POR ANDRÉS RESILLAS//
“Están violando la presunción de inocencia de mi patrocinado”, dijo con vehemencia el abogado defensor de Israel cuando la juez María Consuelo López Ramírez declaró como vinculado a proceso judicial al único sospechoso de la muerte de las dos jóvenes, cuyos cuerpos sin vida aparecieron en la presa de Cointzio.
“La Fiscalía lo único que tiene como prueba es una placa vehicular extraviada y unas manchas de sangre, las cuales ni siquiera se han comprobado que sean de humano”, remató el litigante.
Las palabras de la defensa calaron hondo en la juez. Y no era para menos.
Durante más de 10 horas el Ministerio Público defendió su acusación de que Israel tuvo algo que ver en la muerte de las muchachas. Pero sólo centró su argumento en la placa de la camioneta de su propiedad, encontrada a 17 metros de los cuerpos.
Es más, la Fiscalía no tiene una teoría de cómo fueron ultimadas las víctimas. Lo único que hizo fue encontrar al propietario del vehículo que portaba la placa extraviada; haber ubicado unas manchas de sangre en un colchón King size y en la propia camioneta.
Lo cierto es que hay más interrogantes que respuestas en el feminicidio de Cinthia (nombre ficticio de la menor) y de Dalila. Veamos:
1.- Los peritos concluyeron que la presa de Cointzio no fue el lugar donde asesinaron a las chicas. ¿Dónde fue?
2.- Hubo forcejeo y lucha al momento de ultimarlas.
3.- Israel no presenta rasguños ni golpes en su cara y cuerpo.
4.- Las dos tenían residuos de alcohol en la sangre, es decir, estuvieron bebiendo y conviviendo con sus asesinos.
5.- Su vehículo presenta también manchas de sangre.
6.- La propia juez admitió que pudo ser uno o más los asesinos de las muchachas.
7.- La Fiscalía jamás ha hablado de cómplices. Ni tampoco si Israel es el autor material, intelectual o cómplice en los asesinatos de las jóvenes.
8.- No se sabe dónde estuvieron conviviendo las muchachas con sus victimarios.
9.- El cuchillo localizado dentro de la camioneta dio negativo en las pruebas para encontrar restos de sangre.
10.- La Fiscalía dice que se encontró una huella de rodamiento en el lugar donde estaban los cadáveres, pero no ha demostrado que ese indicio corresponde a las llantas de la camioneta Ford Lobo, color azul, propiedad de Israel.
11.- Hay por lo menos ocho personas dispuestas a declarar ante el juzgado que la placa de la camioneta se extravió desde antes del 10 de mayo y que Israel jamás estuvo en la presa de Cointzio dentro del plazo en que ocurrieron los asesinatos.
No pasó tampoco desapercibido de que los representantes de la Procuraduría de Justicia no les importaba si Israel fuera o no culpable, sino tener a alguien como responsable de los asesinatos para que la indignación de la opinión pública bajara de intensidad.
Mientras la defensa de Israel fue integrada por sólo dos abogados, la Procuraduría mandó a seis para defender sus pruebas. Fue evidente que estaban desesperados por retener en la cárcel a Israel.
Y no se diga a las representantes de la Comisión Ejecutiva de Víctimas y del DIF, que siempre se prestaron a ser comparsas de la Fiscalía. Carecieron de objetividad en el juicio.
Yo pensé: este es un horrible y monstruoso crimen, que indigna y degrada al ser humano. Pero también, si no somos capaces de aplicar la justicia y se castiga a un inocente, será igual de horrible y monstruoso.
La juez María Consuelo López Ramírez tardó dos horas con 10 minutos en dar su veredicto. La mayor parte de su tiempo lo dedicó a describir los hechos objetivos e irrefutables.
Pero cuando trató de justificar la vinculación de Israel con el asesinato de las muchachas, sus argumentos fueron endebles y ella misma lo reconoció.
Incluso, se dirigió al imputado una y otra vez para explicarle su veredicto, tratando de justificarlo. Es más, le
dijo que en el transcurso del proceso judicial que viene, se pueden cambiar las circunstancias de su situación jurídica, pues hay investigaciones y peritajes por realizar, que pueden virar el curso del caso.
Como por ejemplo, la prueba genética en las muestras de sangre tendrá que definir si el ADN corresponde al de las víctimas. Eso será decisivo.
¿Es culpable Israel de los asesinatos de Cinthia y Dalila?
No lo sabemos. Lo único cierto, en estos momentos, es que está muy lejos el esclarecimiento de este femenicidio y también muy lejos de que se le haga justicia a estas víctimas.
Desgraciadamente aqui en las fiscalias de la pgj de morelia estan acostumbrados a incriminar a la gente inocente, con el objetivo de cumplir las presiones de trabajo, sin importarles a quien se lleven entre las patas.. En pocas palabras les vale madre castigar a un inocente haciendo todo lo contrario al procedimiento penal…usando como primer objetivo la TORTURA, VIOLACIONES A LOS DERECHOS PROCESALES ASI COMO LA IMPOSICION DE DEFESORES QUE SE PRESTAN PARA HACER LAS COSAS COMO SE LES PLASCA.. tienen a la lic. Gutierrez villaseñor que se presta para incriminar a gente inocente, junto con algunas fiscales y mp.