OPINIÓN. LA SEGURIDAD INSEGURIDAD DE GODOY CASTRO. Por J. Luis Sefoó Luján

La cantidad de elementos y pertrechos que suelen acompañar a Silvano Aureoles Conejo cuando visita Zamora, como son policías, soldados, armas, patrullas, municiones y civiles que lo escoltan, dan la impresión de un “escudo” que protege a los altos funcionarios, pero quizá sea una falsa imagen tras la que se encubre la fragilidad gubernamental. Tal despliegue de fuerzas, más de alguna vez, ha motivado que en las redes se comente: “si en Michoacán hay seguridad, ¿por qué se exhibe tanta  fuerza? Y, ¿por qué usar helicópteros en todas las giras?

De igual modo, en la charla de banqueta, lejos de las privadas mesas de seguridad, se plantea el tema obvio: ¿por qué un alto funcionario –de la seguridad estatal- muere en accidente por circunstancias metereológicas o a causa de fallas mecánicas, falta de combustible o errores humanos?

Digan lo que quieran y puedan las autoridades informar, no es aceptable que ellos, los que componen el núcleo cercano al gobernador emprendan un vuelo sin conocer el estado del tiempo y sus cambiantes escenarios (nubosidad, visibilidad, velocidad y dirección del viento, presión atmosférica, tormentas eléctricas, etc.). La superficie de las montañas cambia de coloración y textura por la variante  vegetación, no en su ubicación ni  altura.

No es concebible que aborden un helicóptero sin una supervisión mecánica rigurosa antes de emprender el vuelo; tampoco que olviden cargar de combustible; ni que dejen la ruta en manos de  operadores sin experiencia o cansados. “Causas metereológicas” es la primera variable a considerar en el caso del miércoles 25 de julio en el evento referenciado en la localidad de Zárate, entre Platanillo y Maizal, cerca de Curucupatzeo, en tierras de Villa Madero.

En el accidente aéreo fallecieron Arturo Duclaux y Humberto Suárez,  pilotos; Germán Ortega, Secretario del Seguro Popular; y,  José Martín Godoy Castro, Secretario de Seguridad Pública de Michoacán.

Por la alta responsabilidad del puesto que ocupan, por los amigos y enemigos que se han ganado, y el gasto público dedicado a su seguridad y atenciones personales, no es aceptable que viajen como quien monta  su bicicleta “jitomatera” sin checar los frenos y sin contar con luces que adviertan de su presencia a otros conductores de vehículos motorizados.

Un individuo cualquiera al salir del norte zamorano hacia el centro mira las nubes negras y gordas en La Beata o la nublazón  más allá del Curutarán y tiene alta certeza de que lloverá. Los funcionarios de la Seguridad en el estado y los que trabajan para la aviación civil y/militar cuentan con equipo técnico y humano para advertir el comportamiento de la masa atmosférica en un espacio y  tiempo  tales que les permitan volar con un aceptable rango de certidumbre.

Legado de José Martín Godoy Castro

Si tomamos en cuenta que Godoy Castro estuvo colocado en los más altos puestos de la procuraduría de justicia y de la secretaría de seguridad, desde 2014 con Alfredo Castillo Cervantes (impuesto por la federación a Fausto Vallejo) y si extendemos la afirmación de Silvano Aureoles: “fue pieza importante en el cumplimiento y búsqueda de la pacificación en Michoacán”, entonces no es aventurado conjeturar que Godoy Castro no es ajeno al “michoacanazo” (2014); a la privación de la libertad y destierro de Mireles y 82 auto defensa (junio 27 del 2014); a  Ostula (julio 19 de 2015);  Calzontzin (febrero 24 de 2017); Arantepacua (abril 5 de 2017); Tiripitío (junio 21 de 2017); Santo Tomás (marzo 9 de 2019), el arme y desarme seguido de la aniquilación selectiva y/o de su privación de la libertad de autodefensas; el uso desmedido de la represión contra el magisterio, y una relación interminable de acciones y omisiones del ejercicio gubernamental de la violencia legítima.

En cuanto a la acción estatal contra el narcotráfico, los resultados visibles (aparentes) son la aniquilación y reestructuración de la Familia Michoacana y de Los Caballeros Templarios, el desmembramiento y reacomodo de Los Viagras y la consolidación del Cártel Jalisco Nueva Generación. En parte por las luchas internas y en buena medida por la acción gubernamental, La Familia Michoacana y otros grupos fueron severamente golpeados posibilitando que el Cártel Jalisco emergiere con renovados bríos. ¿Indirectamente el Estado contribuyó al fortalecimiento del CJNG?

¿Ex culpar a la delincuencia organizada  y/o transferir responsabilidades?

Godoy Castro y los funcionarios más próximos Silvano han construido –o copiado- interesantes conceptos para comprender las  causas de la violencia. Dos de las “perlas” más sobresalientes son atribuir al aumento de la temperatura ambiental efectos en la ocurrencia de hechos delictivos (Silvano Aureoles, agosto 1° de 2018) y conceptuar los homicidios como una resultante de la convivencia social. A esta sesgada idea nos referiremos ahora como uno de los legados de Godoy Castro.

