El sistema político está en crisis pero no muriéndose. La gente no cree en los partidos y en la clase política, pero no construye aun la alternativa ni siquiera en su horizonte. Es decir: que no hay nada que sustituya a lo que ahora genera malestar social o ciudadano. En palabras llanas: hay una opinión generalizada de descrédito del sistema político entre la gente, pero no existe el sujeto que pueda revertir tal situación.
Actualmente, el sector del pueblo más crítico se mueve entre dos opciones que no alcanzan a encontrarse aún: avanzar al proceso electoral con todo y lo riesgoso que ello implica, acompañando a AMLO y sus particularidades o construir un amplio frente social que demande una plataforma política de alto contenido revolucionario y de espaldas al proceso de legitimación del poder político de la burguesía. Estas circunstancias ya las hemos vivido en otro momento llegando a manifestarse en los momentos de mayor desarrollo de la coyuntura en dos polos casi opuestos, lejanos y no en pocas ocasiones enfrentados en acusaciones mutuas.
A pesar de los esfuerzos que se vienen haciendo en los diferentes frentes nacionales de las organizaciones populares, el debate continúa entre una y otra posición. Sin embargo el tiempo corre y el 2018 se acerca.
De acuerdo con las estadísticas de las encuestadoras, sí en este momento fueran las elecciones AMLO ganaría con amplio margen sobre su más cercano contrincante, en este caso Margarita Zavala, la esposa de Calderón Hinojosa, quien por cierto, se llenó la boca para anunciar públicamente, que él había determinado donar su dieta de expresidente a una fundación que se dedica a apoyar a las personas más vulnerables; pronto nos hemos enterado que su donación va a parar a la fundación que tiene su esposa y que gracias a las fuertes donaciones que recibe, tiene para pasearse por el país sin la menor preocupación. ¡Qué cinismo el de la familia Calderón Hinojosa!
Pero regresando al tema; lo que anima a los empecinados de ir por la vía electoral consideran que ahora sí se podrá derrotar al régimen priista-panista-perredista con la fuerza del voto opositor y aprovechando el descrédito del gobierno y los partidos políticos que lo apoyan. Pero es necesario reflexionar sobre varias cosas:
1. También en la elección de Felipe Calderón, AMLO iba meses antes de que la contienda iniciara, arriba en las encuestas y al final acabó perdiendo la elección.
2. El PRI organizó, desarrolló y concretó la elección del Estado de México, donde de manera descarada, logró imponerse por encima de la voluntad popular, a pesar del enorme esfuerzo de la gente para hacerse valer. Ahí el PRI realizó su ensayo electoral de cara a la elección de 2018 y ya se prepara para imponerse con todos los medios a su alcance, sobre todo aquellos que siendo ilegales, el sistema por medio de sus instituciones legalizará.
3. No estará de más tomar en consideración, pues sería una ingenuidad, la posición del gobierno de los Estados Unidos para impedir que AMLO salga triunfador en la elección, tal y como lo han declarado sus representantes públicamente.
4. Es muy probable que u número importante de votantes posibles acabe abandonando la candidatura de AMLO, ya sea por no llegar a obtener candidaturas, ya sea porque apuntalando el interés particular de AMLO se acabe sacrificando a otros que al final no acepten el trato y vuelen hacia otras latitudes y, también porque ante la llegada de tanto “chapulín,” muchos acaben desencantándose con la propuesta y abandonen el proceso electoral para sumirse en la indiferencia o sumarse al movimiento social.
Sin embargo, hay quienes consideran que no hay otra opción posible a pesar de AMLO y su particular forma de actuar y de imponerse en el desarrollo de su campaña presidencial y, a pesar de que su planteamiento no sea de la profundidad que el país requiere y que las fuerzas democráticas promotoras del cambio reclaman.
En esta latitud se encuentra, diría yo, la más amplia diversidad social y, sin temor a equivocarme, la fuerza más importante de la izquierda y no sólo de la izquierda electoral, sino actores sociales importantes que integran una gran masa militante y activa en movimientos, sindicatos y organizaciones, claro que en este frente se encuentran los “hueseros” que van por posiciones políticas que por la transformación de México..
Pero están los otros, aquellos que consideran que el sistema electoral es de por sí fraudulento y que no existen garantías para que el voto valga, sea genuino, se cuente bien y se respete. Son los que además, consideran que la vía electoral está truncada y no es opción para sacar a “la mafia del poder” del control político y económico y plantean desde esa perspectiva otras opciones. Pero de eso trataré en la próxima entrega.