CALLA ANTE EL JUEZ EL POSIBLE IMPLICADO EN LA MUERTE DE LA NIÑA DE LAS TROJES EN PÁTZCUARO

POR ANDRÉS RESILLAS/SEGUNDA PARTE

Isidro R., parecía una estatua en la sala de oralidad del Supremo Tribunal de Justicia, donde se le vinculó a proceso debido a los indicios encontrados en el taller de hojalatería y pintura que tiene sobre la carretera Morelia-Pátzcuaro.

Nunca volteó hacia sus costados, en uno de los cuales estaban su padre, junto con la que ahora es su esposa y madre de María, la pequeña asesinada. Su semblante era serio, adusto.

Los ojos de Isidro R. sólo atendían a las palabras que le dirigía el juez de control, quien de manera sencilla le explicó cada uno de los pasos procesales y los derechos que la ley le asistía como imputado.

Pese a su inmovilidad aparente, Isidro R. quería que todo terminara pronto. Rechazó utilizar el término constitucional de 72 horas para que su defensa se preparara contra el acto de vinculación a proceso. Por lo que aceptó que el juez le definiera su situación jurídica en ese momento.

Ya habían pasado dos horas de audiencia, en las que la Fiscal Guadalupe Gochi le informó de que en su taller encontraron un cuchillo manchado de sangre y envuelto en una playera de su propiedad. También le dijo que ya se tenía un aparato celular de las mismas características del que usaba la pequeña María.

La fiscal también indicó que luego de los análisis se comprobó que la sangre era de origen humano y que con el examen de ADN se sabría la identidad de la persona a quien pertenecía.

Pero eso no es todo.

Isidro R. no tenía una buena relación con la segunda esposa de su padre. Ella relató a la policía que en una ocasión Isidro le contó a su padre “que tenía que deshacerse de dos pulgas que lo estaban molestando” y ella comprendió que se trataba de su persona y de su hija.

También narró a los investigadores que ya sospechaba que Isidro estaba manoseando sexualmente a su hija, pues en una ocasión encontró una mancha de grasa negra en sus pantaletas y que la niña no quiso decirle el motivo.

“Yo también observaba que Isidro algunas veces abrazaba a mi hija, pero como eran medios hermanos, al principio no le dí importancia”, relató la madre de María.

EL PADRE DE ISIDRO, ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

El que sí tenía un remolino de emociones era el padre de Isidro. Con mucha entereza enfrentó la audiencia donde culparon de la muerte de su pequeña hija a su vástago mayor.

¡Era el padre de los dos!

Por una parte el enorme sufrimiento que le ocasionó el asesinato de su pequeña hija y por el otro ver que su otro hijo estaba siendo señalado como el homicida de su propia media hermana.

Pero entendió que si Isidro era sospechoso del crimen, debería de someterse a la ley. Por eso asentó con la cabeza cuando el juez de control decidió vincular a proceso al joven de 23 años de edad.

Dentro de tres meses iniciará la etapa de presentación de pruebas en este juicio. Los exámenes de ADN de la sangre ubicada y la revisión del aparato celular, serán definitivos para saber si Isidro es responsable o no, del asesinato de la pequeña María.

Ahí estaremos para contárselo.

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