EL FANTASMA DEL NARCO RONDA EN EL FRACCIONAMIENTO RESIDENCIAL ALTOZANO. Por Andrés Resillas

POR ANDRÉS RESILLAS//PRIMERA PARTE

Esta columna se llama así por dos razones: la primera, porque efectivamente, según cuenta un elemento de vigilancia, hay un fantasma de un narco asesinado que ronda por las noches justo en la zona donde habitaba con vida.

Segundo: por la contaminación que a lo largo de los años ha registrado la zona de Altozano con la incursión y compra de casas residenciales por parte de los narcotraficantes del estado.

Algunas de las anécdotas aquí contadas, no solamente son narraciones de vecinos, sino también fuí testigo de ellas.

Me da risa ingenua cuando observo que camionetas de la Policía Federal hacen rondín por los tranquilos fraccionamientos que conforman Altozano. Y me burlo porque los policías piensan que los narcos estarán en las esquinas esperándolos. Cuando en realidad está cómodamente en sus casas de lujo descansando.

Desde hace más de cinco años la presencia de los narcos en Altozano es evidente. Por lo exclusivo del fraccionamiento, los delincuentes han comprado o rentado residencias; paradójicamente se esconden donde hay más vigilancia, pero privada.

En su tiempo los narcotraficantes tuvieron la oportunidad de comprar las casas de lujo en efectivo. Ahora ya no. Las leyes se endurecieron y la empresa pone más reticencias.

Hay dos zonas en Altozano: la más exclusiva corresponde a donde se ubica el Club y el campo de golf. Sólo para millonarios, funcionarios públicos, políticos, empresarios y seguramente narcotraficantes, aunque no me consta.

La otra es donde se localiza la clase media alta moreliana. Casas construidas y vendidas por la propia empresa o terrenos para que se edifiquen al gusto del propietario. Aquí es donde me consta que viven narcos.

Hace años un conocido de uno de los fraccionamientos me contó: “Teníamos nuestro reglamento interno, no se podían modificar las cocheras ni el color de las fachadas. Se respetó hasta que un día llegó un señor de Tierra Caliente y cercó sus cocheras. Nadie le dijo nada”.

“Fui con el presidente de la junta de vecinos a decirle y me dijo que no expondría su vida por reclamarle a un narcotraficante. Desde entonces ya no se respeta el reglamento”.

Hace un año, mi esposa vendía hamburguesas donde inicia la avenida Juan Pablo II y daba servicio a domicilio. Yo en mi Tsuru levaba los pedidos: en dos ocasiones entré a los fraccionamientos y cuando estaba en el domicilio ya me esperaba una persona afuera. No me dejaron acercar.

En ambos casos se trataban de casas sin muebles. Había varios hombres y camionetas de lujo en las casas, por más que insistía en acercarme no me dejaron. Eso sí me dieron una buena propina. Los vigilantes de la entrada confirmaron mis sospechas. Cuando hubo la confianza de preguntarles, me dijeron con voz muy baja: “son de la maña”.

Tuve que acostumbrarme a llevar las hamburguesas con esa información. Regresaba y ya me estaban esperando afuera del domicilio, en algunos casos mujeres muy guapas y frondosas de Tierra Caliente. Se nota pues.

También, ya avanzada la noche, camionetas de lujo sin placas y vidrios polarizados se desplazaban a alta velocidad por las avenidas. Cuando me las encuentro, rápidamente me hago a un lado. Simple precaución.

En Altozano, por lo menos en mi fraccionamiento, con el paso de los años nos conocemos los vecinos pero muy poco. Hay algunos que nunca dan la cara, entran y salen rápidamente de sus casas. Algunos de estos misteriosos vecinos ya murieron, fueron asesinados.

Pero los casos de los muertos en Altozano y el fantasma de un narco que ronda la zona, se los narraré en la siguiente ocasión.

 

2 comentarios sobre «EL FANTASMA DEL NARCO RONDA EN EL FRACCIONAMIENTO RESIDENCIAL ALTOZANO. Por Andrés Resillas»

  1. Pues está lleno de ratas ese sitio, puro politico, puro «empresario» de esos que se enriquecen lavando dinero y robando al estado, ya que para eso tienen amigos politicos a los cuales sobornan y de paso… les invitan a que vivan en el mismo vecindario. Te faltó mencionar la mayor narco que está en altozano… Su «dueño»… Paco medina.

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