POR ANDRÉS RESILLAS/SEGUNDA PARTE
Para las seis de la mañana del 23 de abril del 2019 ya se había consumado el asesinato del alcalde de Nahuatzen, David Otlica Avilés.
Gerardo Abarca y “El Motor” llegaron a esa hora a la casa de Herlinda, pareja del primero y madre de la entonces esposa de David Otlica.
Herlinda vio con estupor como “El Motor” tenía los pantalones manchados de sangre. Y con tono sorprendido preguntó: “¿Qué paso?
Gerardo Abarca le contestó cortante:
-“Fuimos a hacer un jale”.
Gerardo se metió a su recámara y sacó otros pantalones para que se los vistiera su cómplice. Después, los dos abordaron el Mustang rojo y se retiraron.
Desde entonces, jamás se supo más de “El Motor” y hasta el momento en las audiencias orales no se ha mencionado su nombre.
La muerte de David Otlica convulsionó otra vez el municipio de Nahuatzen. Donde existen varios grupos sociales, unos que se oponen al sistema de gobierno a través del Ayuntamiento y que ya están constituidos en Concejo Ciudadano de Nahuatzen y los otros, que aceptan la injerencia del gobierno municipal y están a favor de las elecciones.
En una primera instancia los rumores sobre la posible identidad de los asesinos estaban en todas las conversaciones de Nahuatzen e incluso algunos acusaron a los miembros del Concejo. Todo era confusión.
Pero la que sabía perfectamente de quiénes se trataban era Cristhian, la esposa de la víctima. Ella vio a los hombres llevarse a su pareja y uno de ellos era su padrastro.
Pasaron dos días de incertidumbre y el 25 de abril los arcados detectores del sistema de inteligencia C5 ubicaron al Mustang rojo entrando a Morelia. La Fiscalía actuó de inmediato y el auto fue interceptado en La Maestranza.
Lo conducía Gerardo Abarca, quien fue detenido y llevado a la sala de interrogatorios de la Fiscalía. En la cajuela del Mustang rojo se encontró un machete. Los peritos en criminalística señalaron que fue el instrumento con el que golpearon la cabeza a alcalde de Nahuatzen provocándole la muerte.
Unas horas más tarde el Fiscal Adrián López Solís convocó a una rueda de prensa en la que informó de la detención.
Gerardo Abarca guardó silencio desde el principio. No delató a su cómplice “El Motor” ni a otras personas. Por el cúmulo de datos de prueba reunidos por el Ministerio Público el juez de control del Poder Judicial lo vinculó a proceso.
En ese entonces Cristhian declaró que había defendido a su esposo y que incluso golpeó con un palo de escoba a su padrastro, quien junto con su compañero le decía a David Otlica que dónde estaban 400 mil pesos que tenía en su casa.
Gerardo supo desde el principio que estaba perdido. Testigos y pruebas materiales lo inculpaban directamente; dejó que el proceso judicial avanzara y el año pasado aceptó su responsabilidad en el asesinato, por lo que pidió un juicio abreviado.
El juez lo condenó a purgar una pena de 15 años de prisión por el homicidio de David Otlica. Esto sucedió el pasado 12 de febrero.
En las audiencias orales Gerardo Abarca siempre estuvo callado, inmutable. Todo lo dejó en manos de su defensa.
A excepción de la familia de David Otlica, el asunto se dio por concluido, salvo los trabajos de la Fiscalía para ubicar a “El Motor” quien hasta la fecha es prófugo de la justicia.
Sin embargo, el caso estaba lleno de dudas e interrogantes. El padre de David siguió insistiendo ante la Fiscalía que no todo estaba esclarecido y que siguieran investigando.
Fue la semana pasada cuando el caso de reactivó con la detención de Cristhian; y días más delante de Francisco H., secretario particular del alcalde David Otlica.
La versión de uno de los hijos del alcalde señalaba a Cristhian como coautora del crimen; el juez de control dio como válido el testimonio de la infante y ya fue vinculada a proceso.
También el juez consideró que no había suficientes indicios contra Francisco H, por lo que lo liberó el pasado domingo.
Cristhian tendrá que demostrar su inocencia y la Fiscalía hará todo lo posible por evidenciar que se trató de un complot contra el edil de Nahuatzen. El proceso judicial apenas empieza.
Ya veremos. Nota: toda la información aquí publicada fue vertida en la audiencia oral de vinculación a proceso de Cristhian A. y Francisco H.