Esa es la pregunta más comentada en el sistema político michoacano luego de darse a conocer la investigación que emprendimos hace cinco meses en torno a las finanzas y administración del Instituto Electoral de Michoacán.
¿Qué grupo o político está detrás de la investigación? También se interrogan los concienzudos analistas frente a sus interminables tazas de café.
No dicen que es una denuncia producto de una exhaustiva investigación, sino que se trata de un “golpe con fines políticos, de alguien que quiere perjudicar al presidente del IEM”.
Fueron cerca de 10 entrevistados sobre las finanzas del Instituto Electoral de Michoacán, entre funcionarios, consejeros, ex consejeros, ex funcionarios y representantes de los partidos políticos.
También se acudió a la ventanilla de Acceso a la Información Pública para saber sobre las adjudicaciones, contratos, bonos, horas extraordinarias, convenios con medios de comunicación, asesorías, en fin, se requirió de todo lo necesario para armar ese enorme rompe cabezas.
Se recopilaron entre 250 y 300 documentos oficiales, de un periodo desde 2007 al 2016.
Pero lo logramos. Acreditamos con documentos todas las especulaciones que se tenían de abusos y mala administración de Ramón Hernández Reyes.
Y nos referimos concretamente a Ramón Hernández Reyes porque de la investigación resultó que es él quien toma las decisiones en materia financiera en el IEM. Los 436 millones de pesos que se gastaron en las elecciones del 2015 los utilizó a su criterio personal, unilateral y arbitrario.
Nunca notificó al Consejo General de las transferencias presupuestarias que estaba realizando; creó su propia “licuadora” presupuestal. En algunos capítulos del presupuesto le sobró dinero y lo aplicó a otros sin consensar con los consejeros ciudadanos.
Claro, como les compró autos nuevos, les otorgó seis meses de horas extraordinarias y les dio dinero disfrazado de gastos operativos, pues todos contentos.
El golpe proviene del hartazgo que tenemos los ciudadanos de este tipo de funcionarios; que compran a consejeros y medios de comunicación para que no denuncien sus tropelías.
Viene también de que los periodistas, como muchos políticos y ciudadanos lo creen, de que somos unos incapaces de investigar la corrupción y los desvíos financieros; de que somos unos vendidos.
Tal vez los haya, de todo hay en la viña del señor, pero que no generalicen.
Los partidos políticos también tienen responsabilidad, porque han designado a funcionarios que no responden a los intereses ciudadanos, a la transparencia, a la honestidad que se requiere hoy y siempre.
No le busquen señores políticos y analistas. El golpe viene de una sola persona y es de quien escribe estas líneas. Mis maestros de la UNAM me dijeron que una denuncia se prueba, se verifica, se comprueba y se debe tener la ética profesional de exponerla a los acusados para que se defiendan.
Así lo hice, pero Ramón Hernández Reyes, se negó a recibirme. Y ahora miente cínicamente de que nunca lo consulté: ahí está su calidad moral. Si en este detalle miente, de qué no será capaz.
Solo expresar mi reconocimiento al trabajo de investigación al tiempo de expresar que, en efecto, la sociedad tiene esta cansada de tantas irregularidades que quienes la comenten, simplemente se defienden diciendo, «eso, eso esta enmarcado en la ley y punto».
Que tristeza es ver a un México el cual dicen con hambre y sed de justicia, pero al mismo tiempo, sumiso y callado.
Su trabajo periodístico y de investigación, sirva de ejemplo para todos. SALUDOS.
Andrés como siempre tu trabajo deja huella y pone el dedo sobre la llaga. Tu quehacer periodístico, sin duda, que nos obliga a quienes ejercemos esta noble profesión a dar voz al reclamo social que demanda un ¡Ya basta! de tanta corrupción. El estado requiere de periodistas comprometidos con Michoacán y por lo tal tu trabajo de investigación es un parte aguas en materia. Como siempre mi reconocimiento. Saludos fraternos.
Ahora resulta que cuando los descubren haciendo sus pillerias, son golpes políticos haganme el favor, y ahí están inmiscuidos todos los involucrados, tanto los qué se hicieron de la vista gorda por las dádivas con qué fueron beneficiados,así cómo los organos de control qué regulan al IEM. felicidades don Andrés por su gran trabajo periodistico.