económica. Concluyo, sin asegurarlo, que en este asunto de violación flagrante de la ley municipal y sus reglamentos, el Ayuntamiento ha faltado a su responsabilidad de brindar seguridad y paz a sus habitantes, a cambio de una buena “mochada”, como se dice en el argot político de la corrupción o el negocio es de uno de ellos, de varios y de sus familias y, por tanto, se está ante un acto de abuso de autoridad.

Es común que los gobernantes aprovechen su situación para beneficiarse de ella. Por esta vía muchos de ellos se han enriquecido de manera insultante sin importar las afectaciones que generan a la población. No es de extrañar que sean ellos los más impopulares ante los ciudadanos, como ha quedado demostrado en los últimos días con los lamentables sucesos acaecidos en Chiapas, Oaxaca, Puebla, Morelos, Tlaxcala y la Ciudad de México, en donde la gente ha preferido actuar por su cuenta, antes que confiar en sus gobernantes y la clase política.

No se en qué vaya a acabar lo que está ocurriendo en la colonia de Chapultepec Oriente con “El Mezcalito”, pero podríamos estar ante un hecho de corrupción e impunidad como ocurren tantos y, sin duda, todos saldremos perdiendo, menos un pequeño grupo de facinerosos que están en el poder.

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