Por Rogelio Guzmán Rodríguez
Bien entendidas las razones que dieron origen a la Revolución Mexicana, sus primeros gobiernos se enfocaron en corregir la desigualdad social, atendiendo la pobreza del campesino y la educación para todos.
Durante siglos, la educación fue un factor de clases sociales en nuestro país. En unas cuantas líneas intentaremos dar una idea de cómo evolucionó la educación en México.
EL MODELO DE LOS AZTECAS fue de atender la formación de los niños hasta los 14 años en el seno familiar, pero a partir de esa edad, ingresan al Calmecac los hijos de nobles y sacerdotes, donde son preparados para ejercer las funciones de sus mayores, incluyendo el aprendizaje e interpretación de sus símbolos escritos o grabados y materias como astronomía, botánica, herbolaria. Luego estaba el Tepochcalli, para la formación de guerreros, donde predominaban el deporte y la destreza física.
ENTRE LOS MAYAS había algo parecido, con un poco de más refinamiento, dándole importancia fundamental en arquitectura y escultura.
A LAS MUJERES se les preparaba para el cumplimiento de su las labores domésticas, pero también de acuerdo a su nivel social.
EN LA ÉPOCA DE LA COLONIA prevalece la educación según la condición étnica. Españoles y criollos en su totalidad tienen derecho a la educación en los colegios fundados por los religiosos de diferentes órdenes, en los cuales también se aceptan a los hijos de los emperadores o caciques indígenas, pero por órdenes del emperador Carlos II no pueden tener derecho a ordenarse sacerdotes o títulos académicos, aun cuando hubieran terminado sus estudios. El resto de las castas prácticamente estaban condenadas al analfabetismo, la esclavitud y los oficios de menor jerarquía social.
LA EDUCACIÓN BÁSICA se impartía por institutrices y maestros en las casas particulares, pero sólo para aquellos que podían pagarla.
De la misma manera, las mujeres recibían instrucción especial en los conventos, donde no solamente obtenían formación religiosa, sino artes y ciencias con maestros especiales que pagaban por separado sus familias. Ejemplo, Sor Juana Inés de la Cruz.
COLEGIO DE SAN NICOLÁS.-Un referente sobre la educación en la Colonia puede ser el Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás Obispo, fundado en 1540 por Vasco de Quiroga en Pátzcuaro (tres años antes que el que dio origen a la UNAM) Con prestigio nacional e internacional tanto por la calidad de su educación, como por haber formado a varios de los más importantes personajes en la historia de la Guerra de Independencia, como Miguel Hidalgo y Costilla, estudiante, maestro y rector de la institución (Hoy, 8 de mayo, se festeja el aniversario de su natalicio con una ceremonia) así como José María Morelos y Pavón.
Un recordatorio importante sobre esta institución es que dos de sus carreras no religiosas son de las más antiguas en nuestro país, y con reconocimiento por la calidad de su enseñanza. Ellas son la de Derecho, que se funda en 1799, y la de Medicina, en 1830, como anexo al Hospital de los Juaninos. Después de pasar por varios lugares, en 1901, al construirse el Hospital General de Michoacán por órdenes y patrocinio del general Porfirio Díaz, se incluye en el primer piso a la escuela de medicina, donde hoy se ubica el Seguro Social de avenida Madero Poniente.
Ambas instituciones se incorporaron al nacimiento de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en 1917, junto con otras escuelas ya existentes, aportando una tradición de siglos de calidad en la formación de abogados y médicos. Por cierto, nuestra UMSNH fue la primera universidad autónoma de América, porque así quedó formalmente establecido en su decreto de creación en el Congreso del Estado. La Universidad Nacional de México nació el 22 de septiembre de 1910, a escasos dos meses del inicio de la Revolución Mexicana, el 20 de noviembre, pero logró su autonomía hasta el 22 de mayo de 1929.
EN LA INDEPENDENCIA la mayoría de los colegios fundados por los religiosos se abren a nuevas carreras, donde las ciencias y teorías políticas y sociales europeas, particularmente de Francia y el enciclopedismo penetran en la cultura mexicana.
Aún así, la gran masa de la población permanece en las haciendas y marginadas de todo contacto con la educación, situación que prevalece hasta el gobierno de Porfirio Díaz.
