Acá entre nos…
Doble disculpa inicial
Este material sobre metales pesados y metaloides en el agua de uso humano en Zamora aparecerá en cuatro partes (esta es la tercera). Por lo fragmentado y tedioso, una disculpa. Una más, por preocupar a nuestros lectores por una condición que vivimos a diario y que no causa mayor problema. Dicho de otra manera: cursamos situaciones peores (covid19, homicidios violentos, aumento en los precios). Así que un poco de manganeso en algunos pozos profundos, es nada.
Sin embargo, hablar de esto tiene la finalidad de llamar la atención de los tomadores de decisiones para que el soñado saneamiento de la cuenca incluya el agua que usamos las personas en la vida diaria; vale aspirar, a que no sólo que el agua de riego esté libre de coliformes (Escherichia coli y otras).
Sostengo esta necia idea: la rehabilitación, el saneamiento de la cuenca del río Duero-Lerma debe tener, al centro, la calidad de vida de las personas. Todo plan, programa, intención, ha de ubicar como prioridad número uno la calidad del agua de uso humano.
¿Qué es el manganeso y cómo puede afectar la salud?
Es un metal en transición parecido al hierro. En la naturaleza se encuentra, en forma de óxidos asociado al hierro. La industria lo utiliza en la producción de baterías desechables estándar y de acero (inoxidable), entre otras aplicaciones.
El manganeso es un elemento nutritivo esencial y la ingestión diaria de una cantidad pequeña es importante para mantener buena salud.
Pero, como ocurre con todas las sustancias, puede afectar la salud de las personas. Y, ¡claro! Los efectos de cualquier sustancia peligrosa dependen de la dosis, la duración y el tipo de exposición, la presencia de otras sustancias químicas, así como de las características y los hábitos de la persona. Así lo comenta la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR)
Sin ser absolutamente concluyentes, “Los estudios en niños sugieren que la exposición a niveles extremadamente altos de manganeso puede producir alteraciones en el desarrollo del cerebro, incluso alteraciones del comportamiento y en la capacidad de aprendizaje y la memoria” (ATSDR, acceso 10-12-20121)
Colegas de la Universidad Tecnológica de Tula advierten que: “A pesar de que son escasos los estudios relacionados con el riesgo asociado a la exposición de estos metales, a través del agua de consumo humano, se han encontrado evidencias de que el manganeso está relacionado con problemas neurológicos, cognitivos y de comportamiento en niños que han estado expuestos a manganeso; y que a elevadas concentraciones se relaciona con incrementos en los niveles de irritabilidad, agresiones, hiperactividad y comportamientos antisociales y efectos neuroconductuales, lo cual ha sido estudiado en niños de 6 a 13 años (Hernández, et al 2017, Revista Reaxion, Universidad Tecnológica de León, acceso 8-12-2021 ).
La revista cubana digital, Ecured, refiere que “investigadores de la Universidad de Québec, la Universidad de Montreal y la Escuela Politécnica de Montreal, Canadá, analizaron los resultados de 362 niños, de 6 a 13 años, que viven en hogares abastecidos por las aguas subterráneas en Québec (…) midieron la concentración de manganeso en el agua de las casas de los participantes, así como los niveles de hierro, cobre, plomo, zinc, arsénico, magnesio, calcio. Posteriormente cada niño fue evaluado con una batería de pruebas para evaluar la capacidad cognitiva, las habilidades motoras y el comportamiento.
Los resultados demuestran que el promedio de coeficiente intelectual de los niños cuyos niveles de manganeso en el agua eran del 20% o más fue 6 puntos inferior al de los niños cuya agua contenía poco o nada de manganeso. El análisis de la asociación entre el manganeso en el agua potable y el coeficiente intelectual infantil tuvo en cuenta además diversos factores como los ingresos familiares, la inteligencia materna, la educación materna y la presencia de otros metales en el agua (https://www.ecured.cu, acceso 10-12-021).
Los parámetros de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) nos proporcionan un descanso. Y bien podemos no hacer mucho caso a los estudios canadienses, cubanos y, menos, a los de Tula, estado de Hidalgo.
Según la EPA, la exposición a concentraciones de manganeso de 1 mg/L en el agua potable por hasta 10 días no causará efectos adversos en un niño. También ha establecido que la exposición de por vida a concentraciones de manganeso de 0.3 mg/L no causará efectos adversos.
A pesar de todo …
El viejísimo estudio del CIIDIR-IPN de 1997 encontró manganeso en toma domiciliaria (0.67 mg/l) y en pozo profundo (0.39 mg/l), niveles superiores al límite máximo permitido según la norma. Años después, en 2008, el gobierno municipal de Zamora, Michoacán, encargó otros estudios para medir la presencia de metales pesados en el agua de la red pública.
Los estudios fueron realizados por Ecotec, S.A. De C.V, Zapopan – Guadalajara y por el Centro de Estudios Medio Ambientales (CEMA) de Morelia. Del cuadro comparativo de resultados se leen los miligramos por litro de agua encontrados de manganeso en los citados pozos.
La detección de manganeso en pozos de abasto domiciliario en miligramos por litro (mg/l) que rebasan 015 mg/l fueron los siguientes: Tres Estrellas 0.36 (Ecotec 1) 0.316 (Ecotec 2) y < 0.121 (CEMA); Los Laureles 0.232 (Ecotec 1), 0.211 (Ecotec 2); < 0.121 (CEMA); Salinas de Gortari 0.19 (Ecotec 1), 0.209 (Ecotec 2), 0.151 (CEMA); El Porvenir, 0.454 (Ecotec 1), 0.974 (Ecotec 2), 0.566 (CEMA); Valle Verde, 0.24 (Ecotec 1), 0.301, (Ecotec 2), <0.121 (CEMA); Jacinto López, 0.279 (Ecotec 1), 0.498 (Ecotec 2), 0.402 (CEMA).
En la Estancia de Amezcua, Arboledas sección II y La Floresta no se detectó manganeso.
¿Qué hacer?
Hay pocas alternativas frente a la presencia de manganeso en el agua de la red de abasto domiciliario. Sobre todo si la fuente, como se infiere, es el tipo de material rocoso del subsuelo. No hay industria metalúrgica ni de baterías en Zamora.
Puede ser provechoso no preparar la comida con agua de estos pozos para evitar una mayor concentración por ebullición. Supongo (no soy químico ni chef para afirmarlo con fuerza) que al cocinar un rico menudo, pozole o fríjoles, al cabo de 2 o 3 horas, nos quedamos con más manganeso en la olla.
Por pura curiosidad: durante unos tres días deje agua en vaso de vidrio. Pronto verá un polvo o una masa blanca de algo, quizá sales de calcio, quizá manganeso. Sabe Dios!!
Acá entre nos, no hay mucho que podamos hacer cada uno, solitos; se requiere una acción colectiva, social amplia y una acción gubernamental coordinada.
Zamora, Michoacán, 13 de diciembre de 2021
jlseefoo@hotmail.com