Primero los descuentos a más de 11 mil maestros. Después la suspensión de salario a 1,620 candidatos a ser despedidos. Luego la introducción de una nómina de 70 mil maestros al Sistema de Bancomer.
Finalmente la división del magisterio michoacano: los que recibieron la tarjeta bancaria y los que esperaron por su lucha sus cheques completos.
La suma de todo ello fue un verdadero caos en la nómina. Y lo peor: nadie es capaz de poner orden. Seguirán sufriendo por su pago muchos maestros.
Estamos como los cangrejos…en Michoacán y en el resto del país.