Figuras relevantes durante el porfiriato fueron Joaquín Baranda, secretario de Justicia e Instrucción Pública, quien funda la Escuela Normal Nacional de Maestros y reconoce el derecho a la educación primaria gratuita, laica y obligatoria. Otra figura fundamental para la educación fue Justo Sierra Méndez, quien tras largos años de lucha interna dentro del porfirismo, logra concretar su proyecto y se crea la Universidad Nacional de México, el 22 de septiembre de 1910, escasos dos meses antes de iniciarse la Revolución Mexicana. Esta cronología nos lleva a reconocer que la segunda universidad de la época moderna de la educación en México, fue la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (que hoy, 8 de mayo, festeja el natalicio de Miguel Hidalgo y Costilla) pero que se anticipa incluso a la UNM en cuanto a la autonomía, pues desde su nacimiento en 1917, es declarada autónoma en el decreto de su creación, lo que la convierte en la primera universidad autónoma de América. La UNAM lo consigue hasta el 22 de mayo de 1929.
Regresando al porfirismo, justo es señalar que de acuerdo a las necesidades de la época, en este periodo se crean las escuelas de artes y oficios, así como telegrafistas y tenedores de libros (los predecesores de los contadores) en varias partes de la república. En Morelia estuvo durante décadas en lo que hoy es Palacio Clavijero y que perduró hasta bien entrado el siglo pasado. Algunos prestigiados talleres de imprenta y herreros actuales siguen activos en Morelia. (Esa será algún día otra historia).
PRIMER OBJETIVO: ALFABETIZAR
Al triunfo de la Revolución el primer reto es abatir el analfabetismo, que pasa del 80 por ciento en el país. A ello se agrega la falta de escuelas y de maestros.
Otro factor fue el enfoque educativo de la época porfirista, afrancesado y distante de la idiosincrasia mexicana.
JOSÉ VASCONCELOS.-El reto lo asumió quien aún hoy es considerado por los estudiosos del tema educativo, como el mejor secretario de educación que ha tenido México, José Vasconcelos.
Con sólida formación académica y participación política, Adolfo de la Huerta lo designa titular del Departamento Universitario y de Bellas Artes, que incluía la rectoría de la Universidad Nacional de México.
En 1921 define el escudo de la institución y agrega el lema “Por mi raza hablará mi espíritu”, que conserva hasta la fecha, y marca el inicio de una filosofía educativa nacionalista, lejos del afrancesamiento de la época porfirista.
Reorganiza la UNM y asume enseguida el cargo de secretario de Instrucción Pública, por encargo del presidente Álvaro Obregón en 1920, impulsa la educación popular, edita libros y promueve el arte y la cultura y obtiene de la sociedad civil un apoyo nunca antes visto al crear las Misiones Culturales, lo que le vale el calificativo de “Apóstol de la Educación”.
Para dar una idea de lo que eran esas misiones culturales, así lo comentó el patzcuarense Alfredo Zalce en una de sus entrevistas:
“En 1932 me integré a las misiones culturales y recorrí los estados de Zacatecas, Hidalgo, Veracruz, Puebla y Colima. Se componían en especialistas de distintas actividades: música, educación física, radio y cine, pintura, pedagogía, danza, agricultura…
“El trabajo se desarrollaba con los maestros rurales y la comunidad. Allí realicé trabajos rarísimos, según las necesidades, tal vez algunos relacionados muy remotamente con las artes plásticas. Por ejemplo, arreglar un jardín central, en el zócalo de algún pueblo, o pintar letreros que indicaran el nombre de una calle. Aparte estaba el trabajo que realizaba con los maestros rurales: inventar técnicas de enseñanza, mostrarles a ellos mismos cómo pintar, pintar con cal y brocha gorda las paredes de sus escuelas. Trabajábamos dos meses en cada lugar y se realizaba siempre una especie de seminario, un balance crítico de actividades. En ocasiones hicimos todo en condiciones terribles o sencillamente no pudimos trabajar. En algún pueblo no pudimos entrar, porque nos avisaban a tiempo, era la época en que a los maestros les llegaban a cortar las orejas, tal era el fanatismo de algunos grupos cegados por la iglesia o por lo que quedaba de los cristeros. Muchos otros maestros y miembros de las misiones culturales no lo pudieron contar. En Zacatecas, al llegar, me relataron cómo el año anterior habían matado a 21 maestros rurales. En esos lugares vimos la necesidad de hacer conciencia en torno al desarrollo político y social del pueblo. Pero había combatividad y existía actitud de servicio..”
Vasconcelos creó las “embajadas culturales”, enviando a los mejores estudiantes mexicanos a entrevistarse con sus pares de Argentina, Brasil, Colombia, Perú y otros países de América Latina.
