POR ANDRÉS RESILLAS//
Aquella mañana del pasado 16 de julio Mónica R. se levantó a las siete horas para emprender una jornada más en su hogar.
Ella tenía varios años casada con un hombre mucho mayor de edad, Francisco V., de 48 años, quien la conquistó prometiéndole el sol y las estrellas. Le llevaba 17 años de diferencia.
Las carencias económicas habían ido minando poco a poco la felicidad en el hogar y lo transformó en un sitio donde la violencia intrafamiliar estaba cada día presente.
Panchito V., como se le conocía en la colonia Guadalupe Victoria, era un hombre colérico. Cuentan que desde siempre la amargura era su fiel compañera, por lo que las groserías y la violencia eran frecuentes en este hombre.
A las tres de la tarde del 16 de julio varios familiares de Mónica observaron una discusión con su pareja. Pensaron que era una de tantas.
Panchito estaba enojado y fuera de sus casillas. A cada insulto que le lanzaba a su mujer obtenía una respuesta similar.
Pero en esta ocasión fue diferente. El hombre dio suelta a su ira y lanzó la advertencia: «Te voy a matar». Los familiares los voltearon a ver sorprendidos, pero Mónica le contestó la amenaza: «Vete a la fregada».
Entre insultos la pareja salió de la vivienda y se perdió entre las calles del poniente de Morelia.
Horas más tarde, cuando todavía no anochecía, regresó el «Panchito» solo. Traía sus ropas manchadas con sangre, lo mismo que sus manos y zapatos. Sus parientes se dieron cuenta y se alarmaron.
Le preguntaron al hombre qué había sucedido. Que dónde estaba Mónica, su pareja.
El Panchito huyó del sitio pues los gritos de los familiares de Mónica eran insistentes y le reclamaban la ausencia de su pareja.
Ese mismo día, ya en la noche, habitantes de la Colonia Cenopista, a la salida a Quiroga, encontraron en un lote baldío el cuerpo de una mujer que había sido asesinada lapidada, es decir, a golpes de piedra en su humanidad, principalmente en la cabeza. Era Mónica R.
Ya para ese entonces, los familiares de Mónica habían reportado su desaparición y le narraron a la policía del pleito entre el Panchito y su pareja.
Fue hasta la media noche cuando se logró la identificación de Mónica R. en el Semefo de Morelia.
Pero el «Panchito» había desaparecido y era el principal sospechoso de la muerte de su mujer. Los agentes ministeriales solicitaron al juez la orden de aprehensión para su captura.
La Fiscalía desplegó por la madrugada un operativo en la colonia Guadalupe Victoria. Los agentes investigadores con amigos y familiares de Panchito.
Hasta las 48 horas después del asesinato de Mónica dieron con el paradero de Panchito. Se ocultaba en un domicilio de uno de sus amigos cercanos. Sólo era cuestión de esperar a que saliera a la calle para detenerlo.
Cuando la policía aprehendió al Panchito, éste no opuso resistencia. Ya sabía el motivo y su destino. Se le leyeron sus derechos y se le asignó un defensor público.
El Panchito desde entonces ha guardado silencio. Pese a las evidencias en su contra no quiso incriminarse y su abogado lo asesoró para enfrentar a la justicia.
La Fiscal Guadalupe Gochi acusó al Panchito del delito de Feminicidio y puso énfasis en la saña con que se le dio muerte a Mónica.
El Panchito fue vinculado a proceso por el juez de control, quien consideró suficientes los indicios para presumir que está involucrado en el asesinato.
Dentro de unos meses, la Fiscalía deberá de investigar y demostrar que el sospechoso tiene alguna responsabilidad en el crimen. Será entonces cuando el Panchito sepa lo que le depara el destino…
Hechos: el 16 de julio del año en curso, siendo aproximadamente 15:00 horas la ahora occisa quien en vida respondiera al nombre de MONICA RAMIREZ TOVAR de 31 años de edad, salió de su domicilio ubicado en la calle Francisco Arrillaga número 51, de la colonia Guadalupe Victoria de esta ciudad de Morelia, Michoacán, acompañada de su pareja sentimental de nombre FRANCISCO VERDUZCO OCHOA de 48 años de edad (a) “EL PANCHITO”, y sus familiares de la víctima escucharon que cuando ellos salieron de su domicilio iban discutiendo y el “PANCHITO” la iba amezando de muerte, pero como ya era normal de ellos no le dieron importancia, y siendo aproximadamente las 20:00 horas el PANCHITO regreso solo a su domicilio y algunos familiares de la víctima MONICA se dieron cuenta que este llego con manchas de líquido rojo al parecer sangre en sus ropas y calzado, por lo que le preguntaron donde había dejado a MONICA y este les grito que la había matado, por lo que varios familiares trataron de detenerlo y este se les dio a la fuga, y derivado de las Investigaciones y diligencias por parte de esta Unidad Especial en atención de delitos de homicidio cometidos en agravio de la mujer, se logró ubicar el cuerpo sin vida de la víctima en la vía publica en la Colonia Cenopista sobre la carretera Morelia-Quiroga a la altura de la desviación hacia la localidad de Cointzio, con una lesión en la cabeza por objeto contuso (Una piedra), lográndose establecer que FRANCISCO VERDUZCO OCHOA (a) “EL PANCHITO”, fue quien privo de la vida a *MONICA RAMIR