El payaso en la senda de la guerra sólo podrá traer , al final del día , una calamidad . Y, tendremos mucha suerte si este final obvio no se transforma en un Apocalipsis.
Todos sabemos que el poder intoxica, corroe hasta el acero templado de las mentes más brillantes y el carácter forjado en los principios.
Ahora, imaginen lo que no hará sobre un individuo atacado de taras psicológicas evidentes , en que la más inocua parece ser un narcisismo demencial o bien, la obsesiva y patológica tendencia por mentir . Dejemos de lado el ataque diario contra las libertades de expresión y de prensa.
O el infame decreto migratorio que dejó al desnudo un odio racial visceral contra el «otro», el diferente, el «extranjero», plasmado en la manifestación de una islamofobia sin control. Intentemos olvidar, por un nano segundo , el desprecio por la constitución ( «the law of the land»), el voluntario desconocimiento por los principios básicos de la democracia y, hasta , el aberrante desprecio por las normas mínimas de la decencia humana.
Al final, fue este ejercicio, al estilo de los «monos sabios» chinos,que hicieron los conservadores para elegir a un monstruo , que además ha reducido una grande nación , a un diario , exasperante y corrosivo rosario de ridículos momentos , seguidos de infantiles tweets, de su primer mandatario. Estados Unidos está de rodillas ante la «doctrina» Trump de la «falsa política».
El resto del mundo entre la sonora carcajada y la mareada de vomito . Los televidentes exhaustos, agotados bajo la ola de » alternative facts». Intentemos cerrar los ojos , los oídos al acumular de pifias diplomáticas , de metidas de pata administrativas y de mafiosas redes de influencia . Aún así nos quedará el inminente peligro de un payaso en la senda de la guerra.
Un payaso con los códigos nucleares en las manos, que expulsó al jefe de estado mayor del Consejo de Seguridad Nacional para «entronizar» al neonazi de Bannon, cuyo lema es provocar la guerra entre » cristianos y musulmanes» . Un payaso que , literalmente, da la orden para atacar en Yemen, sobre información recibida durante una cena con «Mad Dog» Mattis y el efebo Kushner, entre el plato fuerte y el postre.
Un payaso que lanza un operativo de alto riesgo, mal preparado, sin coordinación con información de inteligencia en una de las regiones más hostiles , más inestables y de difícil acceso del mundo . Con la liviandad de quién piensa que es un juego de video desde el confort de un sillón en la Casa Blanca.
El resultado es una calamidad . Una de muchas que están por venir .Un ejercicio mortal para » buscar» papeles , sin un objetivo serio a capturar. Saldo : un marine muerto, decenas de civiles masacrados , tres otros marines gravemente heridos, un avión militar de millones de dólares destruido. Resultado » geoestratégico» del raid: un video que el Pentágono tuvo que retirar de su briefing, porque ya todo el mundo había tenido acceso a él, hace meses, vía YouTube.
Un payaso en la senda de guerra que pone en riesgo vidas humanas como una ocurrencia propia de la estupidez de quién piensa que un raid en Yemen es un mandado en Manhattan. Claro que el resultado es un desastre, el final solo puede ser la calamidad anunciada . Un payaso en la senda de la guerra es mucho más que un payaso . Es un inminente y presente peligro.
Un payaso en la senda de guerra que no escucha los briefings de inteligencia, que no tiene una pinche idea del terreno, que piensa que todo lo puede reducir a «alternative facts».
Un payaso cuyas ordenes ejecutivas son destrozadas en los tribunales por inconstitucionales .Un payaso que abre la presidencia con un «acto de guerra» contra México (el «Muro» es un acto de guerra) y que , como gesto «apaciguador», propone «asistencia militar» al enviado de Peña Nieto.
Un payaso que ahora va estrellarse contra Irán. Abandonar Ucrania. Transformar todos nosotros en potenciales «daños colaterales «.
Si, esta amenaza diaria contra la seguridad internacional y, contra las propias prioridades de seguridad de Estados Unidos , no es un fundamento para el «impeachment» , para la remoción , entonces no sé que resta .Porque algo tengo muy claro, los payasos en la senda de la guerra, son el anuncio de muertes inútiles por millares .»