La marcha contra los feminicidios y las desapariciones convocada por mujeres de la sociedad civil de Zamora y Jacona, el sábado 14 de mayo de 2022, por la invitación y composición es una protesta “de mujeres”, pero por su contenido es la rabia y dolor que se transforma en organización y es un asunto de toda la sociedad; de mujeres y hombres, no sólo de hermanas, madres, compañeras y vecinas.
La tarde del sábado 14 de mayo hacia las 16:45 horas empezaron a arribar al monumento a la madre pequeños grupos de mujeres, familias y algunos hombres -muy pocos- para marchar por la avenida Madero rumbo al norte. Es posible que más de alguna persona se preguntara: ¿y, esta? ¿Por qué viene? A simple vista no se sabe qué dolor o alegría te impulsa a gritar o escuchar: ¡Vivas se las llevaron; vivas las queremos!
Caminando hacia la Juárez ignoras que la señora de al lado, la que empuja un carrito con su bebé a bordo es tía de la jovencita asesinada la noche del 11 de mayo en el jardín del Carmen. El poco más de medio centenar de mujeres y cinco hombres mira el cielo obscuro, allá por La Rinconada o más atrás en Ixtlán de los Hervores. Parece que va a llover y que las gorras y sombreros “para el sol” debieron ser plásticos o paraguas.
Pueblo escucha, esta es tu lucha
En Juárez, ya en tránsito hacia 5 de mayo hay indicios más frescos de que puede llover; más personas se unen a la marcha que sigue siendo selecta pero moralmente muy fuerte. El recorrido sin contratiempos bajo la mirada más indiferente que preocupada de los transeúntes que en su andar paralelo por las banquetas van o vienen, entran o salen de las tiendas zamoranas.
Las voces agudas de decenas de mujeres jóvenes son guiadas desde un megáfono y acompañadas por la nota grave masculina; quizá un músico registraría sopranos y tenores, contraltos y bajos. La escasa participación de hombres se debe a un malentendido de la convocatoria. Casi en automático las invitaciones feministas excluyen a los varones y el lema: “No fue un crimen pasional, fue un macho patriarcal”, no ayuda a sumar.
De por sí, en las luchas sociales por la educación, la salud, derecho al trabajo, son las mujeres las que, históricamente, impulsan al frente o en la retaguardia. Los hombres, por el trabajo o el futbol, “no tienen tiempo”
Señor, señora no sea indiferente; se llevan a tus hijos delante de la gente
No se cuenta con un registro conocido, público y confiable de las y los desaparecidos en Zamora y Jacona. La desconfianza, la pena, el temor derivado de amenazas, la esperanza de volver a ver al familiar si se mantienen callados, hace que las familias no siempre denuncien ni hagan pública la desaparición de sus hijas e hijos, hermanas, hermanos. En México hay más de noventa mil desaparecidos.
El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, administrado por la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación, es el único registro en funcionamiento de los previstos por la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares. Según las cifras oficiales disponibles al 26 de noviembre de 2021 se encontraban registradas 95,121 personas desaparecidas (CED, Naciones Unidas, 12-04-2022).
El reporte de las 17:44 horas del lunes 16 de mayo de 2022 del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas (RNPDNO) anotó 100,010 personas. ¿Cuántas de ZamoJac?
Ni una más, ni una asesinada más
En las primeras dos semanas de mayo de 2022, en Zamora y Jacona se registran cuatro mujeres asesinadas y una herida. Hombres ejecutados, diez y seis; heridos, once.
Poco antes de las seis, las voces se escuchaban en Cázarez, camino al centro de Zamora; atrás y al fondo, el silencioso santuario Guadaupano. Poco antes de cruzar Hidalgo a la altura del espacio contiguo al atrio de San Francisco, desde una cafetería el aplauso de dos hombres es un estímulo para las y los marchantes.
Entre las desaparecidas y/o asesinadas se coreaban los nombres de Esperanza Avila Mendoza, Celia Ríos Esparza, Estefany Nazareth Alvarez Méndez, María Elena Marrón Ayala, Perla Esmeralda, Alondra Esmeralda, Irma Leticia León Ayala, Nancy Melissa López Martínez, Nitzia Dolores Cervantes Espinosa, Mónica Noemí Rosales Martínez, Guadalupe Garfias Santos, Mayra Alejandra Ramírez Maldonado, Paola Yaneth Hernández Ferreyra, Teresa Fernanda Bon Reyes, Rosa Angélica Ruiz Mendoza, Andrea Sánchez Alvarado, Alejandra Rocha Chávez, Leticia Calderón Domínguez, Alejandra Amezcua Cuevas, Beatriz Adriana, Yolanda Alejandra Covarrubias, Guadalupe Blancarte y María Guadalupe García González.
Y no son todas. De muchas apenas se conocen algunos datos. Como balbuceos, el miedo, la duda y la vergüenza ocultan los nombres. Y, ¿Los hombres? Es posible que la lista de desaparecidos sea mayor.
La marcha concluyó en bajo la Presidencia Municipal
Programada para finalizar, en la plaza, ante el edificio mudo se leyó un texto del que tomo ese fragmento:
Estamos aquí para romper el silencio frente a los feminicidios y la desaparición forzada de las mujeres, para exigir justicia por las que ya no están y para exigir que las desaparecidas regresen con bien a casa y sanar el dolor de sus familias que las buscan.
El asesinato y la desaparición de mujeres es un tema que debe preocuparnos como sociedad porque con ellas se van cachitos de nuestra confianza, de nuestra libertad y de nuestro corazón.
Esta acción se prolongó unos minutos para escuchar testimonios y acompañar en su pena a hijas, hijos, esposas, madres que buscan a sus familiares desaparecidos y que lloran por sus muertos y con la esperanza de hallar a otros con vida.
Posdata: la marcha fue acompañada por una patrulla de la policía y transmitida minuto a minuto por Informativo Zamora
Zamora, Michoacán; mayo 17 de 2022
jlseefoo@hotmail.com