Invitó a los mejores artistas mexicanos a que se quedaran en nuestro país y aquí realizaran sus obras y enseñaran a las nuevas generaciones, lo cual fue aceptado por personajes como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, que antes pasaban largas temporadas en Europa.
Reconstruyó inmuebles como el Estadio Nacional, escuelas, bibliotecas y edificios destinados a ser ocupados por funcionarios del sector educativo.
LAS NORMALES RURALES
Para abatir el analfabetismo en el campo, se crean las escuelas normales rurales y la primera fue la de Tacámbaro, Michoacán, en 1921, que al paso del tiempo se cambiaría a Tiripetío. El desarrollo más completo de este programa lo seguirían después Moisés Sáenz y Rafael Ramírez.
El enfoque original fue apoyar internados para que los alumnos se formaran en la docencia, poniendo especial énfasis en la autodisciplina, la formación de autogobierno y convivencia democrática.
Desafortunadamente sucesivos gobiernos fueron limitando su sostenimiento, que propició la creación de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, que defendía a los estudiantes de las agresiones de directivos y maestros, pues los internos mantenían su postura socialista de acuerdo a los programas educativos impulsados por el presidente Lázaro Cárdenas del Río, cuando a partir de Ávila Camacho se dio un giro a la ideología educativa, factor que aún hoy es factor de conflicto.
Actualmente sobreviven 16 normales rurales en diferentes estados, en las que se forman alrededor de siete mil estudiantes, con casi 800 profesores. Las becas diarias de los estudiantes varían de 45 pesos en Ayotzinapa, Guerrero y Tamazulapan, Oaxaca, a 70 pesos en Tenería, Estado de México.
En la reunión que el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo el 29 de octubre de 2016 con los padres de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, se comprometió a dignificar las escuelas rurales y la Cámara de Diputados aprobó un presupuesto adicional de 400 millones de pesos para ellas.
LOS PERIODOS DE TORRES BODET
Jaime Torres Bodet fue designado secretario de educación por el presidente Manuel Ávila Camacho y tras lograr la unificación del magisterio en 1943, dio nuevo impulso a la alfabetización, que en ese entonces era del 47 por ciento de la población mayor de 6 años. Creó el Instituto de Capacitación del Magisterio en el que se regularizaba a los profesores de primaria no titulados; organizó la Comisión Revisora de Planes y Programas, inició la Biblioteca Enciclopédica Popular que publicó más de cien títulos y dirigió el compendio México y la Cultura. Fundó el Comité de Administración del Programa Federal de Construcciones Escolares (CAPFCE), construyó la Escuela Normal para Maestros, la Escuela Normal Superior y el Conservatorio Nacional de la Ciudad de México, modificó el texto del Artículo Tercero Constitucional que suprime la educación socialista, establecido en el gobierno de Lázaro Cárdenas.
En 1958 a invitación del presidente Adolfo López Mateos, regresa a la Secretaría de Educación, y en este segundo periodo inicia el Plan de Once Años para la Extensión y Mejoramiento de la Enseñanza Primaria que buscó atender la demanda real. Se propuso crear 51 mil nuevas plazas de maestro y construir 29,265 aulas. Fundó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos y entregó los primeros ejemplares en 1960. Promovió la construcción del Museo Nacional de Antropología, del Museo de Arte Moderno y la organización y adaptación de los de Arte Virreinal y de Pintura Colonial. Impulsó la construcción de la unidad profesional de Zacatenco del Instituto Politécnico Nacional en 1964.
Sin duda tiene merecimientos para que se le considere el segundo mejor secretario de educación que ha tenido México.
DE LOS DEMÁS, SÓLO CHISPAZOS
De 1921 a la fecha el país ha tenido 40 secretarios de educación, y aparte de Vasconcelos y Torres Bodet, sólo podrían ser más o menos rescatables Agustín Yáñez, Víctor Bravo Ahuja y Fernando Solana, los demás fueron simplemente políticos que administraron la relación con el sindicato, pero a quienes no puede considerarse haber demostrado iniciativa ni propia ni de sus asesores para incidir en programas, sistemas, métodos pedagógicos dignos de consideración.
Y ese es justamente el gran problema de la educación en México. Si bien se ha avanzado en la alfabetización, no hay registro real de mejora en la calidad educativa, en cuanto que ni los secretarios han tenido conocimientos ni experiencia en la materia, y los sindicatos están inmersos en una corrupción generalizada, en la cual sus líderes ocupan más tiempo en cargos políticos y negocios particulares.
(MAÑANA: LA CAÍDA
DE LA EDUCACIÓN)