POR ANDRÉS RESILLAS//
“Te viste muy radical con tu columna”, me comentó un asesor del Gobierno del Estado cuando publiqué el escrito “Silvano: para ya las obras y programas”, donde vaticinaba que el fin de año habría una aguda escasez de recursos financieros.
Y lo advertí porque Silvano Aureoles Conejo ha sustentado su programa de gobierno en el apoyo que seguramente le prometió el presidente Enrique Peña Nieto. Pero ninguno de los dos contaba con el desastre del 19 de septiembre, que dejó a miles de mexicanos sin hogar. Hoy el gobierno federal ya no tiene dinero para la construcción de viviendas ni para apoyar a los estados.
Pero Silvano siguió con su política triunfalista; sus asesores en lugar de mostrarle la realidad, actúan como vasallos. No hay autocrítica ni humildad para reconocer que están en banca rota.
El programa estrella en materia educativa Beca Futuro, creada por la Federación y Silvano fue un rotundo fracaso.
También les mencioné que pararan la campaña nacional en los medios de comunicación; si Silvano renunció a contender por la presidencia de la República, qué sentido tenía estar regalándole el dinero a Televisa, TV Azteca y otras televisoras con cobertura nacional? Ninguno.
Hoy, no sólo los afiliados del STASPE, los sindicatos de media superior y superior; los maestros y trabajadores de la Universidad Michoacana, sino también muchos funcionarios de primer, segundo y tercer nivel no han recibido su aguinaldo!
En diciembre el Tesorero estatal salió a anunciar que ya se les había pagado a muchas instituciones de educación superior sus gastos operativos: nada más falso. Tecnológicos como los de Huetamo, Coalcomán, Cherán, no recibieron tales recursos.
Fue hasta el mensaje con motivo de la Navidad en que el gobernador reconoció que había “problemas preocupantes”, pero que con trabajo se saldría adelante.
Silvano Aureoles era el único capaz de sacar adelante a Michoacán del grave problema en que se encuentra, no creo que los demás candidatos tuvieran el ímpetu, las relaciones políticas y la capacidad para hacerlo.
Pero Silvano peca de confiado y triunfalista. También se le critican sus excesos de lujos y el despilfarro de recursos en acciones que no trascienden en el desarrollo de Michoacán.
De igual manera fue cierto que en diciembre se recibieron de la Federación 2 mil 200 millones de pesos, pero es tan grande el boquete financiero y que afecta a muchísimos sectores, que fue totalmente insuficiente.
“El problema financiero del estado, es de carácter estructural”, me lo comentó el asesor de gobierno.
¿Y entonces por qué no se toman medidas de esa naturaleza? ¿Por qué se priorizan obras materiales, en lugar garantizar los servicios básicos de salud, educación, empleo, seguridad?
¿De qué sirve que construyan carreteras si la gente no tiene empleo y padece de hambre?
Sabemos que Silvano quiere lo mejor para los michoacanos y desea dejar huella en la historia como gobernante, pero de buenas intenciones está hecho el camino al infierno.
Es mejor la prudencia, la austeridad; humildad para reconocer errores y enmendarlos.
Primero aseguren el sustento de los servicios básicos y después vayamos a resolver necesidades materiales mediante un programa de obras austero.
Silvano como ningún exgobernador había dejado sin reyes a los hijos de los burócratas, magisterio Michoacán de plaza estatal, U.M.S.N.H. y demás. Te quedo grande el estado Silvano.!!
Excelente análisis, ojalá Silvano lo leyera o le diera trabajo como asesor, eso sí, quien sabe si su ego se lo permita….