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Cuando llego a Chiapas estaba la situación del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y estaba Don Samuel Ruiz al frente de la Diócesis, y sin duda que todos los reflectores estaban en Chiapas.
Los Dominicos, estuvieron en contacto con gente de la UNAM y supieron de las condiciones socioeconómicas de pobreza en que se encontraba América Latina, y luego tenía también yo la experiencia del movimiento social de 1968, por lo que tenía yo todo una preparación definida.
Yo entro al ejercicio sacerdotal decidido a hacer valer el Evangelio en ese mundo que se estaba deteriorando.
La primera parroquia en que estuve fue en Ciudad Altamirano, Guerrero, y también en esa zona se había registrado la guerrilla, entonces sí había una preparación remota desde el punto de vista ideológico.
Pregunta:
Monseñor Raúl Vera, se observa que el Episcopado Mexicano, la mayoría de los obispos están muy acomodada frente al sistema, frente a los poderes fácticos, y a veces como adormecidos frente a la serie de reformas que está impulsando el Papa Francisco II, usted como sacerdote, cómo observa esta situación y que le recomendaría a la Iglesia mexicana para que deje este marasmo en el que está y dé los primeros pasos de esa reforma interna.
Raúl Vera:
Bueno, en primer lugar la Reforma a la Iglesia ya la decretó el Concilio Vaticano Segundo y de manera muy especial el Episcopado Latinoamericano ha puesto siempre sus documentos y la mira en esa Reforma y en esa sensibilidad hacia los pobres.
Qué esperaría yo. Ahí en esa Aparecida, es cuando se nos invita a poner nuestras Iglesias, nuestra Diócesis en una estado de misión permanente, y en esa Aparecida dice que tiene que haber una conmoción en nuestras iglesias, una conmoción que nos impida el estancamiento, el que nos impida acomodarnos, que nos impida estar lejos del sufrimiento de los pobres, yo creo que ahí nosotros tenemos una palabra, y está precisamente en los documento de Aparecida.
Yo creo que nosotros como obispos de América Latina y el Caribe tenemos una indicación bastante fuerte de estar escrutando los signos de los tiempos. Y hay que responder a esas situaciones.
Creo que nos tenemos que poner ante la realidad y dejar de estar replegados dentro de la Iglesia, construyendo una Iglesia para nosotros, a nuestra medida, a nuestra disposición.
Le preguntaré sobre diversos temas y le pido que su respuesta sea concreta monseñor Raúl Vera:
¿Pederastia?
Una vergüenza para la Iglesia, una situación que tenemos que pagar, que tenemos que desterrar.
¿Violencia e inseguridad en México?
Es el efecto de una clase política muy alejada de la comunidad social. Muy lejos. Y que soporta por medio de la corrupción y la impunidad.
¿Qué piensa de las Reformas del Papa Francisco?
Es poner de manera muy fresca lo que el Concilio Vaticano Segundo ya le pidió a la Iglesia con todas sus fuerzas, poner el aire fresco del Concilio en este momento de la vida del mundo en la Iglesia.
¿Qué piensa el Papa Francisco?
El papa Francisco tiene un Don de Dios, es un hombre justo, es un hombre muy espontáneo, lo considero un profeta de Dios.
¿Qué piensa del nuevo Instituto Nacional Electoral?
Es un paso más de este gobierno policiaco que estamos teniendo, es otro paso hacia la dictadura que quieren poner.
¿Elecciones?
Desgraciadamente es más de lo mismo. No hay esperanza para que nuestro México tenga una verdadera democracia.
¿La mujer en la Iglesia?
Es una vergüenza en donde la tenemos, es algo que nosotros tenemos que revisar muy seriamente. La mujer tiene, desgraciadamente, poca decisión en las partes más importantes de la Iglesia.
¿Las televisoras nacionales?
Han pintado de mediocridad a nuestra patria, en lugar de elevar más el sentido de la cultura, de ayudar más a la democracia, la destruyen.
¿Los homosexuales?
Son personas que tienen una gran debilidad, pero que son personas que están aportando con su responsabilidad personal a la sociedad y tenemos en la Iglesia que profundizar más en la verdad científica, para entender las condiciones de una persona homosexual.
¿La opción por los pobres?
Es algo que es una gloria para la Iglesia Latinoamericana, es esa la que ha aplicado el Concilio desde los pobres, desde un trabajo pastoral que tenga como primacía a los más abandonados del mundo.
¿Qué piensa del Presidente Enrique Peña Nieto?
Es un hombre que se caracteriza por ser el que más radicalmente está aplicando el neoliberalismo económico en nuestro país. Ya habíamos tenido otros presidentes con este corte, el señor De la Madrid, el señor Zedillo, el señor Salinas de Gortari, los dos presidentes del PAN, pero el señor Peña Nieto se está luciendo, está poniendo a los pies del capital del mundo a los mexicanos como esclavos.
¿La Teología de la Liberación?
