
POR ANDRÉS RESILLAS
El 14 de marzo del 2020 Marisela G. había estado tomando a lo largo del día con una de sus ex parejas. Llegó a su domicilio en la colonia Ejidal Tres Puentes y se puso a ver la televisión. Estaba cansada.
De 32 años de edad Marisela tenía cuatro hijos y sus dos matrimonios habían fracasado. Todavía tenía la esperanza de encontrar su pareja ideal.
A las 11 y media de la noche sonó su teléfono. Era de un amigo con el que estaba saliendo y tenía ya una relación de pareja. Su nombre era Omar.
“Vamos a un antro, a divertirnos Mary”, le dijo Omar.
Marisela dudó. Estaba cansada y con unas copas encima. Pero ante la insistencia de Omar aceptó.
Las cámaras de la avenida Madero poniente, en la salida a Quiroga, registraron la llegada de un auto rojo marca Volkswagen tipo Vento al bar de nombre El Sinaloense. Eran las 11.50 de la noche.
Omar y Marisela se sentaron con un grupo con el que ya había estado conviviendo el primero de ellos. Se trataba de Dimas, El Güero, El Flaco, El Uber y otro desconocido.
Los amigos de Omar no conocían a Marisela. Era la primera vez que asistía a ese bar. Omar la presentó como su novia.
Departieron alegremente y a las dos de la mañana se les unió otra mujer de nombre Belinda.
A las 03:40 de la madrugada, las cámaras del C5i registran la salida del grupo del Bar El Sinaloense. Eran seis en total. Abordaron el vehículo rojo. Dimas era el propietario del auto y dijo que primero llevarían a un hombre que dijo ser su compadre y después seguirían la parranda.
Dejaron al compadre de Dimas y volvieron a la salida a Quiroga. Tomaron la avenida de San Juanito Itzícuaro.
Marisela seguía aturdida por las copas y en el interior del vehículo comenzó a decir:
“Ha ya sé quién eres Dimas, ya me acordé y también sé que te dedicas a vender droga”.
Al escuchar eso Dimas paró en seco el vehículo.
“Bájate a la chingada. No quiero que estés con nosotros. Y no sigas repitiendo mi nombre porque te va a salir caro”.
Marisela se enojó más:
“Pues me bajo y ya te tengo ubicado Dimas”. Después de decir esas palabras descendió del vehículo sobre la avenida San Juanito Itzícuaro.
Dimas arrancó el auto y alcanzó a escuchar a Marisela:
“¡Ya te lo dije Dimas, estás ubicado, cuídate!”.
Dimas volvió a frenar bruscamente y le dijo a sus acompañantes:
“Es ella o nosotros”. En ese momento dio media vuelta y alcanzó a Marisela. El Uber y otro hombre subieron por la fuerza a la mujer.
Dimas enfiló el vehículo rumbó al Parián, tomó una terracería y llegó a una calle despoblada.
Belinda y Marisela ya estaban discutiendo dentro del carro. Dimas paró el vehículo y todos se bajaron.
Marisela y Belinda se trenzaron a golpes. Ambas gritaban. Dimas y el Uber intervinieron en la pelea.
A las ocho de la mañana un reporte al 911 daba cuenta del hallazgo del cuerpo de Marisela tirado semi desnudo en una calle despoblada.
Personal de la Fiscalía levantó el cadáver de Marisela. Tenía el rostro completamente destrozado.
Los policías encontraron varios pedazos de concreto con manchas de sangre.
La necropsia reveló que Marisela recibió cerca de 20 golpes contundentes en varias partes de su cuerpo, pero más en su cabeza.
VINCULAN A PROCESO A UNO DE LOS SOSPECHOSOS
Omar G.U. se convirtió en el principal sospechoso de la muerte de Marisela pues una amiga de ella lo identificó como su pareja.
También las cámaras de la calle donde vivía Marisela dieron cuenta de su presencia a las 11.30 de la noche del viernes 13 de marzo.
Omar tiene una particularidad: es muy alto. Sus dos metros de estatura lo distinguen mucho, incluso sus amigos le apodan “El Chiquilín”.
También la Fiscalía solicitó los videos de vigilancia tanto del interior como del exterior del bar El Sinaloense. Desde el valet parking y todo el personal que laboró la noche del 13 de marzo identificaron a Marisela y sus acompañantes.
También, con el número telefónico de Omar, la policía rastreó los lugares donde estuvo hasta el 14 de marzo cuando salió rumbo a Zinapécuaro.
La policía siguió investigando. La pandemia del coronavirus paralizó a la población, pero poco a poco habían identificado a todos los que estuvieron junto a Marisela esa madrugada.
Uno de ellos no aguantó más la presión y dañado psicológicamente, acudió a la Fiscalía a narrar los hechos.
Ayer Omar, conocido como “El Chiquilín” fue vinculado a proceso y ya está preso en el Cereso Mil cumbres de Morelia. Él rechaza los cargos y dice que se defenderá. Incluso pidió una nueva defensa. Por lo pronto está acusado de feminicidio en agravio de Marisela, la que fue, efímeramente, su pareja sentimental.