OPINIÓN. ¿ES LA HISTORIA DE SIEMPRE? ZAMORA-JACONA 32 HOMICIDIOS DOLOSOS EN JULIO. Por J. Luis Seefoó Luján

¿Estamos haciendo historia?

Se esperaría que con la nueva administración y con ella una manera distinta y mejor de atender la violencia que lastima al país, a Michoacán y a esta conurbación, la situación fuese positivamente diferente, pero crecen y se consolidan los homicidios intencionales en Zamora-Jacona. Hasta ahora no hay indicios de construir una historia diferente.

En julio, sin los datos de la última noche, Zamora-Jacona registra 32 asesinatos (uno por día), mientras que en  junio anotaron 44 (1.46 diarios). Visto así, es una baja considerable de 12 unidades. Pero al cotejar con el arranque del año, vemos que enero contabilizó 24; entonces, los homicidios crecieron en julio:  8  más.

Al cierre de ayer 31 de julio por la tarde-noche, los 224 homicidios registrados de enero a julio (Tabla 1) no dejan lugar a dudas: 32 asesinatos mensuales marcan la historia reciente de  Zamora-Jacona.

Tabla 1. Homicidios y lesiones registrados por la prensa en Zamora-Jacona,

enero a julio de 2019

Mes

Total

Sexo

Condición de la víctima

Tipo de arma

H

M

nd

Decesos

Heridos

Ilesos

Fuego

Blanca

Otro**

nd

Enero

46

39

7

0

24

22

0

39

5

1

1

Febrero

36

32

4

0

28

8

0

34

0

2

0

Marzo

67

60

6

1

37

29

1

56

8

1

2

Abril

55

52

3

0

27

25

3

52

2

1

0

Mayo

62

56

6

0

32

28

2

56

4

2

0

Junio

66

60

6

0

44

19

3

63

0

3

0

Julio *

47

45

2

0

30

14

0

39

0

4

1

Total

379

344

34

1

224

146

9

340

19

14

6

Fuente: Elaboración propia EH, RG, JLS con base en Denuncia Ciudadana, Red 113, El Independiente, redes sociales

* corte 31-07-2019 a las 18:00 horas

** Otro: descuartizado, golpes, descomposición.

¿Una página más?

No es exactamente lo mismo, desde luego, hay distinciones. Basados en julio, el mes que concluyó hace unas horas, diremos que sigue siendo una violencia masculina con 95.74 (45/47) y sólo 4.25% de mujeres; preferencia por el  arma de fuego con 87.23%. También el grupo de riesgo es masculino de 30 a 34 años (7/47 = 14.89%) y la brutalidad extrema no desaparece: dos cuerpos desmembrados y/o decapitados.

Tampoco varía el peregrinar por toda la ciudad esperando que un hospital atienda una víctima que agoniza y que no previó contar con dinero en efectivo, una tarjeta de crédito, escrituras liberadas de bienes raíces u otro objeto de valor que abriera sin dilación un quirófano.

Otra condición que permanece es la composición de la clase política. Poco varía: diputados que fueron alcaldes (Arturo Hernández Vázquez, Tangancícuaro), o alcaldes otrora diputados (Adriana Campos Huirache, Jacona), gobernadores que antes ocuparon una curul (Silvano Aureoles) o que en otro periodo de gobierno cobraban en una secretaría (el mismo Silvano). Salvo excepciones, de regidores pasan a ser directores o coordinadores de algo y, de un partido (como franquicia de futbol) cambian a otro. Si los que nos gobiernan son los mismos que ayer y  antier han manejado y  usado el erario público, ¿no tienen responsabilidad por lo que sucede ahora?

Sin rencor ni temores queremos vivir en paz

Por otra parte, tres hechos parecen novedosos: el primero es la alta presencia de Jacona con poco más de un tercio de las víctimas: 36.17% del total (17, sumando decesos y heridos); 37.50% de los homicidios (12 de 31) y un tercio (33.33%) de los heridos. No es que los meses anteriores fuesen “blancos” para la Villa de las Flores, pero julio resulta sobre saliente.

El segundo, es la parsimonia con que los políticos profesionales recrean su imagen en los medios. Es notorio que los alcaldes de la conurbación se referían con más frecuencia al tema -sin resolverlo- y que ahora, con un mejor manejo de prensa, Adriana abandera deportistas o reinaugura instalaciones rehabilitadas mientras que sonriente, Martín planta árboles o apapacha ancianos. Ambos tratan de minimizar esta  dolorosa realidad.

No pediría que dejaran de realizar las acciones bonitas que les acerquen -quizá superficialmente- a la gente; tampoco solicitaría que abandonaran la función de infundir ánimo en sus representados, pero maquillar la vida diaria para fomentar el turismo resulta contra producente cuando la imagen bonita que trasluce la prensa se desdibuja ante la terca realidad que emerge con olor a pólvora y dolor funeral.

Por más convenios suscritos con la prensa formal para dar cobertura legal a la  difusión de eventos y para la omisión intencional de temas molestos, mediante pago por servicios informativos, es difícil -imposible- controlar los miles de celulares que informan y deforman.

Un ejemplo del sesgo es la notoria  tentación de atribuir algunos hechos a  la casualidad, al accidente o descuido personal o la iniciativa de “suicidar” los homicidios. En el caso reciente de Juan Manuel, masculino de 29 años, Cerro de la Arena, con marcas de violencia en la región lumbar y piernas mientras que la espalda parece intacta, es poco creíble que solito  hubiese rodado en la ladera.

El tercero -y no menos importante- es que ¡ya contamos con la Guardia Nacional! Así con más patrullas en Jacona como en Zamora,  más efectivos policiaco-militares y un mayor conocimiento de las diversas violencias, las cifras de homicidios y heridos intencionales no bajan significativamente. Dicen también que “ya funcionan” las cámaras y no sólo sirven para que defequen los pichones.

¿Es inútil ya todo?

No, mal haríamos en perder la esperanza. Mal haríamos al abogar por no hacer nada. Junto a la Guardia Nacional hay mucho que hacer, por ejemplo: que el departamento de alumbrado público o quien se la haya llevado regrese la lámpara que quitaron en Astro y Satélite en Cosmos; apoyar con dinero, material y personal los trabajos de los Centros de Integración Juvenil; generar suficiente confianza entre los medianos  y pequeños comercios para inhibir (evitar) las “tandas” y consecuentes “levantones”; incrementar los salarios a la policía, su estabilidad laborar, asegurar los funerales de los caídos, las prótesis de incapacitados y la pensión para viudas y huérfanos; mejorar los procesos de impartición de justicia para reducir la impunidad y para que el riesgo de delinquir (y sus costos) aumenten.

La violencia no sólo es municipal …¡es galáctica!

Sin ser una novedad,  marca una leve variante el discurso oficial: los alcaldes dicen que no es “un problema sólo del municipio”; enseguida, los gobernadores afirman que “es un asunto nacional”; luego los AMLOs notan que la violencia ¡internacional!

Los expertos que cobran en la nómina gubernamental han imputado la violencia a la temperatura ambiental y a la convivencia social, ahora es un mal de muchos. Así nadie es responsable de nada y  no estamos haciendo una historia diferente.

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