POR SOLEDAD ROMERO
Con el objeto de eficientar sus servicios y en base a los datos estadísticos que posee, el Consejo Poder Judicial de Michoacán está realizando cambios para responder a las necesidades, entre ellos la creación de órganos juridiccionales y la especialización de algunos de ellos para lograr una impartición de justicia expedita.
Bajo esta premisa desde hace dos años empezaron a funcionar nueve juzgados: el mixto del Distrito Judicial de Maravatío; el Tercero Familiar de Uruapan; el Primero, Segundo y Tercero Familiar de Zamora; el Juzgado Mixto y el Segundo Familiar de Zitácuaro; así como el Séptimo y Octavo Oral Familiar de Morelia.
De acuerdo con un comunicado del Consejo Poder Judicial, se registra un aumento de casos en materia de justicia familiar en toda la entidad michoacana, mientras que los de carácter penal se canalizan al nuevo sistema de justicia adversarial.
De esta manera casos como el juzgado de Maravatío se le dio la facultad de ser Mixto, para de esa manera atender asuntos en materias civil, mercantil y familiar.
En Uruapan se tomó la decisión de cambiar un juzgado que se ocupaba de la materia penal para que ahora atienda exclusivamente lo familiar.
Los mismo ocurrió en Zamora, pero en ese distrito fueron tres juzgados (dos penales y uno civil) los que se convirtieron en atención de lo familiar.
El distrito Zitácuaro también sufrió cambios en sus juzgados; uno de ellos se convirtió en Mixto, para conocer de casos penales y civiles, para de esa manera destinar otro juzgado que se ocupara sólo de lo familiar.
En Morelia, el Juzgado Segundo de la materia conociera exclusivamente de los procesos orales establecidos en el Código Familiar, y por lo tanto cambió su denominación a Juzgado Séptimo Oral Familiar.
El Juzgado Cuarto Penal recientemente modificó su especialización y su denominación a Juzgado Octavo Oral Familiar.
Estos cambios implicaron que los funcionarios del Poder Judicial que laboraban en los juzgados que cambiaron de matera, fueran capacitados para responder a las nuevas necesidades. Ello permitió que se evitara el despido laboral de los profesionales en esos Distritos Judiciales pues el Instituto de la Judicatura se encargó de reforzar los conocimientos tanto teóricos como prácticos para alcanzar una competencia profesional.