CAPÍTULO 1. ASÍ ASESINARON AL TRANSPORTISTA DE MORELIA EL MIÉRCOLES PASADO

 

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POR ANDRÉS RESILLAS//

Cuando Gildardo inició sus actividades en la Ruta Morelia-Capula ese miércoles 26 de julio, como operador de la unidad 62, jamás imaginó lo que le pasaría: su muerte.

Se dirigía a Morelia y todavía no sabe en qué momento le voló el espejo lateral derecho a una camioneta pick up Chevrolet blanca; lo cierto es que había causado un daño y el conflicto estaba ahí.

La unidad 62 perteneciente a la Corporación Michoacana del Transporte (COMIT) salió del puente elevado y debido al aglutinamiento de vehículos, tanto el Urbano como la camioneta se encontraron violentamente.

El espejo lateral de la camioneta quedó colgando; algunos pasajeros se dieron cuenta y Gildardo también.

El vehículo afectado venía persiguiéndolo; Gildardo sabía que tenía que enfrentarlo, por lo que decidió estacionarse sobre la Avenida Madero, justo en el número 1580, frente a la sucursal de Banco del Bajío.

La cámara de seguridad de un gimnasio ubicado justo detrás de los dos vehículos, captó el momento en que el conductor de la camioneta blanca bajó aprisa. Era un hombre de estatura media; portaba una gorra beisbolera, con una playera blanca que tenía franjas de color tanto en sus mangas como horizontales; su pantalón era negro.

Mientras recorría el camión para llegar a la puerta delantera, el sujeto sacó un arma de su cintura; entró y al ubicar a Gildardo G. comenzó a dispararle. Nueve disparos consecutivos hizo el sujeto.

Gildardo no alcanzó a ponerse de pie para enfrentar a su rival; terminaba de poner el freno de aire del camión cuando sintió el primer disparo; de manera instintiva alzó su brazo derecho y se agachó para protegerse la cabeza.

El chofer del camión recibió tres tiros en el hombro derecho; tres en el brazo del mismo lado, otro más en uno de sus dedos; dos en las costillas y uno más en el estómago. La sangre brotó por todas las heridas.

El sujeto se dio medio vuelta y huyó. Los pasajeros estaban impactados. Eran unas diez personas. Por lo menos cuatro de ellos presenciaron directamente la artera agresión. Era impresionante como se desangraba Gildardo G.

El atacante subió a su camioneta, rebasó el camión y dio bruscamente la vuelta en la calle Pedro Fuentes, justo donde se ubica una sucursal de Banorte. Por ahí desapareció.

Los pasajeros tuvieron que bajar por la puerta trasera del camión, pues todos los escalones de la entrada delantera quedaron inundados por la sangre de Gildardo G.

Un simple incidente de tránsito, un choque, había terminado en tragedia; Gildardo G. de 35 años de edad fue llevado al Hospital Civil aún con vida, pero al llegar, murió.

SIGA ESTA HISTORIA, EN UNAS HORAS PUBLICAREMOS LOS SIGUIENTES CAPÍTULOS…

 

3 comentarios sobre «CAPÍTULO 1. ASÍ ASESINARON AL TRANSPORTISTA DE MORELIA EL MIÉRCOLES PASADO»

  1. Impresionante… Excelente narrativa… Muy buena crónica que invita a leer y seguir adelante con la lectura. No es de carácter alarmante. Así es como se debe escribir, no como lo monótono y enfadoso de todos los demás medios de comunicación que usan de manera alarmista la nota roja. ¡Felicidades amigo! Y mira que no me gusta leer la nota policíaca.

  2. No justifico lo que hizo esta persona, pero de manera personal he visto a manera prepotente y arbitraria de manejar de los choferes de estos camiones y cuando les reclamas algo son muy agresivos, creo que deberia realmente transito junto con cocotra poner en regla a todas estas personas

  3. Horrorosa la forma en que murió el servidor público consuelo a su familia, tener un arma no te convirte en un súper humano sólo hacer ver su triste argumento para defenderse ante la vida que pena de persona con fragilidad emocional a niveles impresionantes. Acabo con la unidad familiar de esta persona y también destruyo su vida por sentirse poderoso por tener un arma mentes pequeñas. Falta más educación y tolerancia.

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