Es una reflexión que tiene una grandísima cualidad y que mientras existan pobres en el mundo, la reflexión ideológica que ha iniciado la liberación tiene que estar presente no sólo en América Latina, sino en toda la Iglesia.
¿El Papa que renunció, Benedicto I6?
Fue muy valiente, fue muy coherente. Habló con mucha fortaleza y dijo que no tenía la energía de que no tenía las condiciones físicas y la fortaleza para llevar adelante a la Iglesia, fue una decisión muy valiente.
¿Qué piensa de la clase política mexicana?
Es un grupo, desgraciadamente, que tiene un enorme poder y que se ha puesto, junto con el presidente de la República, al servicio de los grandes capitales del mundo, al servicio de las grandes potencias, de las multinacionales. No lo veo de otra manera, son verdaderos mercantes de la carne humana.
¿Los obispos mexicanos, cómo les ve usted?
En estos momentos, de unos años para acá, los veo muy plegados al poder, los veo muy condescendientes con las políticas públicas, totalmente contrarias al Evangelio que están aplicando. Los veo poco críticos, poco proféticos.
¿Los migrantes?
Los migrantes son el efecto más cruel, más infame de este modelo de economía, porque los migrantes se resisten a que se paguen los salarios de miseria, que especialmente en los países pobres van a pagar las multinacionales, por eso huyen de sus propios países, para ir donde las grandes multinacionales, en primer lugar, disfrutan del dinero, porque son países bien plantados, y en donde tienen que pagar buenos salarios. Es el efecto más inhumano de este modelo económico.
¿El respeto a los derechos humanos en este país?
Hay una deuda enorme. Hay una gran hipocresía, desgraciadamente, nuestro gobierno firma todos los compromisos, las convenciones, los tratados internacionales en derechos humanos, pero después cuando se trata de aplicarlos, sí, incluso los meten en la Constitución, pero meten leyes regulatorias en donde echan para atrás, todo.
¿Los Legionarios de Cristo y Marcial Maciel?
Tienen que hacer un examen de conciencia muy profundo, yo lo que veo más fuerte en ellos es la doble moral, su reflexión teológica ha sido muy superficial, tienen que hacer una reflexión teológica más profunda.
¿Cómo concibe la fe de los mexicanos?
Son personas muy probadas de su fe. La mayor parte del pueblo mexicano está sufriendo mucho. Pero esa gran parte del pueblo mexicano tiene mucha esperanza en la Iglesia y esto quiere decir que entiende la relación con Dios. No los acompañamos lo suficiente nosotros como Iglesia.
¿Tiene usted una visión muy crítica de nuestro país. Qué recomendaría para salir de esta situación, que tenemos que hacer?
Tú me preguntaste sobre la fe de los mexicanos y veo que ahí está nuestra salvación, pero tenemos que trabajar mucho, necesitamos estar comprometidos desde la sociedad civil, que tenemos que construir un sujeto social que tiene que ser nuestro país, tenemos que poner atención y organizarnos, de manera muy especial, para crear los cuadros suficientes en los barrios, en las colonias, en las rancherías, ahí en donde se están moviendo, en el campo, los pescadores, tenemos que generar un proceso en el que los mexicanos hagan el ejercicio de darse a sí mismo las leyes que necesitan. Yo veo que el gobierno mexicano se está plegando al modelo neoliberal, y el modelo neoliberal tiene como principal objeto reducir al Estado, a lo mínimo, y dejar que las leyes del mercado sean las leyes supremas, y esto está denunciado por la Iglesia y el propio Papa Francisco.
Entonces, es necesario que el pueblo retome un camino y reconstruirse, y reconstruir, lo que yo he llamado un constituyente popular, una constituyente ciudadana, en donde el pueblo experimente que él puede darse asimismo la ley. No tenemos más que llegar hasta el mismo ejercicio que nos da la Constitución en el artículo 39, darnos el gobierno que nosotros queramos, hasta ahí tenemos que llegar.
¿Cómo ve el futuro de la Iglesia en México?
Si nosotros nos decidimos a seguir las indicaciones, el ánimo, las luces que está poniendo el papa Francisco de irnos allá a las orillas, irnos allá a los últimos. Si nos damos cuenta que el Don de la Fe es el orden a crear el sujeto libre, el sujeto que ve con toda amplitud el presente y el futuro. Creo que tenemos que hacer en este ejercicio de convertirnos en una Iglesia misionera, que esté en una condición de misión permanente, entonces tendrá futuro. Pero si la Iglesia se quiere replegar y estar al amparo del Poder, quiere estar callada, no tiene futuro. El ejercicio que tenemos que hacer nos lo da el Poder de la muerte y resurrección de Cristo, eso es lo fundamental para la Iglesia. Y Esto nos abre un horizonte maravilloso, pero sólo así, y la misma realidad nos va llevar a eso. Que vamos a experimentar cada día más la derrota y cada día nos vamos a ver más aislados si nosotros no reaccionamos.
*Entrevista tomada del programa –Sacro y Profano del Canal 11 de televisión