“Entre los hombres, los líderes hablan, los caballeros deciden y los héroes actúan”… Anónimo.
Uno de los grandes pendientes de nuestro país, es que la rendición de cuentas; los errores involuntarios, pero sobre todo, los premeditados, se mantienen en la impunidad, por ello la corrupción es un cáncer que paulatinamente destroza la credibilidad de las instituciones.
Ante semejante escenario, el ciudadano común, el que no tiene cuates en la administración pública, el que no tiene una empresa que pueda ofrecer sobornos para ganar las mejores licitaciones, podría esperar un respuesta ejemplar, que sancione lo que, los poderes públicos, en este caso el Legislativo, no quiso hacer.
Recordará usted, estimado lector, que la Septuagésima Tercera Legislatura entregó el año pasado la Presea Melchor Ocampo al grupo musical “Hermanos Jiménez”, que entre sus creaciones e interpretaciones artísticas, destacan los “narcocorridos”.
Diputados de todos los colores, argumentaron que votaron ignorando la trayectoria del grupo galardonado; otros dijeron que no votaron en contra, porque en el reparto del pastel que tienen las fracciones parlamentarias esa decisión le tocó al PRI y en estricto sentido a Raymundo Arreola. Y pese a reconocer el error, optaron por el olvido y ya no corrigieron.
Este año son 4 las propuestas para que el próximo 5 de junio alguna persona o institución reciba el devaluado reconocimiento; se trata de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo que está festejando 100 años de prestar servicio; La Universidad Jefferson, el diseñador del escudo de Michoacán, Eleazar Agustín Cárdenas Castro, quien falleció el año pasado, y el líder de los autodefensas, José Manuel Mireles Valverde.
Tras algunas entrevistas con diputados, me aseguran que Mireles Valverde está prácticamente descartado y que la tendencia apunta a la Casa de Hidalgo y/o Agustín Cárdenas.
Los diputados Pascual Sigala y Carlos Quintana, integrantes de la Junta de Coordinación Política, me aseguraron que esta vez nadie lleva mano, que ninguna fracción parlamentaria es dueña de esta rebana de pastel, así que para elegir al galardonado, tendrán que ponerse de acuerdo.
En medio de toda la polémica, lo realmente importante es que quien o quienes resulten ganadores, tomaran la decisión de corregir de manera ejemplar, el grave error cometido por esta legislatura, el año pasado. Y es muy simple, bastará con decirles: NO GRACIAS, señores diputados, no podemos recibir una medalla que se le ha entregado a quienes hacen apología del crimen organizado.
NO GRACIAS, porque no nos hace falta una medalla para tener el reconocimiento de la población, más aún, si hablamos de la Universidad Michoacana o el artista Agustín Cárdenas.
NO GRACIAS porque queremos sentar un precedente para que el resto de sus responsabilidades las lleven a cabo con toda atención, con profesionalismo, sin excusas… Un reconocimiento es importante, pero lo es más, que se haga lo correcto desde todos los poderes, especialmente cuando la corrupción y la impunidad se mantienen como los amos y señores de este país.
Así que más allá de la decisión que tomen los legisladores el próximo lunes, primero en la Junta de Coordinación y luego en el Pleno Legislativo, lo realmente importante será la decisión del ganador.
Me queda claro que decir NO GRACIAS, en el caso de la Universidad Michoacana será más complicado por su dependencia económica de los poderes en turno, situación que ha empañado su polémica autonomía; y sin embargo, sé que si quieren sentar un precedente, hay catedráticos, alumnos, empleados e integrantes del Consejo Universitario, que seguramente estarán de acuerdo en que la Máxima Casa de Estudios de Michoacán, no podría ocupar la misma posición de quienes le componen corridos al crimen organizado.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias. cmongem@hotmail.com