POR ANDRÉS RESILLAS/ CAPÍTULO 10
Amelia llegó al estrado de testigos sumamente nerviosa. El aire de poder que le da ser agente de la Policía Municipal de Álvaro Obregón había desaparecido; pese a ser inocente de cualquier cargo en los hechos, mintió deliberadamente en la Audiencia de Juicio oral que se lleva por el caso de los 10 calcinados en Álvaro Obregón.
La agente de policía asegura que no trabajó aquel fatídico viernes 29 de julio, cuando los 10 jóvenes fueron levantados en la tienda de abarrotes Los Arcos en el pueblo Plan de la Salud y aparecieron calcinados en un predio de Cuitzeo.
Por ser mujer Amelia, la corporación la designa a mantener la vigilancia en una caseta, sobre la carretera Morelia-Zinapécuaro. Ella afirma que salió de su turno de 48 horas el jueves 28 de julio y que no sabe nada de los homicidios. Dice que ni siquiera por sus compañeros o por trabajar en la región sabe algo.
Sin embargo, Jorge Luis, otro agente de la policía municipal y encargado de operar la radio en la Comandancia de Policía afirma que Amelia sí trabajó el 29 de julio y le consta porque mantiene comunicación y control constante sobre las actividades de sus compañeros.
Jorge Luis explicó ante el Tribunal de Enjuiciamiento que en la Policía Municipal de Álvaro Obregón hay dos grupos de policías y que trabajan 48 horas, por otras 48 horas de descanso. Informó que el 29 de julio él trabajo con el grupo “B” integrado en parte por cuatro de los imputados en el juicio.
Afirma que Amelia sí trabajó el día 29 y salió de su turno el 30 de julio. El testigo mencionó que conoce a todos los integrantes de su grupo, ya que los supervisa a través de la radio. Y que ese grupo era coordinado por Marín y Omar, director y subdirector respectivamente de la Policía Municipal.
Sabiendo de esa contradicción en la versión de Amelia, la Fiscalía la presionó mediante preguntas e hizo que mintiera deliberadamente, incluso se confundió con los días y llegó a mencionar que fue el 29 de julio cuando declaró ante la Procuraduría de Justicia, cuando ni siquiera habían sucedido los hechos.
Hasta el momento el Tribunal de Enjuiciamiento no ha procedido contra Amelia por el delito de mentir ante una autoridad y más cuando estaba bajo protesta de decir la verdad y que se castiga con una pena que va de los 4 a 7 años de prisión.
Se puede confirmar que Amelia mintió o no con tan sólo revisar la lista de asistencia del 29 de julio.
Incluso dijo desconocer a todos los agentes que integran el grupo “B” y mencionó que había laborado en algunas ocasiones con dos de los imputados.
El interrogatorio fue tan intenso, que la Fiscalía pidió que a Amelia se la calificara como una testigo hostil, pues era evasiva ante las preguntas.
Durante su testimonio, Amelia se quejó ante el Tribunal de que en la Procuraduría de Justicia los trataron muy mal los agentes ministeriales.
“Nos trataron como delincuentes, como si fuéramos asesinos”.