Este lunes los dirigentes nacionales de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática acudieron a la Organización de Estados Americanos (OEA) para solicitar una resolución y se dirija una recomendación a México sobre la elección del 6 de junio, aun cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que esa instancia emitió ya una opinión y no reportó incidencias graves.
Como habían anunciado, los líderes de la coalición Va por México se reunieron con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, a quien entregaron una carta en la que piden se manifieste sobre la supuesta intervención, consentida o pactada por el gobierno federal, del crimen organizado en las elecciones, según el testimonio del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles.
Los líderes de este frente que ellos denominan” VA POR MÉXICO”, o no saben, o precisamente porque saben cuál ha sido el vergonzoso papel que ha jugado la OEA en los procesos democráticos de nuestros pueblos de América Latina. Son incontables sus acciones de intervención e injerencia en los asuntos internos de varios países para apoyar y respaldar a los grupos más reaccionarios de las oligarquías que se oponen a los avances democráticos.
Basta con presenta dos casos en la Historia de los movimientos de liberación de nuestros pueblos; el primero, cuando se reunieron las cancilleres de los países de América convocados por la OEA en Punta del este, Uruguay en 1962, con el objetivo de expulsar a Cuba de este Organismo. En su momento, esto dijo el comandante FIDEL CASTRO, sobre esta actuación de la OEA “Los acuerdos obtenidos por Estados Unidos con métodos tan bochornosos que el mundo entero critica, no restan, sino que acrecientan la moral y la razón de Cuba, demuestran el entreguismo y la traición de las oligarquías a los intereses nacionales y enseña a los pueblos el camino de la liberación. Revela la podredumbre de las clases explotadoras, en cuyo nombre hablaron sus representantes en Punta del Este. La O.E.A. quedó desenmascarada como lo que es: un ministerio de colonias yanquis, una alianza militar, un aparato de represión contra el movimiento de liberación de los pueblos latinoamericanos”
El segundo caso, igual de bochornos, fue el papel desempeñado por su Secretario General Luis Almagro en las elecciones presidenciales de Bolivia en el 2019.
Datos electorales del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) concluyeron que no existieron elementos para sospechar que hubo fraude en las elecciones presidenciales de octubre pasado en Bolivia. En su momento, a propósito de esto, el Canciller Marcelo Ebrard declaró “México exigirá a la Organización de Estados Americanos (OEA) aclarar y explicar las deficiencias en su informe en el que afirmó la existencia de una estafa electoral en el país sudamericano.
En contraste, la OEA concluyó que había encontrado pruebas que apuntaron a la manipulación de las elecciones. Este argumento fue empleado por los golpistas para demandar la destitución de Evo Morales y presentar a la opositora Jeanine Áñez ante el Congreso en compañía de las fuerzas armadas.
. Añadió que el informe de la OEA sobre las elecciones de Bolivia y su reciente ratificación, tienen una intencionalidad política pues no contienen pruebas fehacientes de alteraciones informáticas.
El expresidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, afirmó en la red social de Twitter que Luis Almagro es el único vergonzoso en la trama del golpe de Estado en Bolivia que derivó en masacres, porque los alentó con su informe falso.
El mensaje de Morales afirma que Almagro pretende escabullirse de su responsabilidad con declaraciones incendiarias en busca, otra vez, de la desestabilización democrática. La víspera, el Ministerio de Relaciones Exteriores aquí denunció en un comunicado que el líder de la OEA practica la injerencia en los asuntos internos del país andino con el objetivo de “coordinar procesos de desestabilización”.
Solo entre octubre y diciembre de 2019, al menos 37 personas murieron en estos enfrentamientos, según un reporte de la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
Evo Morales fue presidente de Bolivia durante casi 14 años y, tras renunciar, salió del país el 11 de noviembre de 2019. Regresó el 9 de noviembre de 2020, luego de pasar casi un año exiliado en Argentina y tras la victoria en las urnas de Luis Arce, quien actualmente gobierna el país.
Los líderes de la derecha mexicana, pretenden solicitar la intervención de Washington, con el pretexto del narcotráfico, en su desesperación e impotencia de no poder enfrentar ni debilitar el Presidente de la República, buscan que fuerzas del Imperio vengan en su auxilio para tratar de imponer un gobierno títere a sus designios.
En ese afán, no les importa presentarse como traidores a la Patria, porque para ello “su Patria” es la corrupción, el saqueo y la entrega de las riquezas a las compañías extranjeras. En los hechos se parecen mucho a los conservadores del siglo 19 denunciando el gobierno de Juárez en Europa y ofreciendo a Maximiliano el país.
Si tan preocupados andan por la intervención del narcotráfico en la política, ¿habría que preguntarles qué hicieron en el sexenio de Felipe Calderón que convirtió al Gobierno en auténtico NARCOESTADO, por qué se quedaron callados y nunca denunciaron ni pidieron la intervención de fuerzas extranjeras? Al menos que digan “que no sabían nada” como lo dijo Felipe Calderón de su Vicepresidente GARCÍA LUNA, con el que juntos celebraban pactos y acuerdos con alguna de las mafias para perseguir a los contrarios, aunque el incumplimiento de estos acuerdos mafiosos le haya costado a Calderón los atentados y la muerte de dos de sus Secretarios de Gobernación.
Lo positivo de estos hechos, es que el pueblo de México está observando y tomando conciencia en donde están sus aliados y en dónde están los traidores a la Patria.