No fue una ocurrencia del momento, en varias ocasiones el experto en cuestión expuso su brillante idea: “De los 60 homicidios que hay al mes 52 son de convivencia social, el margen que tenemos es muy reducido, pero vamos a trabajar para bajar estas cifras. Los 60 homicidios corresponden a dos terceras partes de los 113 municipios, hay un homicidio en un día y los restantes del mes no hay” (IM Noticias 27-01-2016).

Tres meses después diría: “El 90% de los homicidios en Michoacán son por convivencia social y no tiene que ver con la delincuencia organizada (…) los supuestos grupos delictivos que se dieron a conocer últimamente por internet no son estructuras reales…” (Godoy Castro en “Asi Es”, La Voz de Michoacán, 30-03-2016).

En esa misma comparecencia ante los medios, agregó: “Desde las instituciones de seguridad se trabaja para combatir el 10% de los homicidios que tienen relación con la delincuencia organizada y se pide a la población que ayude para que disminuya el restante 90% ya que son casos de convivencia social como el asesinato de la madre a sus tres hijas” (ibid, 30-03-2016).

No sin razón, el célebre Godoy Castro aludía a Martha Teresita Chávez que quitara la vida  a sus tres hijas de 3, 5 y 7 años de edad, “para no sufrieran en la vida” (marzo 21 de 2016), pero la mayoría de los homicidios en Michoacán no son de ese tipo.

José Martín estaba persuadido de que la fuente de los crímenes no era la delincuencia organizada ni la violencia gubernamental, la gente se mata solita por riñas personales, familiares. Por eso solía decir:“En Michoacán traemos cerca de 80 delitos de convivencia social, en otros estados bajan los homicidios por convivencia hasta 10, 15 o 20, aunque desaparezca la actividad delincuencial, vamos a permanecer con ese número” (IDI Brenda Barajas, 9-II-2018).

Godoy Castro será recordado por tantas familias lastimadas por la policía y por la nuevas generaciones de estudiosos que abrevan  en los clásicos de la criminalogía.  Este estudioso de la conducta humana delictiva también contribuyó con esta propuesta: la mala percepción de la población hace que los homicidios y la delincuencia en general parezca mayor de lo que es.

En septiembre de 2018, en el marco del foro  “A mitad del camino” desarrollado en la Casa de Gobierno, José Martín  ofreció un mayor desarrollo de su tesis: La mayoría de los homicidios en Michoacán son poractividad delincuencial de convivencia social, no porque haya tanta delincuencia (…) para disminuir este rubro, se tendría que tener un policía por cada persona para evitar que en un momento determinado, hasta jugando futbol, una persona responda una agresión privando de la vida a otro (…) los 100 homicidios que se suscitan mensualmente en la entidad, tiene que ver en un 70 % con la convivencia humana, el otro 30 % corresponde al enfrentamiento entre células delictivas (Mi Morelia, Changoongan 27-09-2018).

A mi modo de ver, cuando se tiene tanto poder, como el que concentró Godoy Castro, procurador insustituible, secretario de seguridad, se puede decir cualquier cosa.

Ideas que contagian …

La conceptualización de José Martín influye  en  Morena. Es tal fuerza de esas ideas innovadoras que se “cuelan” en los discursos de lo que fuera oposición crítica. En los medios se difundió esta versión sobre la violencia en Morelia.  Para Raúl Morón Orozco, alcalde de la capital, la violencia y los homicidios son parte de la cotidianidad de cualquier ciudad del país, no es tan grave que se reporten continuamente muertos, descuartizados y enfrentamientos, ya que se trata de disputas entre criminales que nada tiene que ver con la vida de los ciudadanos (ContraMuro, julio 25 de 2019).

Zamora y Jacona, al corte del 25 de julio cierran con 222 asesinatos y 145 heridos. No obstante la magnitud de pérdidas en vidas humanas, las autoridades locales observan problemática la ”percepción” de la gente.

En reciente entrevista con los medios en Morelia, Samaguey Cárdenas dijo: “Yo creo que no es una excepción la situación de Zamora, es un tema de carácter estatal y nacional. Creo que es la percepción, más por la dinámica que se había llevado en tiempo atrás, pero las acciones hechas por la federación y el estado, de manera coordinada con los municipios del Occidente, han dado resultado” (Quadratin, El Sol de Morelia, julio 20 de 2019).

Si nos basamos en  los conceptos de Godoy Castro, los 222 homicidios registrados en Zamora-Jacona, de enero al 25 de julio, hablan de una convivencia social muy enfermiza en esta conurbación, pero las ejecuciones ocurridas en El Nuevo Porvenir o en Valencia, tienen poco que ver con alegatos derivados del futbol.

Y los 32 homicidios mensuales (un poco menos: 31.7) son hechos reales que sí magnifican la percepción, pero no son productos del  imaginario social. Son 222 familias en luto, son 222 marcas imborrables en la sociedad zamorana-jaconense que nos recuerdan que hemos fallado como familia, iglesia, escuela, gobierno …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *