OPINIÓN. MORENA: UNA FRACTURA ANTICIPADA. Por Efraín Barrera

La gira del senador Cristóbal Arias por Apatzingán y la meseta purépecha luego de ser despojado de la candidatura por morena, refleja una indudable fortaleza de su liderazgo más allá de los partidos; la desatinada designación de Raúl Morón como precandidato único del partido guinda a la gubernatura de Michoacán fue un balazo en el pie; y, el chispazo que necesitaba el oriundo de Churumuco para mostrar la musculatura política, que seguirá tonificando a partir de ahora que ya pidió licencia en el senado y en la medida que transcurran los tiempos electorales y se formalice su postulación por el partido FUERZA x MEXICO.

El senador Cristóbal arias se separa de MORENA, pero no de su amigo AMLO; lo cual refrenda su amistad en concordancia con la ideología progresista del presidente. la narrativa de su discurso se fortalece con su propuesta de inclusión, participación ciudadana, respeto a la legalidad y en contra de los cacicazgos políticos y la injusticia social.

El nuevo partido de CAS fue fundado por Gerardo islas Maldonado y pedro Haces Barba, líder sindical y ex senador de MORENA; un partido de corte centroizquierdista alineado con los principios fundamentales de la 4T de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.

Aunque aparentemente pequeño, a partir de ahora este partido será un protagonista estratégico que arroparà a nuevos liderazgos de izquierda, pero también será la nueva trinchera de aquellos damnificados por imposiciones de otros partidos que querrán postularse bajo sus siglas a presidente de la república, gobernadores, diputados y presidentes municipales, lo que lo hará muy competitivo.

Aunque sus detractores no lo entiendan o no les convenga reconocerlo, no existe diferencia entre Cristóbal y el presidente en la visión de su proyecto; el objetivo principal es seguir apoyando a AMLO desde una trinchera diferente a MORENA, por encima de la percepción de algunos fundadores que se patentan la doctrina obradorista y del prurito que pueda generar a los huestes de los recién designados candidatos

Lo que paso en Michoacán tiene obligadas repercusiones nacionales con miras a la elección del 2024. la opacidad con la que el Comité Nacional de morena determinó a los candidatos a gobernadores y sigue definiendo candidaturas a diputados y presidentes municipales en las 15 entidades y en los 300 distritos federales, se sustenta en un evidente engaño y brutal centralismo que arrastra al partido ya, y desde ahora, a una crisis política que está agrietando los cimientos de la unidad interna, con un movimiento telúrico de largo alcance de magnitudes probablemente devastadoras para ese partido; más aún, si FUERZA X MEXICO logra consolidarse ganando en Michoacán y otras entidades el primer domingo de junio

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El influyentísimo y los fuertes intereses de grupos en el poder nacional aderezados del liderazgo blandengue de Mario delgado, serán factores de incertidumbre e inestabilidad que no permitirán alcanzar, ni por asomo, la democracia interna ni en esta ni en futuras elecciones; la falta de acuerdos entre los grupos, no está permitiendo una definición tersa de candidaturas, ni mucho menos sapiencia en la toma de decisiones ; no hay ninguna intención de corregir, ni existe voluntad de dicho dirigente de hacer respetar su investidura ni la institucionalidad del partido, cuyas endebles estructuras son presas fáciles de la rapiña infiltrada en el gobierno federal.

El dedazo sigue siendo una práctica consuetudinaria en ese partido y el mejor combustible para un resquebrajamiento de MORENA a nivel nacional, cuyo antecedente será esta fisura que ya se generó en Michoacán y en otras entidades donde no hubo respeto para el pueblo, menos para los punteros que fueron despojados de una candidatura con encuestas artesanales y explicaciones ridículas.

Tanto el senador Ricardo Monreal como Marcelo Ebrard ambos perfiles estratégicos y mas visibles para suceder a AMLO, tienen información privilegiada y una lectura nítida de lo que sucederá con MORENA, por lo cual, están pensando ya y desde ahora en el PLAN B y ese, aunque no lo parezca, parece ser el partido FUERZA X MÉXICO (FPM), que todo apunta es un cambio de nombre mediante un desprendimiento sigiloso e institucional del partido en el poder.

El presente proceso es la catafixia de un nuevo proyecto político menos radical y de corte socialdemócrata; su condición de partido nuevo y sin desgaste le da ventaja ante el hartazgo social contra los partidos tradicionales, condición que le permitirá conseguir un alto porcentaje de votos y disputar el poder el 2024, con la garantía de dar continuidad a la 4T desde una izquierda más moderada.

No existe precedente de lo que esta sucediendo con morena; un partido joven con inercias anacrónicas y actores viejos, que nace sin la fortaleza estructural para ganar una elección, pero que, no obstante, gana la presidencia a 5 años de su fundación por el hartazgo social y el atípico liderazgo de AMLO que llevo a 30 millones de mexicanos a las urnas el 2018, de los cuales solo un millón eran militantes.

Su vertiginosa mutación de oposición a partido en el poder no ha podido ser digerida en sus estructuras de mando, el antagonismo de dos visiones diferentes, lo tiene confrontado y convulsionado, los reiterados regaños del presidente dan cuenta de su molestia por la falta de acuerdos y los evidentes niveles de rijosidad interna, al grado de amenazar con deslindarse de la marca partidaria que el mismo fundo. El desorden y los desacuerdos, obliga a uno de ellos a ponerse el huarache antes de la espinada, y preparar una ruta de salida para atajar desbandadas hacia la derecha que esta empecinada en truncar el avance de la transformación en México iniciada en este gobierno.

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